El FC Barcelona goleó por 5-0 al Leganés en el Camp Nou y pasó a los cuartos de final de la Copa del Rey. Quique Setién construyó su primera victoria contundente no solo por el resultado, sino también por el buen partido que hicieron los suyos, otra vez mucho más cómodos con el 4-3-3, y, por supuesto, mucho más eficientes de cara al gol.
Después del (casi) descalabro en Ibiza, Quique Setién no se guardó nada. Semedo volvió al once por Sergi Roberto, mientras que Vidal y De Jong arroparon a Busquets en el medio campo. Arriba, Messi se ubicó por la banda derecha, Griezmann el centro y Ansu Fati la izquierda, donde rindió mejor.
El plan era ensanchar el campo, especialmente a través de Messi y Griezmann, que se intercambiaron varias veces posiciones. Tanto el 10 como el francés fueron los encargados de darle ese otro ritmo al conjunto azulgrana que, sin ello, se consume solo. Semedo, además, le permitió tener más salida al equipo.
El primer gol llegó a los cuatro minutos, justamente gracias a una combinación entre Semedo y Griezmann. El lateral recibió un pase filtrado, se la dejó atrás al francés y este remató cruzado para mandarla al fondo del arco defendido por Cuéllar.
5️⃣ Goals = Plenty of High 5️⃣s pic.twitter.com/t1kNc0Shsf
— FC Barcelona (@FCBarcelona) January 30, 2020
A diferencia del partido ante el Valencia, los azulgranas tenían el área entre ceja y ceja, y la puntería estaba afinada. No así el timing, pues sus dos siguientes goles, uno de Jordi Alba y otro de Griezmann, fueron anulados por fuera de juego.
El Lega se acercó una que otra vez al arco de Ter Stegen, hoy titular por la lesión de Neto, pero sin apenas peligro. El alemán despejó muy seguro un remate de Braithwaite y otro de Ruibal. Sin embargo, el Barcelona fue más insistente. Messi cobró un córner y lanzó un centro-chut que terminó metiendo Lenglet de cabeza.
No se desesperó el Barcelona que, toca y toca, y busca los espacios y a veces se pierde en ese vaivén. Pero cuando el ritmo baja y la circulación se espesa, siempre aparece Messi para sacudir a sus compañeros. Recibió un pase entrelíneas exquisito de De Jong para llevarse con un poco de suerte a dos defensores y superar a Cuéllar con un trastazo desde el corazón del área. El tiro dio primero en el pie de Tarín.
A partir de allí, con un Lega casi muerto, lo único que quedó para los locales fue ampliar el resultado, dejar una goleada para aplacar las fuertes críticas que ha recibido el equipo en este “reinicio” de ciclo. Entran Rakitic, Firpo y Arthur, por Vidal, Alba y Griezmann. Y los nuevos también se quieren unir al festín.
Ansu Fati tuvo la suya, se fue al mano a mano pero no pudo con Cuéllar, que dejó el rechace para Messi, que tampoco pudo, y finalmente fue Arthur, que marcó el cuarto de la noche cuando se internaba en el área. Messi certificó la manita con un gol de los suyos: recibió de Rakitic, se llevó al portero y la clavó en la red. Una goleada familiar para recuperar el ánimo.
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