El Barça venció al Inter en el Camp Nou con un doblete de Luis Suárez en el segundo tiempo para darle la vuelta al gol inicial de Lautaro Martínez. Los de Ernesto Valverde se vieron muy superados por su rival en los primeros 45 minutos, en los que Ter Stegen volvió a ser protagonista para evitar un parcial de 0-2. Sin embargo, los cambios en el once y en el esquema, permitieron a los culés recobrarse y ponerse segundos de grupo, después de la victoria del Dortmund sobre el Slavia Praga (0-2).
Volvía Messi al once inicial junto a Suárez y Griezmann, mientras que el mediocampo era ocupado por Busquets, Arthur y De Jong. Con la lesión de Junior Firpo, Semedo tomó el lateral izquierdo y Sergi Roberto regresó a la banda derecha. Una alineación que, a priori, carecía de profundidad y se confirmó luego durante el encuentro.
Un Inter excelso
Los primeros 45 minutos fueron un recital del Inter, que superó sin problemas la presión del Barça, y se construyó saliendo desde la base con pases rápidos, precisos, con intención. En dos o tres toques los de celeste se instalaban en la zona de los locales. Piqué y Lenglet, desprotegidos, tuvieron que lidiar con la velocidad de Alexis y Lautaro, quienes enseñaron los dientes en cada acción.
Así, el Inter sorprendió a su rival desde el inicio, a los 2 minutos de juego. Un error entre Busquets y De Jong le dejó el balón a Lautaro, que se fue de Lenglet y se internó en el área para rematar cruzado ante Ter Stegen. Un golazo para abrir la cuenta y marcar el guión. A diferencia de los de Conte, los azulgrana estaban tambaleantes en la salida e imprecisos en el pase.
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Los locales, de paso, se perdían en la trampa del Inter. Sin profundidad por las bandas, con Griezmann tieso en la izquierda y poco de Sergi Roberto, la tendencia del equipo de irse por el centro hacía que le costara crear ocasiones claras de gol. De hecho, las más claras llegaron con algún desborde de Semedo o del propio Roberto, como un cabezazo de Griezmann que se fue fuera.
En cambio, el Inter cada vez que llegaba lo hacía con peligro para Ter Stegen, que de nuevo se vistió de héroe al tapar un cabezazo de Lautaro tras el cobro de un córner. También Barella pudo firmar el segundo, pero su remate en el corazón del área se le fue muy arriba. Con cada ocasión fallada por los suyos, Conte se lamentaba en el banquillo.
Suárez, por dos
Para el segundo tiempo, Valverde decidió mover el banquillo y sacó a Busquets por Arturo Vidal. La entrada del chileno modificó la estructura azulgrana: se juntaron más Arthur y De Jong, mientras que Arturo se ubicó por delante. Con el nuevo esquema, los azulgrana sufrieron menos en el repliegue y ganaron más al momento de atacar.
Así, el Barça ganó autoridad, comenzó a rodear al Inter, que ya no salía con tanta rapidez ni con tanta precisión. Se iba cocinando el empate, que llegó al minuto 58: Vidal picó el balón para Suárez en la frontal del área y el uruguayo remató de primera, al segundo palo, ajustado y cruzado.
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El gol dejó claro que el escenario era otro y que los locales, ahora sí cómodos, iban a ir a por más. Salió Griezmann por Dembélé, y “el mosquito” tuvo el segundo en una de sus primeras pelotas: un disparo que se fue alto. Messi, que había estado algo discreto en la primera parte, comenzó a tener más protagonismo y el argentino fue clave para culminar la remontada.
Se internó en el área, frenó lo justo para deshacerse de la defensa y se la dio a Suárez, que controló justo para superar a Godín y rematar a la red al minuto 84. Sin duda, un gol que no solo significan tres puntos de oro en un grupo complicado sino que también simboliza que el equipo, a pesar de todo, mantiene su orgullo.
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