La obra de Bárbara Fluxá aborda las paradojas entre las prácticas industriales y su capacidad de generar ecosistemas naturales industriales mientras que la de Lucía Loren se enfoca en la recuperación de prácticas y saberes tradicionales que han conseguido una relación equilibrada con su entorno, dos maneras diferentes de tratar cómo el ser humano se relaciona con la naturaleza generando paisajes culturales. Los procesos físico-químicos vinculados con el agua son otro de los hilos conectores que une los trabajos de ambas artistas.
En este sentido, en la instalación multidisciplinar El capítulo del mar (Na-Cl+H2O), Bárbara Fluxá propone un viaje a las distintas zonas de las salinas del Mediterráneo, donde se extrae sal a partir de la explotación del agua de mar, como un territorio complejo donde coexisten a un mismo tiempo lo natural, lo industrial, lo urbano y lo cultural.
La instalación audiovisual central del proyecto está conformada por muebles, piezas escultóricas, fotografías y dibujos de cierto carácter etnográfico en las que muestra las materias naturales que podemos encontrar en este tipo de paisajes.
«Sin industria minera no hay parque natural»
“Las salinas son una industria minera y quiero señalar que sin industria no hay parque natural, esa es la paradoja de estos paisajes: cómo la actividad extractiva minera de las industrias salineras convierte este territorio en un paisaje natural protegido por la gran riqueza y diversidad ecológica de aves, fauna y flora –sostiene Bárbara Fluxá–. Se trata de poner en valor que hay maneras de colaborar con lo natural sin necesidad de exterminar”.
Artista multidisciplinar, doctora, investigadora y docente de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid, Barbara Fluxa (Madrid, 1974) es especialista en nuevas estrategias y practicas artísticas contemporáneas en torno a la crisis sistémica medioambiental y las relaciones actuales entre humanidad, tecnología y naturaleza.
Su obra pretende visibilizar la instrumentalización occidental del espacio naturaleza y propone un nuevo imaginario del paisaje que problematice la era del Antropoceno en la que vivimos. Sus propuestas, en su mayoría producidas mediante un lenguaje artístico multidisciplinar, poseen cierta estética investigativa propia de las sinergias actuales entre arte y ciencia.
Una urdimbre de relaciones protectoras
Por su parte, Lucia Loren expone varias instalaciones que giran en torno a la pérdida del suelo en los procesos de erosión. Entre ellas se encuentra Cubierta vegetal, un círculo de raíces cosidas que queda suspendido en el aire, mostrando la cohesión de su trama protectora. Cada raíz resuena dentro de una estructura fractal que enlaza lo micro con lo macro, en una urdimbre que visibiliza la complejidad de las relaciones sistémicas.
El resto de piezas, entre esculturas, instalaciones y fotografías, son una reflexión sobre la importancia de mantener o recuperar está cubierta vegetal. Proponen metáforas regenerativas que se inspiran, por un lado, en “las estrategias adaptativas que desde el mundo vegetal se han desarrollado para reconstituir el suelo” y también en los “procesos colaborativos que alientan relaciones de cooperación entre especies y en relación con nuestro entorno”.
Artista, profesora universitaria y activista, Lucia Loren (Madrid, 1973) se centra en torno a las prácticas de arte contemporáneo que integran una reflexión socioambiental de nuestra relación con el territorio. Articula praxis colaborativas, procesos de intervención social e integra estas experiencias en contextos educativos inclusivos.
Dentro de su actividad artística, bajo el binomio arte y ecología, ha realizado intervenciones especificas en numerosos entornos naturales de España, EE UU, Italia, Andorra, Polonia, Holanda, Suiza, Argentina, Sahara Occidental. A Loren le interesa visibilizar las interacciones ser humano/paisaje que han conseguido una relación respetuosa con el medio. En muchas ocasiones, el proceso de trabajo se convierte en un espacio abierto a la participación de la población del lugar. Un intercambio de experiencias y conocimientos con la población rural.
ELEMENTOS ECOSISTEMICOS OCULTOS
La exposición se compone de fotografía, video, dibujo y esculturas que encuentran un nexo común en la utilización de materiales naturales procedentes de los lugares referenciados en las piezas. En el caso de Fluxá, su trabajo está conectado con investigaciones científicas y la idea de experimentar desde lo material, mientras que el de Loren revaloriza una cultura material cíclica respetuosa con los propios recursos del territorio.
Ambos proyectos buscan visibilizar elementos ecosistémicos que no son evidentes a primera vista, que se encuentran bajo la superficie de los paisajes. Loren trabaja con raíces, con lo que ocurre debajo de la capa terrestre, Fluxá con mundos subacuáticos. En definitiva, Producir mundo entre redes y marañas nos propone, a través de una mirada relacional, ver el paisaje como esa maraña de organismos, ecosistemas y ciclos geoquímicos que conforman la Tierra.
Sus instalaciones multidisciplinares ponen el foco en promover y reivindicar esa trama de interdependencias, una red de creatividad expandida entre humanos y no humanos que ahora, más que nunca, debemos mantener en equilibrio. La muestra ira acompañada de un catálogo con textos de la comisaria e investigadora Soledad Gutiérrez.