La recuperación de la economía de España, para salir de la peor fase de la recesión, será más lenta de lo previsto, debido al resurgimiento de los casos de coronavirus, que ha lastrado la actividad en el tercer trimestre. Para 2020 la contracción alcanzará más de un 10% y el crecimiento no llegará al 8%.
Estas estimaciones forman parte del más reciente informe del Banco de España en el cual recortó sus anteriores perspectivas, y apunta a una mayor ralentización de la economía. El organismo presidido por Pablo Hernández de Cos indicó que sus nuevas proyecciones se basan en dos escenarios. Uno de brotes localizados y más pequeños. En el otro se produciría un confinamiento más amplio.
Depende los escenarios
El primer escenario traza una recuperación temprana con rebrotes que requerirán medidas de contención limitadas que solo afectarán de forma directa al ocio y a la hostelería. En este caso habría un repunte de la actividad económica del 7,3% en 2021 y del 1,9% en 2022.
El producto de la economía registraría un descenso del 10,5% en media anual en 2020. El total de horas trabajadas experimentaría un descenso muy pronunciado en el promedio de 2020, que ascendería al 11,9%.
El segundo escenario se basa en rebrotes de más intensidad y de mayor alcance que implicarían medidas más severas y afectarían a otras ramas de actividad más allá de los servicios de interacción social. Entonces, el repunte sería del 4,1% en 2021 y del 3,3% en 2022.
La caída de la economía llegaría hasta el 12,6%. El descenso de horas trabajadas en el promedio de 2020 sería de 14,1%.
Una lenta recuperación
El ente regulador prevé una recuperación del PIB en el tercer trimestre, con un crecimiento de del 13,0% en el segundo escenario y del 16,6% intertrimestral en el primero. Esto tras una histórica caída del 18,5% en abril-junio, el mayor descenso trimestral en los registros de la economía española debido al efecto de la pandemia de COVID-19.
Estima ahora que la economía de España se contraiga entre un 10,5% (primer escenario) y un 12,6% (segundo) en 2020. Se espera que el crecimiento del PIB en 2021 sea de el 4,1%, en el segundo escenario y del 7,3% en el primero. Ambos están por debajo del 9,1% que preveía en sus estimaciones de junio.
Para 2022 la previsión es ahora de entre el 1,9% y el 3,3%, frente al 2,1% que calculaba antes.
En lo que respecta a la deuda pública, que se está elevando debido a los gastos del Estado par amortiguar el devastador impacto de las medidas para contener el virus en la economía, el Banco de España prevé que se eleve a entre un 116,8% y un 120,6% del PIB en 2020.
En cuanto a la inflación, deprimida por el menor consumo ante el aumento del paro y del ahorro de los hogares, se prevé que se mantenga estable en el tercer trimestre, en el -0,6%.
El paro podría alcanzar en 2021 entre el 19,4% y el 22,1% si desaparecen los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) al que todavía están sujetas 800.000 personas.
«En el tercer trimestre hemos asistido a una recuperación gradual aunque hemos constatado que la recuperación perdía intensidad conforme avanzaba el trimestre», ha explicado en un encuentro con medios el director general de economía y estadística del Banco de España, Óscar Arce.
Un panorama sombrío
«Las perspectivas de la economía de España están rodeadas de una elevada incertidumbre, ligada fundamentalmente al curso de la pandemia», reconoció la institución en su informe trimestral.
«En los escenarios descritos, los riesgos para el crecimiento económico están orientados a la baja a lo largo de todo el horizonte de proyección», destaca el informe. Para el instituto, no se puede descartar que, en los próximos trimestres, se materialicen desarrollos epidemiológicos más desfavorables que los considerados en el segundo escenario.
El Banco de España considera que tampoco puede descartarse que, a pesar de las medidas desplegadas para hacer frente a la crisis sanitaria actual, «el deterioro en el potencial de crecimiento de la economía pueda ser más acusado que el contemplado en los escenarios descritos».
Además, existen otros riesgos relevantes procedentes del entorno exterior, como son la posibilidad el brexit pueda culminar sin un acuerdo, así como de una eventual intensificación de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. Estos hechos ya habían tenido un efecto negativo de la economía, aún antes de la llegada de la pandemia a España.
El Banco destaca la importancia de la puesta en marcha del plan de recuperación europeo dotado con 140.000 millones de euros para España, cuyos efectos no se incluyen en las previsiones, pero que podrían ser «potencialmente relevantes» en el repunte de la economía.
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