Los sectores más afectados por la crisis del coronavirus serán la hostelería, la restauración, el transporte y el ocio. En consecuencia, la crisis hundirá más la economía de España que la de otros países del entorno. Estos sectores en caída libre representan el 9% del PIB en la eurozona, pero su peso es del 13% en España.
Las previsiones del Banco de España apuntan a una caída histórica del PIB de entre el 9% y el 15,1% en el conjunto del año. El organismo maneja tres escenarios. Uno de recuperación temprana, otro de recuperación gradual y otro de riesgo por un potencial rebrote y crisis financiera.
El paro alcanzará el 18,1% en el mejor de los casos, 4 puntos porcentuales más que en 2019. Llegará al 19,6% en el escenario de recuperación gradual. Se ubicará en el 23,6% en la peor opción.
Reformas estructurales
El órgano supervisor aboga por la puesta en marcha de una fuerte batería de reformas estructurales. De esta manera se podrá hacer frente tanto a los desafíos que tenía pendientes la economía española antes del estallido de la pandemia como a las emergencias que ha causado la crisis sanitaria.
Los más afectados
El hecho de que la crisis de la economía en España impacte más al comercio al por menor, la hostelería, educación, actividades artísticas y recreativas, las llamadas «industrias sociales», hará que los trabajadores más afectados por la crisis sean mujeres, jóvenes y rentas bajas, más propensos a emplearse en estas ramas.
La movilidad de los empleados más perjudicados por la crisis es, en general escasa, especialmente en la hostelería y el comercio. El informe dice que convendría no retrasar una posible reasignación de trabajadores, en previsión de un eventual repunte de la destrucción de empleo en los próximos meses.
Recuerda que con la crisis de la economía en 2008 los más perjudicados fueron los trabajadores del sector de las construcción. Además, en 2013 más de la mitad de los que se quedaron sin empleo permanecían desocupados. Solo un 23 % había conseguido trabajo en otra actividad.
Mejores políticas de empleo
Existe una fuerte incertidumbre sobre el porcentaje de empleados en ERTE que acabará recuperando su puesto. El Banco de España asegura que «en la coyuntura actual, la mejora de las políticas activas de empleo debe ser una prioridad».
Señala que la política económica debería favorecer la formación de los trabajadores afectados por ERTE. En algunos casos, y con determinadas condiciones, debería permitir compaginar esa situación con el trabajo en otros sectores o empresas.
A juicio de la entidad, la evolución de los ERTE dependerá no solo de sus ventajas económicas, sino también del desarrollo de la crisis sanitaria y de la capacidad de crecimiento y adaptación al nuevo entorno de cada sector y cada empresa. En esta situación tienen ventaja los sectores de manufacturas y las empresas de mayor tamaño.
Los trabajadores temporales
El informe también identifica entre los grandes perdedores de esta crisis a los trabajadores temporales. Con respecto al primer grupo, el 77,2% de los asalariados que han perdido su trabajo desde que arrancó la crisis eran temporales. Para este cálculo, el Banco de España toma como base los datos de reducción de la afiliación.
No es de sorprender que esto ocurra en una crisis, señala la entidad. De hecho, entre julio de 2008 y mayo de 2009 el 92% de los trabajadores que perdieron su empleo en España tenían un contrato temporal. En el contexto actual, esto se puede agravar, advierte.
El problemas es que los sectores más afectados por la crisis sanitaria son los que presentan una mayor tasa de eventuales. El turismo está al frente. En concreto, España lidera la temporalidad en Europa, con una tasa del 25,2% frente al 13,9% del resto de la Eurozona: «La crisis actual ha vuelto a poner de relieve los problemas que genera una excesiva temporalidad en el empleo, no solo en términos de las dinámicas del mercado laboral, sino también en cuanto a la evolución de la desigualdad».
Soluciones laborales
«En este sentido, los mecanismos contractuales que evitan fuertes discontinuidades en el grado de protección del trabajador, en función del tipo de contrato que tenga en cada momento, constituyen una opción interesante para afrontar esta importante disfuncionalidad de nuestro mercado laboral», plantea.
«En particular, figuras como la de los contratos con costes de despido crecientes pueden ser un buen punto de partida en el debate sobre el diseño de un nuevo marco regulatorio».
«También merecen atención aquellos modelos mixtos que combinan la posibilidad de acumular por anticipado una parte de los costes de despido en un fondo (a modo del tipo de la ‘mochila austríaca’) mientras el trabajador mantiene el empleo con una indemnización en caso de despido de cuantía creciente en función de la experiencia acumulada», agrega.
Reforma fiscal
Entre las medidas que el Banco de España ha reclamado para afrontar la crisis en la economía destaca un plan fiscal. «Si bien en el corto plazo la respuesta fiscal a esta crisis debe ser expansiva, en el medio plazo es necesario acometer reformas de calado para reducir el endeudamiento público y reconstruir márgenes para la actuación de la política fiscal ante futuras perturbaciones negativas», indica el informe.
Concretamente, el Banco de España cree que «convendría avanzar en el diseño y anuncio de un plan de consolidación fiscal a medio plazo suficientemente detallado, para su aplicación, una vez que se haya superado la actual crisis y se haya consolidado una senda robusta de recuperación».
«En ausencia de un esfuerzo fiscal, la ratio se situaría, incluso en el mejor de los escenarios, por encima del 110% del PIB en 2030». Sin embargo, con un esfuerzo fiscal estructural en línea con los requerimientos del Programa de Estabilidad y Crecimiento (PEC), se reduciría la ratio por debajo del 100% nuevamente.
Medidas estructurales
Para el BdE «esta reducción sería más eficiente si el esfuerzo fiscal va acompañado de medidas estructurales que aumenten el producto potencial de la economía». Por esta razón aconseja al Gobierno que elabore un plan fiscal a medio plazo con medidas de ajuste. Entre otras, recomienda subir los tipos reducidos del IVA y los impuestos especiales -sobre todos los medioambientales– y revisar el Impuesto de Sociedades.
Este esfuerzo tendría el objetivo de aumentar la recaudación y poder retomar la senda de crecimiento económico anterior a la pandemia. Para ello también pide que la Autoridad Fiscal (AIReF) realice una revisión del gasto público. Sugiere además reformar la Seguridad Social para que el sistema de pensiones sea sostenible a largo plazo. «Hay que recalibrar la cesta de impuestos para hacerla más favorecedora al crecimiento», agrega el informe.
Un plan de crecimiento
Finalmente, el Banco de España apuesta por un plan que propiciar el crecimiento de la economías tras la crisis. «La respuesta de la política económica debería incluir una estrategia de crecimiento de medio plazo, integral, ambiciosa y sustentada en amplios consensos», señala el informe.
«Los retos que condicionan las perspectivas de crecimiento de la economía española y el bienestar de nuestra sociedad están estrechamente relacionados entre sí y tratar de resolver algunos de ellos de forma aislada no es ni factible ni conveniente», agrega.
«Por ello, se necesita una estrategia bien planificada en la que se valore el impacto que puede tener cada decisión de política económica en múltiples dimensiones y se alcancen equilibrios entre distintos objetivos que no siempre son compatibles de forma simultánea».
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