Por Benito Guerrero
22/12/2017
Libertad y creatividad se dan cita bajo la calle Atocha, en el club Bala Perdida.
En la cueva urbana ubicada bajo el Hotel Axel Madrid, donde exquisiteces en forma de cócteles, snacks y música invitan a la jarana.
También lo hacen los ritmos de las sesiones de djs residentes e invitados.
Entre ellos se cuentan Mooseekaa, Sofía Cristo aka Sofic, Mr.Chank, Alex de Juan y Laura Petter&Carlos Bayona.
«Bala Perdida» es nuevo proyecto de Grup Iglesias en la capital.
Éste nace tres meses después de la apertura en la planta superior de Las chicas, los chicos y los maniquís.
Su plato fuerte es encabezado por una carta de cócteles de autor y snacks creativos.
La carta de tarde se orienta a afterworks que se alargan y en los cuales se despierta el apetito justo e idóneo.
Y para esa hora tienen dispuestos snacks propios dulces o salados.
Aceitunas esferificadas, los turrones de foie al vinagre de Módena, las cortezas de cerdo con maíz y cilantro, las minipizzas de parmesano y tomate, el pan de gambas picantes, las palomitas con frutos rojos o los macarons de vainilla forman parte de la propuesta.
Asimismo, los cócteles creativos poseen como denominador común la atención por ingredientes naturales.
Cada uno de ellos exprimidos o transformados manualmente y la selección de destilados premium.
A destacar tres cócteles como son el Mari Carmen, Tiro loco y el que lleva el nombre de Miguel de Molina, el cual rinde tributo al artista de la copla, quien según cuenta el historiador Manuel Francisco Reina actuó entre las mismas vigas cuando el inmueble alojó un local clandestino de variedades muy conocido por el público gay en época franquista.
En la carta de clásicos revisitados también se apuesta por cócteles sin alcohol, aptos para cualquier paladar y circunstancia, como el icónico Shirley Temple o las versiones Not so Cosmo y Mockhito.
Los que disparan la Bala Perdida
El proyecto rescata y restaura una cueva urbana subterránea con muro de ladrillo original visto, dividida en dos bóvedas de ambiente lisérgico, donde los colores del fuego y el juego de los LED envuelven las zonas más oscuras.
Los responsables del proyecto son El Equipo Creativo, de igual forma que en el resto del inmueble, brigada ya experimentada con Grup Iglesias en Tickets*, Pakta* y Bellavista del jardín del norte en Barcelona; así como merecedores del Premio al Mejor Bar del Mundo por su trabajo en el Blue Wave de Barcelona, codiciado galardón de los Restaurant & Bar Design Awards, considerados lo Óscars del diseño interior.
La identidad visual corre a cargo del estudio barcelonés El Gallinero, quienes han conceptualizado y desarrollado también la dirección artística de Axel Hotel Madrid y Las chicas, los chicos y los maniquís.