Unas 7.000 personas están aisladas. Las guarderías cerradas al igual que las escuelas, después del brote que se presentó en una empresa cárnica en Renania del Norte-Westfalia. El brote del coronavirus en Tönnies, donde unos 1.500 trabajadores resultaron positivos a la COVID-19, ha puesto una vez más en la mira la seguridad sanitaria en este tipo de industria.
Un grupo de investigadores canadienses y británicos dirigidos por Quentin Durand-Moreau de la Universidad de Alberta llegó a la conclusión de que hay una serie de factores que impulsan la supervivencia del SARS-CoV-2 por las condiciones de trabajo.
La temperatura a la que se enfría la carne, que es inferior a los 12 grados, las pocas posibilidades de distanciamiento social, el esfuerzo físico que puede llevar a la gente a sudar y a no usar mascarillas para respirar mejor y el gritar para hacerse escuchar ante el ruido del lugar se convierten en caldo de cultivo para que el virus se propague.
«La necesidad de levantar voces para superar el ruido podría aumentar la transmisión de SARS-CoV-2. Además, en los trabajos bajo esas condiciones las personas pueden estar bajo presión para continuar con su labor a pesar de los síntomas de la enfermedad. Las medidas de higiene actualmente requeridas no están en los mataderos», advirtió Isabella Eckerle, directora del grupo de investigación Virus emergentes de la Universidad de Ginebra.
Además de esto hay otro factor: el sistema de refrigeración circular que hace que el virus recorra la sala y vuelva al punto inicial. Si no hay filtros adecuados se esparce sin mayores problemas.
Sistema de refrigeración circular
Después de recorrer la planta, el experto en higiene Martin Exner, de la Universidad de Bonn, cree que lo ocurrido en la empresa de carne Tönnies se pudo originar en el área de corte, porque allí las personas se paran en las líneas de montaje y deben hacer un trabajo físico pesado con cuchillos y el aire de la habitación debe enfriarse constantemente de ocho a 10 grados para reducir los gérmenes.
Sostiene que por el sistema de enfriamiento existente las partículas infecciosas circulan en vez de caer al piso y no hay un adecuado sistema de filtrado, por lo que los agentes contaminantes pasan de una habitación a otra.
Exner señala a Der Spiegel que tan pronto como haya un empleado enfermo, la probabilidad de infección es particularmente alta. Pese a que las mascarillas pueden filtrar las micropartículas, “con este trabajo tan pesado, las máscaras son extremadamente cansadoras y pueden provocar dificultad para respirar”.
Una opción para resolver el problema de recirculación del aire está en el uso de dispositivos móviles con filtros de alto rendimiento. «Los cirujanos ya están usando tales filtros de gérmenes en quirófanos para mantener bajo el riesgo de infección».
No obstante, en el caso de los trabajadores de la industria cárnica necesitan máscaras especiales que además de filtrar permitan un fácil suministro de aire por lo extenuante de su trabajo físico.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) ha señalado que existen investigaciones que han evaluado la viabilidad y el tiempo de supervivencia del SARS-CoV-2.
“En general, los coronavirus son muy estables en estado de congelación, según estudios previos de otros coronavirus conocidos, que han demostrado supervivencia hasta dos años a -20° C”.
Pruebas obligatorias en industria cárnica
Este lunes, el Ministerio de Trabajo y Salud de Renania del Norte-Westfalia anunció que las empresas cárnicas con más de 100 empleados tendrán que evaluarlos al menos dos veces por semana a su propio costo para detectar el coronavirus, a partir del 1 de julio.
«Solo las personas que se someten a pruebas de infección del SARS-CoV-2 por métodos de PCR al menos dos veces por semana, a expensas del agricultor, pueden ser utilizadas en la producción si el resultado de la prueba es negativo”.
La evaluación debe ser realizada por un laboratorio reconocido y los resultados mantenerse en la empresa, que están obligadas a recopilar los nombres y direcciones de todo el personal, con el fin de que esté a disposición de las autoridades en caso de necesidad.
«Los incidentes en Coesfeld y Gütersloh muestran que aparentemente el virus de la COVID-19 puede propagarse particularmente bien bajo las condiciones de un matadero o una empresa de procesamiento de carne», dijo el ministro de Trabajo y Salud, Karl-Josef Laumann.
Sostuvo que era necesario fortalecer significativamente la protección contra infecciones una vez más. La detección temprana y el seguimiento de la persona contacto son claves.
«No puede ser el caso de que en caso de un brote, las autoridades locales tengan que hacer un seguimiento por días sobre la información de personal».
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