El calentamiento global no obedece solo a las emisiones de gases de efecto invernadero y otras incidencias adversas de la acción del hombre. Un fenómeno particular de calentamiento repentino, fuerte y temporal, llamado The Blob, está apareciendo en algunos océanos y removiendo la inquietud de los investigadores por conocer sus causas. Este extraordinario calentamiento de los océanos es el resultado de una importante limpieza de la contaminación del aire en China.
Los científicos saben que es un fenómeno reciente y con características diferentes. The Blod se detectó por primera vez en 2013, con una contundente cresta de alta presión en el Océano Pacífico que creó una masa de agua más cálida de lo normal. Esta masa de agua estaba a unos 4 ºC por encima del promedio (dependiendo de la ubicación y la fecha) y se extendía por más de 1609 kilómetros de ancho, entre los continentes norteamericano y asiático. En más de 90 metros de profundidad.
Esta masa de agua cálida estuvo en el Golfo de Alaska durante 2015-2016, cuando se experimentó la mayor extinción registrada del ave marina Arao Común. Actualmente se observan tres grandes parches: uno en el mar de Bering; otro frente a la costa de California/México; y uno último frente a las costas de Canadá, Washington y Oregón.
Por ejemplo, la vasta extensión de océano que se extiende desde Alaska hasta California se calienta periódicamente hasta 4 grados Celsius, diezmando las poblaciones de peces. Matando de hambre a las aves marinas, creando floraciones de algas tóxicas, impidiendo el regreso del salmón a los ríos. Así como desplazando a los leones marinos y obligando a las ballenas a en rutas marítimas para encontrar comida.
La contaminación del aire y el calentamiento de los océanos
Los científicos no han podido explicar este abrupto calentamiento de los océanos. Consideran que el cambio climático, incluso combinado con ciclos naturales como El Niño, no es suficiente.
Pero un nuevo análisis -publicado en PNAS– sugiere una causa inesperada y paradójica. Xiaotong Zheng, meteorólogo de la Universidad Oceánica de China, y sus colegas internacionales sostienen que este extraordinario calentamiento de los océanos es el resultado de una dramática limpieza de la contaminación del aire en China.
La disminución de las partículas de smog, que protegen al planeta de los rayos del sol, ha acelerado el calentamiento y desencadenado una cadena de fenómenos atmosféricos en todo el Pacífico que, de hecho, han cocinado el océano, reseña Yale Environment 360.
Otros investigadores consultados por la publicación de la Escuela de Medio Ambiente de Yale consideran que el hallazgo, tiene implicaciones potencialmente críticas para el clima futuro en el Pacífico y otros lugares. Las emisiones de las diminutas partículas que causan el smog, conocidas colectivamente como aerosoles, están disminuyendo en la mayor parte del mundo. Excepto en el sur de Asia y África.
A los científicos les preocupa que las limpiezas calienten la atmósfera global y provoquen olas de calor oceánicas regionales más intensas.
Yangyang Xu, científico atmosférico de la Universidad Texas A&M que no participó en el estudio, dijo que éste muestra que “las reducciones de aerosoles perturbarán el sistema climático de maneras que no hemos experimentado antes. Nos dará sorpresas”.
Incluso es posible que eso ya esté sucediendo. Algunos investigadores argumentan que la excepcional ola de calor que se extendió por el Atlántico Norte desde la primavera 2023 hasta abril de este año, pudo haber sido provocada por los esfuerzos para reducir las emisiones de aerosoles de los barcos que cruzan esa zona.
Doble impacto en el calentamiento global
La idea de que limpiar la contaminación del aire pueda empeorar el calentamiento de los océanos parece contradictoria. Pero las pequeñas partículas suspendidas en la atmósfera, conocidas colectivamente como aerosoles, son muy diferentes de los gases de efecto invernadero. En lugar de calentar el planeta atrapando la radiación solar, lo protegen dispersando la luz solar entrante y, a veces, creando nubes.
No permanecen en el aire más de unos pocos días. Pero los modelos climáticos calculan que mientras están allí, evitan hasta un tercio del calentamiento del invernadero.
Sin embargo, en los últimos años esta influencia refrescante ha comenzado a disminuir en gran parte del mundo. Gracias a la legislación sobre aire limpio destinada a proteger la salud pública, las emisiones de aerosoles se han reducido en Europa y América del Norte desde los años 1980. Y durante la última década, lo mismo ha sucedido en China. Los estrictos controles gubernamentales sobre las industrias sucias, introducidos por Xi Jinping en 2013, han reducido las emisiones totales de aerosoles en un 70%, según Zheng.
A nivel mundial, ahora hay menos aerosoles antropogénicos en el aire en cualquier momento dado que durante décadas. Susanne Bauer, modeladora climática del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA, dice que este es un “punto de inflexión en la era de los aerosoles”. Y ocurrió en la primera década de este siglo y parece que continuará a medida que más países busquen desterrar el smog.
Como resultado, señalan los científicos, la máscara de aerosol se está deslizando, provocando un aumento del calentamiento global en muchas regiones. «Actualmente estamos experimentando un calentamiento global impulsado por los gases de efecto invernadero, potenciado por la eliminación de aerosoles», afirma Ben Booth, de la Oficina Meteorológica del Reino Unido.
Burbuja cálida en e Pacífico
El estudio indica que las disminuciones previstas en el enfriamiento de los aerosoles ya se tienen en cuenta en las proyecciones del calentamiento global futuro del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático. Pero los nuevos hallazgos de Zheng sobre la causa de la burbuja cálida en el Pacífico sugieren que también podemos esperar más y mayores sorpresas climáticas regionales.
La respuesta está en el hecho de que los aerosoles no permanecen en el aire el tiempo suficiente para mezclarse completamente en la atmósfera. De modo que las limpiezas nacionales de la contaminación crearán mapas radicalmente nuevos de distribución de aerosoles.
Algunas áreas se calentarán más que otras. Y este calentamiento diferencial tiene el potencial de desestabilizar los patrones de circulación atmosférica, que en gran medida son impulsados por el calor. Esto es lo que parece haber estado sucediendo en el noreste del Pacífico, afirma Zheng. El experto y Hai Wang, también de la Universidad Oceánica de China, modelaron los probables impactos en los sistemas de circulación de la reciente limpieza del aire sobre el este de China. Descubrieron que la limpieza del aire del país causaba calentamiento atmosférico excepcional a favor del viento sobre el Pacífico.
Esto alteró las presiones del aire e intensificó la Baja Aleutiana, un área semipermanente de baja presión en el Mar de Bering. Esto, a su vez, redujo la velocidad del viento más al este, limitando la capacidad de los vientos para enfriar el océano. Y proporcionando «una condición favorable para el calentamiento extremo del océano».
Zheng y sus colegas advierten que los hallazgos son un presagio de futuros eventos de burbujas calientes “desproporcionadamente grandes”.