Poco tardó la crítica internacional en hacer efecto. En apenas una semana logró que el presidente de Azerbaiyán reculara y designara 12 mujeres en el comité organizador de la COP29. Serán una especie de apóstoles de la igualdad de género en la cumbre del clima. Desde la selección de la sede estalló la polémica. Por normas de la ONU, la presidencia rotatoria correspondía a Europa del este. Como la decisión debe ser unánime generó tensiones.
Rusia bloqueó a los países de la UE, mientras que Azerbaiyán y Armenia se encontraban en un punto muerto, bloqueándose mutuamente. Lo que llevó a los observadores a preocuparse ante la posibilidad de que no se alcanzara el consenso. Se necesita un país con la capacidad financiera y las instalaciones necesarias para albergar la conferencia. Finalmente, Armenia decidió retirar su oferta y apoyar a Azerbaiyán. Se resolvió el impasse.
El país de 10 millones de habitantes ubicado en la frontera entre Europa oriental y Asia occidental tiene una economía dependiente de los combustibles fósiles. Según la Administración de Comercio Internacional del gobierno de Estados Unidos la producción de petróleo y gas representó casi la mitad de su PIB y más del 92,5% de sus ingresos por exportaciones el año pasado.
Entre los ambientalistas existe la percepción de que los COP han sido secuestradas por los intereses de los combustibles fósiles. Es el segundo año consecutivo en el que la sede es un país petrolero. Quien la preside, como en la cumbre del 2023, es un ejecutivo que proviene de las filas de las industrias fósiles.
29 hombres y 12 mujeres
El presidente de Azerbaiyán, en un notable cambio de rumbo, incorporó a 12 mujeres al comité organizador de la cumbre mundial sobre el clima COP29. Que se celebrará entre el 11 y el 22 de noviembre de 2024 en Bakú, la capital del país. La decisión llega tras las críticas recibidas por la composición inicial del comité, integrado exclusivamente por hombres. La cual fue tildada de “regresiva” por el grupo de campaña She Changes Climate.
Entre las nuevas incorporaciones se encuentran Umayra Taghiyeva, viceministra de Ecología y Recursos Naturales; Mariana Vasileva, viceministra de Juventud y Deportes; Sabina Aliyeva, comisaria de Derechos Humanos; Aygun Aliyeva, directora ejecutiva de la Agencia Estatal de Apoyo a las Organizaciones No Gubernamentales de Azerbaiyán.
Además, se incorporan Ilhama Gadimova, comisaria de Derechos Humanos de Azerbaiyán, y Bahar Muradova, presidenta de la Comisión Estatal de Problemas de la Familia, la Mujer y la Infancia. También se unen dos diputadas del partido presidencial, Sevinj Fataliyeva y Nigar Arpadarai. El comité organizador de la cumbre climática incorporó además a un nuevo miembro, Emin Amrullayev, actual ministro de Ciencia y Educación de Azerbaiyán.
Equidad de género es crucial
Christiana Figueres, quien fuera responsable de la ONU para el clima durante la firma del histórico acuerdo de París en 2015, había calificado como “chocante e inaceptable” la composición exclusivamente masculina del comité. Elise Buckle, cofundadora de She Changes Climate, opina que aún se está lejos de un equilibrio de género 50:50. La brecha de género en el liderazgo climático tiene implicaciones preocupantes para la justicia y acción climática efectiva de la COP29.
La falta de representación de género en la COP no sólo persiste, sino que ha empeorado desde la pandemia. En la COP27, las mujeres representaron el 35% de los delegados nacionales, un ligero descenso con respecto al 38% en la COP24 cuatro años antes. La paridad de género puede ser una dificultad general para Azerbaiyán. Pero el comité COP29 debe aprovecharse como una oportunidad para demostrar que el país comprende el reto climático y su voluntad de tomar decisiones basadas en las pruebas disponibles.
Para los ambientalistas la ausencia total de mujeres en el comité era inexcusable. Revelaba la brecha de género que sigue existiendo en el liderazgo climático. Un comité de COP29 exclusivamente masculino implicaba que solo se consideraran las perspectivas de los hombres en la toma de decisiones. Una limitación de las dinámicas de género tanto en las consecuencias del cambio climático como en las propuestas de soluciones. Una crisis como la del clima y requiere diversidad en todos los niveles.
Sordos a otras críticas
A pesar de los recientes cambios en la composición del comité, Azerbaiyán no ha abordado las críticas sobre la influencia de la industria de los combustibles fósiles en la organización del evento. La omisión ha generado preocupaciones sobre el compromiso del país con la transición hacia una economía más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
El comité COP29 está compuesto en su mayoría por ministros o funcionarios del gobierno. Incluido el jefe del servicio de seguridad del Estado y el director de la red estatal de distribución de gas de Azerbaiyán. La COP29 será la segunda cumbre climática de la ONU organizada de manera consecutiva por un Estado petrolero. Tras la COP28 en los Emiratos Árabes Unidos y la COP27 en Egipto.
El presidente designado para la COP29 es Mukhtar Babayev, ministro de Ecología y Recursos Naturales. Trabajó durante 26 años en la Compañía Estatal de Petróleo de la República de Azerbaiyán (Socar). Su papel será crucial para reunir a los países e impulsar la acción climática.
Azerbaiyán aumenta producción
A pesar de ser el anfitrión de las negociaciones de la ONU sobre el clima este año, Azerbaiyán planea aumentar su producción de combustibles fósiles en un tercio durante la próxima década, según un análisis compartido con The Guardian. Implica que el anfitrión de la COP29 la incrementará en unos 12.000 millones de metros cúbicos (bcm) anuales.
Azerbaiyán posee uno de los mayores yacimientos de gas del mundo, Shah Deniz, en el mar Caspio. Según datos facilitados por el grupo de campaña Global Witness a los analistas de Rystad Energy se espera que el país extraiga 411.000 millones de metros cúbicos en los próximos 10 años. Un periodo crucial en el que los líderes mundiales deben reducir la producción de combustibles fósiles para limitar el calentamiento global. Supondría la emisión de 781 millones de toneladas de dióxido de carbono, más del doble de las emisiones anuales del Reino Unido.
En diciembre del 2023, el presidente Ilham Aliyev, declaró que el país “avanza con confianza hacia el objetivo” de duplicar sus exportaciones de gas a Europa para 2027. También exporta gas a Turquía y Georgia. El gobierno de Azerbaiyán espera llenar el vacío en el suministro de gas a Europa que dejó Rusia tras su invasión de Ucrania hace casi dos años.
El menos idóneo
Tras una carrera de 26 años en la compañía de petróleo y gas Socar, Mukhtar Babayev fue designado ministro de Ecología y Recursos Naturales de Azerbaiyán en 2018. Ahora preside la COP29. Su nombramiento es cuestionado, por su paralelismo con la designación de Sultan Al Jaber para presidir la cumbre del clima COP28 en Dubái, mientras seguía en su cargo de director ejecutivo de la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dabi. En esa ocasión 450 organizaciones solicitaron a la ONU su destitución por el evidente conflicto de intereses. Petición que fue ignorada.
Luego surgió la polémica por la ausencia de mujeres en el comité organizador. Que se enmendó con la incorporación de las 12 mujeres. Aunque el gobierno no comentó el motivo del cambio. Quienes conocen el país creen que la paridad de género puede ser una dificultad general para Azerbaiyán. El país tiene una de las peores brechas de género de la región.
Las organizaciones de la sociedad civil destacaron que Azerbaiyán tiene un historial deficiente en materia de derechos humanos. Según el Índice de Libertad, una clasificación realizada por una ONG con sede en Estados Unidos, el país figura como “no libre”, con una puntuación de 9/100 en derechos políticos y libertades civiles. El régimen de Ilham Aliyev se ha vuelto cada vez más represivo en los últimos años y la oposición política ha sido prácticamente eliminada.
Más preocupante es que el jefe de los servicios de inteligencia del país, Ali Naghiyev, es uno de los integrantes del comité organizador de la COP29. Los críticos han advierten además que los intereses de Azerbaiyán en los combustibles fósiles han desempeñado un papel directo en la financiación de la agresión militar contra los armenios étnicos en el disputado territorio de Nagorno Karabaj.
Banderas rojas por todos lados
Para los ambientalistas y la comunidad científica resulta decepcionante tener que seguir señalando la necesidad de que los afectados por las decisiones formen parte del proceso. Cada una de las decisiones tomadas para COP29 tendrá importantes repercusiones futuras para las mujeres, los jóvenes y las minorías. No obstante, se les margina de la toma de decisiones. Un asiento en la mesa es una petición mínima. Aunque hay una diferencia entre representación y participación.
Que países cuyas economías dependen de los combustibles fósiles organicen las cumbres climáticas se está convirtiendo en una tendencia alarmante. Porque los combustibles fósiles no sólo se utilizan como armas contra la humanidad, también están incitando a la hostilidad entre muchas naciones gobernadas por líderes dependientes del petróleo.
Resultan por demás preocupante que las conferencias sobre el clima se realicen en países donde los derechos humanos han sido violentamente oprimidos. Se atenta contra el derecho de la sociedad civil a expresar sus puntos de vista, al limitar, restringir o prohibir las manifestaciones. En cambio es evidente la presencia cada vez mayor de los lobistas de la industria fósil. En la próxima cumbre del clima abundan las banderas rojas y la desesperanza. Para que COP29 genere algo de confianza y credibilidad entre la comunidad científica y los ambientalistas, se necesitarán verdaderos milagros.
Derechos de las mujeres y de las niñas
El 4 de julio de 2023, el Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer expresó su preocupación por las mujeres y niñas internamente desplazadas que sufrían limitaciones en el acceso a la educación, el empleo, la asistencia médica y la vivienda, y recomendó que Azerbaiyán eliminara las restricciones del Código Laboral del país que prohíbe a las mujeres acceder a 204 profesiones.