Por Virginia Hebrero (Efe)
Rusia comenzó este miércoles una intervención aérea en Siria en defensa del Gobierno de su aliado Bachar el Asad con el bombardeo de objetivos del grupo terrorista Estado Islámico (EI), poco después de que el presidente Vladímir Putin obtuviera la preceptiva autorización parlamentaria.
Por su parte, el presidente de la opositora Coalición Nacional Siria (CNFROS), Jaled Joya, aseguró que los bombardeos de Rusia en el norte de la provincia siria de Homs causaron la muerte de 36 civiles.
En varios tuits desde Nueva York, el jefe de la principal alianza de la oposición política siria, que asiste a la Asamblea General de la ONU, afirmó que las áreas atacadas por los aviones rusos «estaban libres del EI (Estado Islámico) y de Al Qaeda».
Joya ofreció, además, un desglose de víctimas por zonas: 17 fallecidos en la zona de Telbise; seis en Al Rastan; once en Al Zafarana, y uno en Al Mukaramiya y Al Ganto, respectivamente.
La decisión de Putin
«De acuerdo con la decisión del comandante supremo de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa, Vladímir Putin, aviones de la Fuerza Aérea rusa comenzaron operaciones con bombardeos precisos contra objetivos terrestres identificados del grupo terrorista Estado Islámico en Siria», informó el Ministerio de Defensa de Rusia.
Los objetivos de estos primeros bombardeos fueron «armamento pesado, nudos de comunicación, medios de transporte y arsenales de armas, municiones y materiales explosivos pertenecientes a los terroristas del EI», según un comunicado del ministerio.
Adelantándose a las posibles críticas occidentales, el líder ruso defendió la legitimidad de la intervención rusa con el argumento de que fue solicitada por Damasco, y señaló que la operación se prolongará mientras dure la «ofensiva» del Ejército sirio contra sus enemigos.
«Nosotros no nos metemos en este conflicto de cabeza. Para empezar, apoyaremos al Ejército sirio exclusivamente en su legítima lucha contra los grupos terroristas», dijo Putin durante una reunión del Gobierno.
Tal como había adelantado su jefe de gabinete, Serguéi Ivanov, el presidente subrayó que «ese apoyo se efectuará desde el aire, sin participación en operaciones terrestres».
El presidente también dijo que Rusia ha informado a «todos sus socios» de sus acciones en Siria, en especial a los países de Oriente Medio integrados en el centro de coordinación antiterrorista de Bagdad, creado recientemente por Rusia, Siria, Irán e Irak.
«La única vía acertada para combatir el terrorismo internacional, ya que tanto en Siria como en los países vecinos campan libremente precisamente los grupos terroristas internacionales, es actuar de manera preventiva», señaló.
Se debe «combatir y liquidar a los terroristas y guerrilleros en los territorios ya capturados y no esperar a que vengan a nuestras casas», insistió.
«Unir las fuerzas de todos los países»
Tanto el presidente como sus portavoces no desaprovecharon la ocasión para recordar que otros países están ya interviniendo en Siria -en alusión a los bombardeos de EEUU, Francia y Australia- sin contar ni con el mandato del Consejo de Seguridad de la ONU ni con la autorización del Gobierno legítimo de Siria.
Con todo, Putin agregó que Rusia «considera posible y oportuno unir las fuerzas de todos los países interesados en la lucha contra el terrorismo internacional y hacer este trabajo basándose en los principios de la ONU».
Poco antes de la confirmación oficial, un responsable del Ministerio de Defensa había informado de que aviones rusos habían atacado objetivos del Estado Islámico en Siria, pero pilotados por militares sirios, y que esto se había comunicado a militares de EEUU en Irak.
«Estos ataques aéreos se han hecho de acuerdo con las fuerzas sirias y con la ayuda del centro de coordinación antiterrorista de Bagdad», aseguró el responsable, Yuri Yakubov.
Se refería al centro de intercambio de información creado recientemente por Rusia, Siria, Irán e Irak para analizar entre militares de esos países datos sobre la lucha contra el Estado Islámico y compartir información de inteligencia.
El inicio de la intervención aérea rusa en el país árabe, desgarrado por una sangrienta guerra desde hace más de cuatro años, se produce dos días después de que Putin advirtiera en la Asamblea General de la ONU de que la situación con el avance del Estado Islámico era insostenible para el mundo y propusiera la creación de una amplia coalición antiterrorista internacional.