La comarca de la Sierra Oeste de Madrid tiene de todo: un pasado histórico glorioso, una rica identidad cultural y un patrimonio natural que preserva la biodiversidad y los ecosistemas. Es el destino idóneo para visitar en familia. La Comunidad de Madrid promociona este enclave entre sierras y campos de cultivo bajo la marca MadRural, que agrupa todos los recursos que ofrece una oferta turística donde lo más importante es integrarse en el paisaje y confundirse con su gente.
Es el Madrid que más sorprende porque nadie se lo espera, con recursos turísticos esenciales y distintos al mismo tiempo. En MadRural, la propuesta de turismo rural de la Comunidad de Madrid, es posible vivir todo tipo de aventuras, desde conocer de manera divertida y didáctica las raíces históricas de los enclaves más tradicionales de las cuatro comarcas que conforman este amplio territorio –la Sierra Norte, la Sierra Oeste, la comarca de Las Vegas y la Alcarria y la Sierra de Guadarrama–, hasta profundizar en su rico patrimonio rural, natural y cultural, además de disfrutar de las más variadas y sorprendentes propuestas de ocio para toda la familia.
El turismo experiencial de MadRural, la marca de calidad que agrupa a estos municipios rurales de gran belleza y personalidad, va mucho más allá de un paisaje cuyas rutas nos descubren los secretos guardados celosamente por la tierra y sus pobladores, herencia de pueblos que dejaron su huella y sus costumbres, y de una arquitectura cuya impronta refleja el sentir y la filosofía de quienes construyeron el relato de un pasado no por ilustre, menos apasionante.
Naturaleza,
patrimonio histórico,
cultura, deporte,
ocio e infinidad
de experiencias
turísticas para
disfrutar en familia
en la Sierra Oeste
de la Comunidad de
Madrid.
Un paseo en piragua o paddle surf por el embalse de San Juan
Villas, castillos, palacios y monasterios se mimetizan con un horizonte que dibuja un escenario cuyos límites son los campos de cereales, los olivos, las vides, la ganadería, la apicultura, la sierra, el agua y sus fuentes, manantiales de luz clara que inspiran al poeta, fértiles huertas, calles empinadas y plazas castellanas, las fiestas, los vecinos, la mesa, su gastronomía y el vino, un sublime y fecundo patrimonio artístico y etnográfico.
Y junto a todo este ecosistema natural y productivo, donde se puede conocer la forma de vida, tranquila y pausada, de sus habitantes, aprendiendo en primera persona los quehaceres propios del entorno rural, es posible acceder a iniciativas y sugerencias que posibilitan la observación de la vida en el campo y la interpretación del paisaje, además de todo tipo de propuestas deportivas, como el senderismo, la escalada, rutas en bicicleta o actividades acuáticas como vela, piragüismo o paddle surf.
A menos de una hora de la capital, la Sierra Oeste presenta una de las ofertas turísticas más diversificadas y atractivas de la Comunidad de Madrid.
La comarca está formada por los municipios de Aldea del Fresno, Cadalso de los Vidrios, Cenicientos, Chapinería, Colmenar del Arroyo, Fresnedillas de la Oliva, Navalagamella, Navas del Rey, Pelayos de la Presa, Robledo de Chavela, Rozas de Puerto Real, San Martín de Valdeiglesias, Santa María de la Alameda, Valdemaqueda, Villa del Prado, Villamanta, Villamantilla, Villanueva de Perales y Zarzalejo, que ocupan la esquina suroccidental de la comunidad madrileña.
Un auténtico paraíso natural para la práctica del ecoturismo y el acercamiento a la fauna autóctona, con el avistamiento de aves rapaces en peligro de extinción y, con un poco de suerte, observar la presencia del lince ibérico; realizar deportes de aventura en la playa Virgen de la Nueva y el Muro, ubicadas en el pantano de San Juan, que cuenta con más de 50 kilómetros de costa y 14 playas que pueden ser disfrutadas al ser el único embalse que, junto al de Picadas, permite el baño y las actividades acuáticas a motor o, levantando la vista hacia el cielo, descubrir el astroturismo para contemplar las estrellas y desvelar sus secretos.
El Museo Lunar de Fresnedillas de la Oliva se inauguró en 2010, de la mano del astronauta español Miguel López Alegría, comandante de la Estación Espacial Internacional, como homenaje a la llegada del hombre a la Luna en la misión Apolo XI. Convertido en Centro del Espacio y la Ciencia, cuenta con el apoyo del proyecto educativo Viaje Interplanetario, dirigido por la divulgadora espacial conocida como la Astronauta LiLi, para el desarrollo de diferentes actividades STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas) adaptadas al currículo escolar y a los niveles educativos de infantil, primaria, secundaria y bachillerato, con los que despertar en los más pequeños el amor por la ciencia, la curiosidad por el conocimiento y el respeto por nuestro planeta.
También en Fresnedillas de la Oliva, por iniciativa ciudadana, se puede echar la vista atrás y viajar al pasado llenando de vida y de color las casas abandonadas. Las Casas Vivas, un proyecto de la artista Elena Parlange, constituyen una original ruta artística que recrea, a través de la pintura en puertas y ventanas, las historias y costumbres de sus habitantes y animales.
La vía verde de la comarca, puente natural entre la Sierra de Guadarrama y la Sierra de Gredos, está vertebrada por el río Alberche y salpicada por los embalses de San Juan y Picadas, cuya sugerente oferta de ocio ha incrementado las visitas recreativas a este rincón tan familiar.
En esta Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA), denominada Encinares de los ríos Alberche y Cofio, catalogada en la Red Natura 2000, habita la mayor población madrileña de águila imperial ibérica, así como importantes colonias de buitre negro y cigüeña negra. La senda de Las Lagunillas, donde se ubica el Centro de Educación Ambiental El Águila, supone un agradable recorrido por zonas de encinar adehesado y antiguos olivares.
En Aldea del Fresno se puede vivir una aventura salvaje que los niños nunca olvidarán. El Safari Madrid empezó siendo un zoo y hoy se ha transformado en un centro de recuperación de fauna salvaje. Los animales que allí viven proceden mayormente de incautaciones realizadas por las autoridades competentes. También se dedican a la conservación de las especies y son varios los ejemplares que han nacido en sus instalaciones. Aquí se puede conocer cómo se comportan las diversas especies y el respeto que hay que tener a todos los animales.
Además de pasear entre olivos y vides centenarias, se pueden practicar deportes de aventura en el Pantano de San Juan o avistar rapaces en peligro de extinción en uno de los cielos más limpios y espectaculares para ver las estrellas
Emoción y adrenalina a raudales, tanto para niños como para adultos, en Aventura Amazonia Pelayos, un parque de aventura que cuenta con una supertirolina de 255 metros, la más larga de España entre árboles. Ubicado en Pelayos de la Presa, es el segundo mayor parque de aventura de Madrid, y uno de los cinco más grandes de España, que presenta seis circuitos multiaventuras.
En San Martín de Valdeiglesias se encuentra un lugar ideal para la fantasía en un entorno natural mágico. Se trata de un Jardín Botánico único en Europa, donde se puede disfrutar de la belleza y la magia de las más de 300 esculturas vivientes de tamaños imposibles realizadas por los mejores creadores de arte topiario, una práctica de jardinería que consiste en dar formas artísticas a las plantas mediante el recorte con tijeras de podar, y de las más de 500 especies vegetales de todo el mundo plantadas en el parque.
El visitante tiene a su disposición laberintos, exposiciones de cactus, bonsáis o plantas aromáticas. Un arroyo atraviesa el parque creando una de las pocas cascadas naturales de la Sierra Oeste, la cascada Barbellido, unos metros más adelante del nacimiento del arroyo Las Casetas. Para todos los que buscan caminos rurales y rutas por la naturaleza, tanto a pie como en bicicleta, la práctica del senderismo en la Sierra Oeste madrileña es un destino ideal. Existe una gran variedad de itinerarios aptos para todos los públicos, como la Dehesa de Navalquejigo, el Castañar de Las Rozas de Puerto Real, la ruta del Río Cofio o las Cárcavas del Río Perales, entre otros muchos trayectos.