La demanda de autos híbridos enchufables en Europa está superando ampliamente la de propulsados por baterías. Estos modelos tienen la comodidad de contar con un vehículo de gasolina con los beneficios climáticos de uno eléctrico. Pero los datos de la Comisión Europea indican que están generando más emisiones de carbono de las esperadas.
En febrero las ventas de híbridos enchufables aumentaron en Europa en 72.376 unidades, un 12% más en comparación con igual mes de 2023. Mientras que las ventas de los vehículos eléctricos se elevaron un 10,3%, señaló la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles. La comunidad cuenta con el Volvo XC60, el Porsche Cayena y el Mercedes GLC, que los fabrican y comercialización. Los modelos enchufables también están ganando ritmo en Estados Unidos, donde fGeneral Motors tiene planes para aumentar la inversión en el sector.
Los nuevos datos de conducción real de la Comisión Europea revelan que los híbridos enchufables producen aproximadamente 3,5 veces las emisiones que sugieren las estimaciones oficiales. Los resultados han sorprendido, son autos que se idearon para la transición energética. La diferencia observada está relacionada con los hábitos de los conductores: la gente tiende a cargar los híbridos enchufables y a conducirlos en modo eléctrico menos de lo esperado.
«El impacto ambiental de estos vehículos es mucho, mucho peor de lo que indican las cifras oficiales», afirmó Jan Dornoff, investigador principal del Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT).
Autos híbridos enchufables y la transición
Los vehículos híbridos convencionales contienen sólo una pequeña batería para mejorar ligeramente el ahorro de combustible. Pero los híbridos enchufables permiten una conducción totalmente eléctrica en distancias cortas. Estos autos enchufables suelen tener una autonomía de unas 30 a 50 millas (50 a 80 kilómetros) en modo de conducción eléctrica. Y con una autonomía adicional más larga cuando se utiliza el combustible secundario, como gasolina o diésel. Pero los conductores parecen estar consumiendo mucho más combustible de lo previsto por fabricantes y autoridades reguladoras.
El nuevo informe de la Comisión Europea reveló que los conductores de autos híbridos enchufables producen alrededor de 139,4 gramos de dióxido de carbono por cada kilómetro recorrido, de acuerdo con las mediciones de la cantidad de combustible que utilizan los vehículos a lo largo del tiempo. Por otro lado, las estimaciones oficiales de los fabricantes, determinadas mediante pruebas de laboratorio, cifran las emisiones en 39,6 gramos por kilómetro recorrido, recoge MIT Technology Review.
Parte de esta brecha puede explicarse por las diferencias entre las condiciones controladas en un laboratorio y la conducción en el mundo real. Incluso los vehículos con motor de combustión convencional tienden a tener mayores emisiones en el mundo real de lo que sugieren las estimaciones oficiales. Aunque la brecha es aproximadamente del 20%, no del 200% o más como ocurre con los híbridos enchufables.
La principal diferencia se reduce a cómo los conductores tienden a utilizar los híbridos enchufables. Los investigadores han notado el problema en estudios anteriores, algunos utilizando datos de colaboración abierta.
¿La culpa es de los conductores?
En un análisis del ICCT publicado en 2022, los investigadores examinaron los hábitos de conducción en el mundo real de las personas que manejan híbridos enchufables. Si bien el método utilizado para determinar los valores oficiales de emisiones estimó que los conductores utilizan electricidad para impulsar los vehículos entre el 70% y el 85% del tiempo, los datos de conducción en el mundo real sugirieron que los propietarios de vehículos en realidad utilizaron el modo eléctrico entre el 45% y el 49% de su conducción. Y si los vehículos eran automóviles proporcionados por la empresa, el promedio era sólo del 11% al 15%.
La diferencia entre la realidad y las estimaciones puede ser un problema para los conductores, quienes pueden comprar híbridos enchufables esperando beneficios climáticos y ahorros de gasolina. Pero si los conductores cobran menos de lo esperado, los beneficios podrían no ser tan drásticos como se prometió. Los viajes realizados en un híbrido enchufable reducen las emisiones en sólo 23% en comparación con los viajes en un vehículo convencional, en lugar de la reducción de casi tres cuartas partes prevista por las estimaciones oficiales, según el análisis.
«La gente debe ser realista acerca de lo que enfrenta», agregó Dornoff. Conducir los vehículos en modo eléctrico tanto como sea posible puede ayudar a maximizar los beneficios financieros y medioambientales.
Es importante, sugirió, cerrar la brecha entre las expectativas y la realidad no sólo por el bien de los individuos, sino también para garantizar que las políticas destinadas a reducir las emisiones tengan los efectos deseados.
La brecha entre realidad y estimación
La Unión Europea aprobó una ley en 2023 que pondrá fin a las ventas de automóviles a gasolina en 2035. Su objetivo es reducir las emisiones del transporte, un sector que representa alrededor de una quinta parte de las emisiones globales. En la UE, los fabricantes deben tener un determinado valor medio de emisiones para todos sus vehículos vendidos.
Si los híbridos enchufables están funcionando en el mundo real peor de lo esperado, podría significar que el sector del transporte en realidad está logrando menos objetivos climáticos de lo que se le atribuye.
El hecho de que los híbridos enchufables no cumplan las expectativas también es un problema en Estados Unidos, señaló Aaron Isenstadt, investigador principal del ICCT. Por ejemplo, el consumo de combustible en el mundo real fue un 50% mayor que las estimaciones de la EPA. La brecha entre las expectativas y la realidad es menor en EE UU, en parte porque las estimaciones oficiales de emisiones se calculan de manera diferente. Y en parte porque los conductores allí tienen diferentes hábitos en el manejo y pueden tener mejor acceso a la carga en casa, adicionó.
El gobierno de Biden finalizó recientemente nuevas reglas sobre emisiones de tubos de escape, que establecen pautas para los fabricantes sobre las emisiones que pueden producir sus vehículos. Las reglas tienen como objetivo reducir las emisiones de los autos nuevos vendidos, por lo que para 2032, aproximadamente la mitad de estos vehículos deberán producir cero emisiones para cumplir con los estándares.
Tanto la UE como EE UU tienen planes de actualizar las estimaciones sobre cómo los conductores utilizan los híbridos enchufables, lo que debería ayudar a que las políticas en ambos mercados reflejen mejor la realidad.