Reguladores estadounidenses aprobaron un plan para lograr la demolición de cuatro grandes represas en Estados Unidos. Un proyecto que promete reabrir vías fluviales a lo largo de la frontera entre Oregón y California para salvar al salmón migratorio en peligro, entre otros beneficios.
La votación de la Comisión Federal Reguladora de Energía (FERC, en inglés) sobre el curso inferior del río Klamath es el último gran obstáculo regulatorio para despejar el camino a esa importante iniciativa.
La aprobación de los reguladores federales es un paso adelante en un esfuerzo de dos décadas, por parte de líderes locales, comunidades indígenas y ambientalistas, para liberar el poderoso río que se extiende por el sur de Oregón y el norte de California.
El objetivo del proyecto de casi 500 millones de dólares es restaurar la salud de la flora y la fauna en la vasta cuenca de Klamath, en particular el salmón. Los peces alguna vez se contaron por cientos de miles en esa región y se jactaron de tener la tercera corrida de salmón más grande en EE UU continental. La eliminación de las represas de la vía fluvial de unos 400 km abrirá los canales naturales de los peces. Mejorará el flujo del río y eliminará las floraciones de algas tóxicas.
La remoción de la represa también representa un triunfo para los grupos conservacionistas, los amantes de la naturaleza. Y, quizás lo más importante, los grupos tribales, que tienen una larga historia ligada a los bosques y montañas al norte de California y al sur rural de Oregón.
Si se aprueba, el acuerdo estaría a la vanguardia de una tendencia hacia la demolición de represas en EE UU a medida que las estructuras envejecen. Y se vuelven menos viables económicamente en medio de las crecientes preocupaciones ambientales sobre la salud de los peces.
Luz verde a la demolición de represas en EE UU
Los esfuerzos anteriores para abordar los problemas en la cuenca de Klamath se desvanecieron en medio de largos años de disputas legales. Generando desconfianza entre las tribus, los grupos de pescadores, los agricultores y los ambientalistas, reseñó The Associated Press.
El acuerdo para impulsar la demolición de represas en EE UU, podría enfrentar más desafíos legales. Algunos legisladores lo criticaron. Al considerarlo una extralimitación financieramente irresponsable por parte de los líderes de Oregón y California.
Las autoridades dijeron que el proceso de remoción de la primera represa podría comenzar en 2023, con la más pequeña, Copco 2. Mientras que la deconstrucción de las tres represas restantes ocurrirá a principios de 2024.
Los comisionados de la FERC describieron la decisión como “trascendental”, “histórica” y “la culminación de años de trabajo”.
“La remoción de esta represa es más que un proyecto concreto que se está derrumbando. Es un nuevo día y una nueva era”, dijo el presidente de la tribu Yurok, Joseph James. “Esto es lo que somos. Tener un río que fluya libremente como aquellos que nos han precedido. Nuestra forma de vida prosperará con la eliminación de estas represas”.
Media docena de tribus en Oregón y California, grupos de pescadores y ambientalistas esperaban que el trabajo de demolición comenzara en 2022. Pero esos planes se estancaron en julio. Cuando los reguladores cuestionaron si la entidad sin fines de lucro formada para supervisar el proyecto podría responder a sobrecostos o accidentes.
El plan hace que Oregón y California sean socios iguales en la demolición con la entidad sin fines de lucro, llamada Klamath River Renewal Corporation. Y agrega $45 millones al presupuesto de $450 millones del proyecto para aliviar esas preocupaciones.
Oregón, California y la empresa de servicios públicos PacifiCorp, proporcionarán cada uno un tercio de los fondos adicionales.
Libertad en vías fluviales y rescate de fauna y flora
El presidente de la FERC, Richard Glick, se refirió a la demolición de represas en EE UU. “Algunos preguntarán en esta época de gran necesidad de emisiones cero, ¿por qué eliminamos los diques? Primero, debemos comprender que esto no sucede todos los días. Muchos de estos proyectos fueron autorizados hace años, cuando se daba tanta importancia a los asuntos ambientales”.
Además, indicó, “algunos de estos proyectos afectan significativamente el ambiente y los peces”. Glick añadió que en el pasado la comisión no tenía en cuenta el efecto de los proyectos energéticos sobre las tribus. Pero que este fue “un elemento muy importante” en la votación.
Miembros de las tribus yurok, karuk y Hoopa encendieron una fogata y observaron la votación desde un banco de arena remoto en el río Klamath por enlace satelital.
La aprobación de la solicitud de anulación de la licencia para operar las represas es la base del plan de restauración del salmón más ambicioso de la historia. Las partes que supervisan el proyecto aceptarán la transferencia de licencias y podrían iniciar la demolición de las represas a mediados del 2023. Esto beneficiaría a unos 480 kilómetros de hábitat del salmón en el río Klamath y sus afluentes, dijo Amy Souers Kober, vocera de American Rivers. Una organización que monitorea la eliminación de represas y aboga por la restauración de los ríos.
Esta votación se realizó en un momento crucial, cuando el cambio climático golpea al oeste de EE UU con sequías prolongadas, dijo Tom Kiernan, presidente de American Rivers. Y comentó que permitir el flujo natural del segundo río más caudaloso de California, y la función normal de sus terrenos inundables y humedales mitigaría esos impactos.
“La mejor manera de manejar las inundaciones y sequías crecientes es sanear el sistema fluvial”, añadió.