Austria anunció este miércoles que se retirará del pacto migratorio global de la ONU por considerar que algunos puntos del mismo pueden ser perjudiciales para la soberanía nacional, según explicó el canciller austríaco Sebastian Kurz.
En un comunicado, el líder conservador aseguró que su gobierno considera “de forma muy crítica algunos puntos del pacto migratorio, como mezclar la búsqueda de protección con la migración laboral«.
Además, el vicecanciller Heinz-Christian Strache, líder del Partido de la Libertad, agregó que “la migración no es ni puede convertirse en un derecho humano. No puede ser que alguien reciba un derecho a la migración debido al clima o la pobreza”.
Kurz asumió el cargo en diciembre del año pasado en coalición con el Partido de la Libertad, de extrema derecha y nacionalista. Además, actualmente Austria ocupa la presidencia rotatoria de la Unión Europea y su prioridad ha sido, precisamente, reducir la migración no regulada.
El país ya recibió aproximadamente al 1 por ciento de su población en solicitantes de asilo en 2015 durante una crisis migratoria en la que más de un millón de personas viajaron a Europa, muchas de ellas huyendo de la guerra y la pobreza en Oriente Próximo, África y otros lugares.
Siguiendo los pasos de EEUU y Hungría
El Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular se adoptó en septiembre de 2016 por los 193 países miembros, incluyendo a los Estados Unidos bajo el mandato del presidente Barack Obama. Se debe aprobar formalmente en una reunión del 11 a 12 de diciembre en Marruecos.
El pacto migratorio global de la ONU, no vinculante, tiene 23 objetivos y aborda temas como la protección de las personas que migran, cómo integrarlos en nuevos países y cómo devolverlos a sus países de origen. También se incluyen diferentes acciones para resolver problemas como, por ejemplo, la reducción de la detención de los migrantes.
Sin embargo, en diciembre del año pasado, Estados Unidos, ya bajo la presidencia de Donald Trump, afirmó que numerosas disposiciones del mismo eran “inconsistentes con las políticas de inmigración y refugiados de los Estados Unidos” y anunció su salida.
Por su parte, el Gobierno derechista de Hungría ya ha dicho que no firmará el documento final. Polonia, que también se ha enfrentado con Bruselas al resistirse a las cuotas nacionales para solicitantes de asilo, ha dicho que está considerando dar el mismo paso. Y Austria ya conifrmó que tampoco enviará a un representante a la ceremonia de la firma.
Asimismo, se abstendrá en una votación de la Asamblea General de la ONU sobre el pacto el próximo año, según el borrador de una decisión del Gobierno que será aprobada el miércoles.
Bruselas lamenta la decisión
En Bruselas, Natasha Bertaud, portavoz de la Comisión ejecutiva de la UE, dijo que lamenta la decisión de Austria y está buscando más detalles de Viena. “Seguimos creyendo que la migración es un desafío global donde solo las soluciones globales y la responsabilidad global compartirán resultados”, dijo en una sesión informativa regular.
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