Australia es el primer país del mundo en permitir que los médicos receten las drogas psilocibina y MDMA para tratar alteraciones en la salud mental que incluyen depresión y trastorno de estrés postraumático. Autoriza la prescripción clínica de éxtasis (MDMA), en el tratamiento del trastorno de estrés postraumático, y de psilocibina, el psicoactivo de los hongos mágicos o alucinógenos, contra la depresión resistente al tratamiento.
Al anunciar la medida, la Administración de Productos Terapéuticos afirmó que ambas drogas son relativamente seguras cuando se usan en un entorno médicamente controlado. Por supuesto, bajo la supervisión de profesionales de la salud y en las dosis determinadas en ensayos clínicos”.
A algunos psiquiatras e investigadores les preocupa que la medida sea prematura. Los medicamentos aún se están probando en ensayos clínicos en asociación con algunos trastornos de salud mental. Temen, además, que la regulación de acceso a los medicamentos psicodélicos sea insuficiente.
La Administración de Productos Terapéuticos, que aprobó la medida, dice que la decisión tomó casi tres años e incluyó una amplia consulta con expertos. Las investigaciones de las últimas décadas han demostrado que algunas drogas ilícitas que se usan con fines recreativos, en combinación con psicoterapia, funcionan en el tratamiento de ciertos trastornos mentales.
Un giro en algunas drogas psicodélicas
Un ensayo publicado el año pasado mostró que una dosis de 25 miligramos de psilocibina es 2 veces más efectiva que una dosis de 1 mg para combatir la depresión. Se observaron, sin embargo, efectos secundarios significativos. Asimismo, un informe sobre el uso MDMA lo describió como un «tratamiento revolucionario» para estrés postraumático. Los medicamentos también han mostrado potencial en el tratamiento de la ansiedad, la anorexia y la adicción a sustancias. No obstante, la investigación aún tiene que mostrar qué tipo de paciente se adapta mejor a los tratamientos.
“No es para todos. Necesitamos averiguar que tipo de personas tendránr malas experiencias y no recomendarlas”, señaló Susan Rossell, psiquiatra de la Universidad Tecnológica de Swinburne, Melbourne.
Rossell, que trabaja en el único ensayo clínico activo de Australia que prueba la psilocibina para la depresión resistente al tratamiento, teme que silas drogras se administran de manera inadecuada pueden puedan causarle malos viajes y mayores problemas psicológicos. “Ese es el peor de los casos”, alertó. Ha encontrado en sus estudios que entre el 10% y el 20 % de los participantes del ensayo lo pasan “realmente mal” con estos medicamentos.
La aprobación del regulador de Australia sigue a una solicitud presentada en marzo de 2022 por Mind Medicine Australia, un grupo sin fines de lucro en Melbourne que aboga por la terapia psicodélica En diciembre de 2021, la TGA rechazó una solicitud de 2020 de la organización después de un largo proceso de consulta a un panel de expertos independientes.
Preocupaciones de médicos y expertos
Steve Kisely, psiquiatra de la Universidad de Queensland en Brisbane, fue uno de los tres investigadores que trabajaron en el informe de 2021 para la TGA. Dijo que las drogas se muestran prometedoras en algunas personas cuando se administran en entornos clínicos con apoyo profesional. Aclaró que todavía los investigadores en Australia están averiguando quién es más adecuado para las drogas psicodélicas y qué tipo de psicoterapia conduce a los mejores resultados.
Los resultados del Sistema de Informes de Drogas Ilícitas mostraron en 2022 que el 47% de los participantes experimentaron un problema de salud mental en los 6 meses anteriores. Un ligero descenso respecto a 2021. Los problemas de salud mental más presentes fueron depresión (64%) y ansiedad (55%). El 55% de estas personas vieron a un profesional de la salud mental en los 6 meses anteriores, frente al 58 % en 2021.
Asimismo, la psiquiatra clínica Colleen Loo considera que la decisión es temprana en comparación con el proceso habitual de desarrollo y despliegue de nuevos tratamientos. Precisó que “el problema es que el público no crea que contar con estos medicamentos significa que el nivel de evidencia de eficacia y seguridad es comparable al que generalmente se requiere para los nuevos tratamientos».
Loo formó parte de un comité directivo del Real Colegio de Psiquiatras de Australia y Nueva Zelanda, RANZCP, que redactó una guía sobre cómo se debe abordar y monitorear el tratamiento. “Hecho sin la debida precaución, supervisión y monitoreo, incluso por parte de las autoridades reguladoras, podría significar más daño que bien”, agregó.
Países que seguirían los pasos de Australia
Otros países podrían seguir los pasos de Australia. Se ha anunciado que EE UU dará el visto bueno al uso terapéutico del éxtasis antes de fin de año. La Autoridad de Salud de Oregón autorizó en mayo el primer proveedor de servicios de psilocibina en el estado. En 2020 , fue el primer estado de la unión en legalizar la psilocibina para uso personal para personas mayores de 21 años. En octubre de 2022, Alberta fue la primera jurisdicción de Canadá en regular el uso de drogas psicodélicas.
Canadá e Israel también se han abierto a la posibilidad de utilizarlas en ciertas enfermedades. Es evidente que las drogas psicodélicas han entrado en una nueva era iniciada con la amplia legalización del cannabis para uso medicinal.
Los psiquiatras, para recetar drogas psicodélicas en Australia, deben registrarse y obtener la aprobación de un panel que evalúa las solicitudes para el trabajo de ensayos clínicos en humanos. Una vez aprobado, el médico debe proporcionar a la informes semestrales sobre el número de pacientes y los efectos adversos graves.