Australia realizará un referéndum histórico sobre los derechos de los indígenas. Los resultados de la consulta popular podrían cambiar su constitución por primera vez en casi 50 años. De ganar el “Sí” frente al “No” el 14 de octubre, se impulsará la creación de un órgano consultivo indígena para el parlamento consagrado constitucionalmente, como solicitaron los líderes originarios en 2017.
De lograrse el reconocimiento de los aborígenes e isleños del Estrecho de Torres como los primeros pueblos de Australia, habrá un organismo que podrá presentar propuestas ante el Parlamento y el Gobierno Ejecutivo del Commonwealth sobre cuestiones relacionadas con los pueblos indígenas. El Parlamento, sujeto a esta Constitución, tendrá poder para dictar leyes con respecto a asuntos relacionados con la Voz de los Aborígenes y los Isleños del Estrecho de Torres. Incluida su composición, funciones, poderes y procedimientos.
En la acera contraria, la campaña por el «No» involucra a grupos e individuos de todo el espectro político. Desde los que dicen que el organismo asesor sería demasiado poderoso hasta los que lo consideran insuficiente y débil.
El referéndum pide a los votantes que den sólo respuestas de «Sí» o «No» al cambio propuesto. El bando del «No» no está obligado a presentar una forma alternativa de representación indígena. Para tener éxito, solo debe convencer a los votantes de que no apoyen la propuesta actual. Según las normas, la consulta requiere una mayoría de votos en una mayoría de estados para tener éxito.
A las puertas de un referéndum histórico en Australia
Los ciudadanos indígenas de Australia, alrededor del 3,8% de los 26 millones de habitantes, han habitado el continente durante unos 60.000 años, pero no son mencionados en la constitución y están por debajo de los promedios nacionales en la mayoría de las medidas socioeconómicas.
Reseña Reuters que los principales grupos que se oponen a establecer la llamada Voz Indígena al Parlamento, son los siguientes:
- La oposición Liberal-Nacional: Los partidos Liberal y Nacional, líderes conservadores de Australia, tienen una coalición de larga data y cada uno ha hecho campaña contra la Voz con el argumento de que dividiría el país por razas. Algunas figuras importantes del partido han dicho que apoyan a Voz, incluido el primer ministro liberal del estado de Tasmania, Jeremy Rockliff, y la ex ministra liberal de Asuntos Exteriores, Julie Bishop.
- Advance Australia: El grupo de presión conservador se ha posicionado como un contrapeso a los grupos de defensa de izquierda en las últimas elecciones, con campañas libradas principalmente en las redes sociales.
- Populistas de derecha: Algunos partidos políticos populistas, incluido One Nation de Pauline Hanson, que tiene 2 de los 76 escaños del Senado de Australia, han dicho que se oponen a Voz. Hanson, que tiene casi 500.000 seguidores en Facebook, ha hecho afirmaciones sin fundamento sobre la Voz. Incluida la de que conduciría a un estado aborigen separatista.
- Defensores del tratado: Algunos líderes indígenas se oponen a la Voz porque dicen que compromete su objetivo de lograr un tratado para poner fin a una guerra de ocupación que comenzó con la llegada de los europeos en 1788. Warren Mundine, ex presidente del Partido Laborista, que es indígena, ha hecho campaña contra la Voz diciendo que un resultado «No» mejoraría las posibilidades de un tratado.
Integrar a los aborígenes
El referéndum que decidirá la inclusión de los derechos de los indígenas, marginados desde la invasión británica.
¿Qué es la Voz en el parlamento y cómo funcionará? La Voz asesorará al Parlamento y al gobierno sobre asuntos que afectan a las comunidades indígenas. La ministra de Indígenas Australianos, Linda Burney, dijo que pedirá que dé prioridad a la salud, la vivienda, la educación y el empleo de los indígenas. Los críticos conservadores han expresado temores de que pueda generar impugnaciones judiciales. Pero la mayoría de los principales abogados constitucionales se han pronunciado a favor de la Voz. Rechazan las preocupaciones sobre el efecto legal de sus representaciones.
Burney señaló que la Voz es una forma para que los aborígenes e isleños asesoren directamente a todos los niveles de gobierno sobre políticas que afectan sus vidas. “Se trata de poner fin a los malos resultados del largo legado de programas y políticas fallidas. Y de escuchar a los aborígenes”, agregó. El primer ministro Anthony Albanese sostiene que sería un cambio «simple» para mejorar las vidas de los australianos indígenas.
Pero los referendos constitucionales en Australia son raros y difíciles de aprobar. Solo 8 de 44 han tenido éxito. Y la propuesta de la Voz es objeto de un intenso debate, con apoyo y oposición del espectro político. Al anunciar su plan de celebrar un referéndum, Albanese indicó que la Voz consagraría el «reconocimiento» de que los australianos comparten con la cultura más antigua del mundo». «El certificado de nacimiento de nuestra nación debería reconocerlo y estar orgulloso», finalizó