Por Cambio 16
El mayor centro de exterminio de la historia del nazismo. Auschwitz nunca dejará de transmitir el terror y el dolor de las miles de personas que estuvieron condenadas a pasar allí sus días. Hambre, sufrimiento, muerte, el infierno. El complejo agrupaba varios campos de concentración y un campo de exterminio en Polonia, a unos 43 kilómetros al oeste de Cracovia. Durante los cinco años que permaneció abierto, se estima que más de un millón de personas, principalmente judíos, pero también polacos, gitanos y prisioneros de guerra, fueron exterminadas entre sus vallas de alambre y muros de hormigón.
Entre el 17 y el 21 de enero de 1945, bajo las órdenes del Reich, unos 56.000 presos fueron evacuados, aunque no todos llegaron vivos al destino. Entre 9.000 y 15.000 murieron en las llamadas ‘Marchas de la muerte’, al mismo tiempo que las SS borraban del cruel escenario los crematorios, las cámaras de gas y los almacenes en los que guardaban los bienes confiscados a los judíos para no dejar huellas de sus crímenes. Hasta que las tropas soviéticas entraron en los terrenos del campamento, los soldados alemanes consiguieron asesinar a miles de personas. El Ejército Rojo encontró a 7.000 prisioneros, la mayoría de ellos enfermos y agotados físicamente. Meses después, se consiguió poner fin a la Segunda Guerra Mundial.
Auschwitz se ha mantenido durante los años para preservar en la memoria a los asesinados durante el Holocausto. Con motivo del 70 aniversario de su cierre, que se cumple este mes, la UNESCO organiza una conmemoración en París, donde examinarán los desafíos que plantea la transmisión de la historia y la memoria del genocidio. Desde la Fundación de Auschwitz, también se ha honrado a las víctimas, colocando flores en las tumbas de los prisioneros que se encuentran a lo largo de la ruta de evacuación. Las fotografías revelan la crueldad y las sensaciones que se vivieron en el centro de exterminio.