Miguel Muñoz, coordinador del Proyecto LIBERA de SEO/BirdLife
Hace cuatro años, SEO/BirdLife, en alianza con Ecoembes, puso en marcha el Proyecto LIBERA con el objetivo de profundizar en el conocimiento y la sensibilización del problema de la basuraleza (littering) y colaborar en su erradicación. Cuando la propuesta es tan ambiciosa surge la necesidad de abordarla desde diferentes perspectivas y con la red de aliados más amplia posible.
De esta forma, se establecieron tres pilares sobre los que construir el proyecto: conocimiento, participación y prevención. Conocimiento porque la sociedad necesita evidencias científicas del impacto de los residuos abandonados en la naturaleza para poder diseñar estrategias de mitigación, pero, sobre todo, porque el conocimiento es la mejor de las herramientas para dejar de ver esto como un problema estético y entenderlo como lo que es, un grave problema ambiental. Participación porque esta es una batalla que debe librar la sociedad en su conjunto.
El problema de la basuraleza está muy relacionado con el sistema de producción y consumo actual por lo que no sería posible llegar a objetivos ambiciosos sin la colaboración de toda la sociedad en su conjunto; empresas, administraciones públicas y ciudadanos. Estos dos pilares sin lugar a duda son condición necesaria para el tercero, la prevención. Solo de manos de una sociedad concienciada de lo que nos estamos jugando saldrán las soluciones a este y otros problemas ambientales a los que nos estamos enfrentando.
La basuraleza no entiende de fronteras ni de hábitats. Gracias a miles de voluntarios se han podido nutrir bases de datos en diferentes países y las conclusiones que se alcanzan son similares: todos nuestros espacios naturales están contaminados por basuraleza. No importa si el espacio analizado es un bosque mediterráneo, un sendero que transcurre junto a un río o una playa. Como una suerte de Atila, allí por donde pasa el ser humano contemporáneo deja huella.
Sin embargo, no todos los ecosistemas se ven afectados de la misma forma. Incluso antes de que a Newton le cayera una manzana en la cabeza (si es que esto llegó a suceder) los objetos con masa sufren una fuerza que tiende a desplazarlos de las zonas más altas a las más bajas y, salvo algunas excepciones, las zonas más bajas de nuestro planeta están cubiertas por agua.
APOYO SOLIDARIO. La campaña ha contado un año más con el apoyo de la reina Sofía, quien colabora desde el año 2018 con el Proyecto LIBERA a través de la Fundación Reina Sofía. Asimismo, destaca la participación de organizaciones como Cruz Roja Española, Asociación Hombre y Territorio, Asociación Parque Dunar Matalascañas, ADESP, Oria Verde, Asociación Promemar, Avanfuer, Fundación Canarias Recicla, Asociación Terramare, Adenex, Alnitak, Mater, Asociación Región de Murcia Limpia, o ANSE
Da igual que se abandone un residuo en la montaña, este tiene altas probabilidades de acabar en el mar, sobre todo si el residuo abandonado tiene una baja densidad. Un reciente estudio de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza cifra en 200.000 las toneladas de plástico que se vierten al Mediterráneo cada año.
Lamentablemente este no es un problema endémico de nuestra región geográfica, sino que es solo una parte de los 13 millones de toneladas de plástico que cada año acaban en los mares y océanos de nuestro planeta, según un informe de Naciones Unidas elaborado dentro del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
La literatura científica no predice un futuro muy halagüeño y pronostica que estos datos irán a peor en los próximos años. Por ello, desde el Proyecto LIBERA se está trabajando para intentar revertir este futuro catastrófico al que parecen estar abocados nuestros ecosistemas marinos.
CONOCIMIENTO PARA BUSCAR SOLUCIONES EFICACES
El planeta tierra lleva tiempo quejándose de diferentes dolencias que no deben analizarse de manera aislada. La subida de la temperatura o la pérdida de biodiversidad no son trastornos sobre los que tenemos que trabajar, sino que son los síntomas de una enfermedad que lleva tiempo gestándose.
El modelo de producción y consumo sobre el que se asientan las sociedades actuales consume más recursos naturales de los que el planeta es capaz de producir y genera una cantidad ingente de residuos que cuesta mucho gestionar. Sin embargo, escuchar, medir y cuantificar los quejidos del paciente es sin duda un proceso necesario para atajar el problema.
La comunidad científica ha trabajado mucho en este sentido en los últimos años. Gracias a ella ahora se ha podido cuantificar en 800 el número de especies marinas o costeras afectadas por ingestión o enredos con basuraleza. Investigadores de Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation de Australia y del Imperial College de Londres evidenciaron que la mayoría de las especies de aves marinas tienen plástico en sus intestinos y estimaron que, de seguir así, el 99% de las aves marinas tendrán plástico en su aparato digestivo por ingesta directa en 2050.
Desde el Proyecto LIBERA se quiso visibilizar los estudios publicados hasta el momento que demuestran de forma contundente que este es un problema ambiental. A modo de recopilación bibliográfica, se publicó inicialmente un informe sobre el impacto de la basuraleza y, posteriormente, un informe específico sobre el impacto de los plásticos, y otro sobre el impacto de las colillas.
De este modo, se busca visibilizar la afección de los residuos más comúnmente encontrados en nuestros espacios naturales. Después se publicó un informe de cunetas, y otro sobre los residuos que llegan a nuestros entornos naturales por el váter al ser estos dos escenarios sin duda puntos negros de llegada de residuos a nuestros espacios naturales.
Para poder abordar el problema de la basuraleza es necesario saber más sobre su cantidad, composición, origen, comportamiento, áreas de acumulación, etc. Desde el Proyecto LIBERA , en colaboración con ONG y universidades, se ha trabajado en el desarrollo de metodologías y herramientas para avanzar en el conocimiento de esta problemática.
“La basuraleza en los entornos marinos es una triste realidad que, como se ha conocido recientemente en un estudio, llega hasta los pingüinos antárticos. Debemos concienciarnos de que nuestras acciones repercuten en otro lugar del planeta y que debemos reflexionar sobre nuestro actual modelo de producción y consumo para minimizar el impacto de nuestra actividad sobre la biodiversidad. Campañas como las que ponemos en marcha desde el proyecto LIBERA, ayudan a tomar conciencia de ello y cada año estamos más agradecidos de la respuesta de la sociedad”
Miguel Muñoz, coordinador del Proyecto LIBERA en SEO/BirdLife
FONDOS MARINOS. La colaboración con la Red de Vigilantes Marinos, una iniciativa de la ONG Oceánidas, ha movilizado a casi 800 buceadores voluntarios en 30 puntos del país, consiguiendo retirar un total de 1,8 toneladas de residuos en los fondos marinos
La entidad Vertidos Cero lleva años trabajando en el diseño de una metodología de ciencia ciudadana para caracterizar residuos en playas y mares bajo el nombre de MARNOBA. Cualquier ciudadano puede descargarse la app del proyecto y con una pequeña formación llevar a cabo la caracterización de residuos en playas.
Desde que nació el Proyecto LIBERA en 2017, se han llevado a cabo 18 convocatorias para que miles de voluntarios no solo recojan los residuos de los entornos naturales, sino que los caractericen, es decir, que recojan datos con una metodología científica que sirva para nutrir una base de datos rigurosa. En concreto, cinco de estas convocatorias se centraron en playas bajo el nombre de ‘1m2 por las playas y los mares’.
En estos cinco años, los miles de voluntarios que han participado en nuestras convocatorias han caracterizado 430.000 objetos y retirado 320 toneladas de residuos en 3.885 puntos de limpieza. Esta labor inconmensurable de gente anónima que de forma desinteresada dedica parte de su tiempo libre a liberar los espacios de basura y aportar información científica tiene un valor incalculable.
El coste de poner en marcha un proyecto de esta envergadura con personal técnico sería inasumible por cualquier administración que quisiera llevarlo a cabo. Los datos obtenidos son de un gran valor y están sirviendo para poner en marcha campañas enfocadas a los residuos más frecuentes, incluso se han tenido en cuenta en la reciente redacción de la normativa que pretende limitar los plásticos de un solo uso.
Gracias a ellos sabemos que colillas, botellas y plásticos de pequeño tamaño son los residuos más encontrados en las costas españolas. Además, al ser puesta a disposición pública, esta base de datos puede ser utilizada por centros de investigación que quieran realizar proyectos en este sentido.
CARACTERIZACIÓN DE RESIDUOS. Las recogidas, que han seguido todas las medidas de seguridad frente al COVID, ha tenido lugar en un total de 258 puntos en todo el país, en los que se han recogido basuraleza y se han caracterizado 61.483 residuos, demostrando la concienciación de la ciudadanía con este problema ambiental.
Gracias a los diferentes acuerdos que el Proyecto LIBERA lleva a cabo con entidades científicas, educativas y divulgativas se está trabajando conjuntamente para luchar contra el problema de la basuraleza marina. Junto a la Asociación Española de Basuras Marinas (AEBAM), se ha impulsado la puesta en marcha del foro de basuras marinas y economía circular MARLICE, un lugar de encuentro de entidades, investigadores y agentes públicos o privados que trabajan en torno a la problemática de las basuras marinas.
Destaca asimismo el trabajo que se está realizando conjuntamente con la Federación Española de Actividades Subacuáticas (FEDAS) llevando a cabo limpiezas de residuos submarinos, así como proyectos centrados igualmente en visibilizar y colaborar en la erradicación de los residuos submarinos con las organizaciones PROMEMAR, la Fundación ECOMAR, OCEÁNIDAS y SUBMON.
En el ámbito de la vigilancia y limpieza de playas, el Proyecto LIBERA está colaborando con Cruz Roja a nivel nacional y con Marinas de España para visibilizar y concienciar sobre este problema a los usuarios de los puertos deportivos. Hay que destacar igualmente la labor educativa que se desarrolla desde el barco MATER Museo Ekoactivo en Pasaia y, por supuesto, el trabajo de marcaje de tortugas marinas y seguimiento de la pesca fantasma en el mar Mediterráneo efectuado por la organización ALNITAK a bordo del Toftevaag .
LA PREVENCIÓN, LA MEJOR DE LAS SOLUCIONES
De nada sirve el conocimiento si la ciudadanía no comprende el valor de mantener sanos los entornos naturales. El Proyecto LIBERA aborda esta cuestión desde la sensibilización, el refuerzo de las infraestructuras en puntos sensibles y, sobre todo, desde la educación, a través de materiales divulgativos para trasladar a los centros la necesidad de trabajar juntos para frenar la basuraleza.
Más de 500 aulas españolas acogen anualmente a educadores ambientales que imparten de manera teórico-práctica talleres y exposiciones con el objetivo de sensibilizar a los más jóvenes sobre el problema de la basuraleza. Finalmente, con el objetivo de modificar determinados hábitos de los ciudadanos, se han puesto en marcha diferentes campañas de sensibilización para dar a conocer problemáticas concretas al público general.
Pese a todo este trabajo aún queda mucho por hacer. No es asumible que sigamos mirando de lado este problema. La solución debe salir de la mano de todos. Las empresas tienen que tomarse en serio la urgencia de la transición de la economía lineal a una circular y poner en marcha medidas ambiciosas encaminadas principalmente a la reducción de la generación de residuos y la utilización de materiales sostenibles. Por su lado, las administraciones públicas deben poner en marcha normativas ambiciosas y urgentes que impidan que los espacios naturales se llenen de residuos y mecanismos para descontaminar los espacios ya afectados.
Por último, la ciudadanía tiene que asumir una posición activa para reducir la generación de residuos, escogiendo opciones de compra sostenibles y gestionando nuestros residuos de la mejor forma posible siguiendo la famosa regla de las 3R (Reducción, Reutilización y Reciclaje) y por supuesto, no abandonar nunca residuos en la naturaleza. Incluso unirse a recogidas como las que propone el Proyecto LIBERA puede ser un primer paso ya que, aunque no sea tu basura, si es tu problema.