Los científicos de la NOAA reportaron por segundo año consecutivo un aumento anual récord en los niveles atmosféricos de metano. El metano es un potente gas de efecto invernadero (GEI) que atrapa el calor y es el segundo mayor coadyuvante al calentamiento global causado por el hombre después del dióxido de carbono.
El aumento anual del metano atmosférico durante 2021 fue de 17 partes por billón. El mayor aumento anual registrado desde que comenzaron las mediciones sistemáticas en 1983.
El análisis de la NOAA indica que el aumento durante 2020 fue de 15,3 partes por billón. Los niveles de metano atmosférico promediaron 1.895,7 ppb durante 2021, o alrededor de un 162 % más que los niveles preindustriales. A partir de las observaciones de la NOAA, los científicos estiman que las emisiones globales de metano en 2021 serán un 15 % más altas que en el período 1984-2006.
La incuestionable presencia del metano en la atmósfera va a generar cambios en las políticas climáticas de los siguientes años. No estará enfocada solo en el dióxido de carbono. Al menos 98 países han firmado un acuerdo en el que se comprometen a reducirlo y que se aprobó en la capital de Escocia, Glasgow, en la conferencia de la ONU acerca del clima a finales de 2021.
Aunque la temperatura en promedio del 2021 está por debajo de años anteriores, es obvia la
propensión general que muestra de qué modo cada década que pasa es más calurosa desde la década de los sesenta.
Otro gas de efecto invernadero también rompe cifras récord
Los niveles de dióxido de carbono igualmente se incrementaron. En 2021 se registraron 2,66 partes por millón (ppm) de partícula de este gas de efecto invernadero y llevan una década de incremento sostenido, lo que supone la etapa de mayor aceleración en los 63 años que se lleva la cuenta.
El dióxido de carbono igualmente continúa aumentado a tasas históricamente altas. Durante 2021 su promedio mundial aumentó a 414,7 partes por millón (ppm), lo que representa un aumento de 2,66 ppm con respecto al promedio de 2020.
Ese incremento marca el décimo año consecutivo en que el dióxido de carbono aumentó en más de 2 partes por millón. Los números representan la tasa de aumento sostenido más rápida en los 63 años desde que comenzó el monitoreo.
Al respecto, Rick Spinrad, administrador de la NOAA, declaró: “Nuestros datos muestran que las emisiones globales siguen avanzando en la dirección equivocada a un ritmo rápido. La evidencia es consistente, alarmante e innegable». Urgió a la acción para frenar la contaminación por gases de efecto invernadero.
Los expertos de la agencia advirtieron del efecto acumulativo de las emisiones de dióxido de carbono. Recordaron que cerca del 40 % de las emisiones de los vehículos de Ford modelo T del año 1911 siguen hoy en el aire, mientras que en el caso del metano permanecen durante unos nueve años.