Hace un mes, los científicos aseguraban que las probabilidades de que el asteroide Bennu chocara con la Tierra eran mínimas. Sin embargo, seguía siendo uno de los dos asteroides conocidos más peligrosos de nuestro sistema solar, junto con otro llamado 1950 DA. Ahora, las posibilidades de colisión han aumentado y se estima que podría llegar a rozar el planeta dentro de poco más de cien años.
El cuerpo celeste de 500 metros de diámetro recién tomó una trayectoria que lo coloca en una posición más cercana a nuestro planeta. Algo similar ocurrió en los años 1999, 2005 y 2011. La NASA predice que el 24 de septiembre de 2135 el asteroide pasará a 110.000 kilómetros de la Tierra, un mínimo absoluto y equivalente a menos de un tercio de la distancia entre la Tierra y la Luna.
Colisión probable en unos 160 años
Una vez que el asteroide Bennu pase cerca del planeta, el efecto gravitacional de la Tierra deberá sentirse en el asteroide y luego podrá ponerlo en curso de colisión. De ocurrir según las estimaciones, el choque llegaría en septiembre de 2182.
Las simulaciones de los científicos muestran 150 posibles escenarios de impacto. Además, hay una probabilidad acumulada de 1 en 2.700 de colisión con la Tierra entre los años 2135 y 2300. No obstante, al faltar tantos años es casi imposible para los científicos seguir su ruta de aquí en adelante.
Sobre el impacto del asteroide Bennu con la Tierra, la científica Kelly Fast, responsable del Programa de Observación de Objetos Cercanos a la Tierra, ha explicado que diversos estudios astronómicos continuos recopilan datos «para descubrir objetos previamente desconocidos y refinar nuestros modelos orbitales».
La experta apunta que gracias a la misión OSIRIS-REx hay una oportunidad única para afinar y probar modelos orbitales que ayuden a los científicos a predecir mejor dónde estará Bennu cuando se acerque a la Tierra dentro de más de un siglo.
OSIRIS-REx recopiló información sobre el asteroide Bennu
El 20 de octubre de 2020, la nave espacial OSIRIS-REx de la NASA descendió con éxito a la superficie del asteroide Bennu. Allí, recolectó más de 60 gramos de material rocoso que da indicios sobre su tamaño, forma, masa y composición. Al mismo tiempo, monitoreaba su rotación y trayectoria orbital.
El 7 de abril de 2021, OSIRIS-REx le dio al asteroide Bennu una última mirada antes de despedirse. Posteriormente, el 10 de mayo Bennu partió hacia la Tierra, donde la nave espacial de la NASA capturó sus últimas imágenes del sitio de recolección de muestras para buscar transformaciones en la superficie de Bennu.
La misión de la NASA se lanzó en diciembre de 2018 y regresará a la Tierra el 24 de septiembre de 2023.
Bennu tiene más de 4.500 millones de años
El asteroide Bennu es una antigua reliquia de los primeros días de nuestro sistema solar. En total tiene más de 4.500 millones de años de historia, pues los científicos estiman que dentro de los 10 millones de años de la formación del sistema solar ya estaba establecida la composición actual de Bennu.
Su origen probablemente se dió cuando se separó de un asteroide rico en carbono mucho más grande hace unos 700 millones a 2 mil millones de años. Probablemente se formó en el Cinturón Principal de Asteroides entre Marte y Júpiter, y desde entonces se ha acercado mucho más a la Tierra. Debido a que sus materiales son tan antiguos, Bennu puede contener moléculas orgánicas similares a las que podrían haber estado involucradas con el inicio de la vida en la Tierra.
El asteroide Bennu fue descubierto por el equipo del Lincoln Near-Earth Asteroid Research desde Socorro, Nuevo México, el 11 de septiembre de 1999. Recibió originalmente la designación 1999 RQ36. Sin embargo, cuando lo seleccionaron para ser destino de la sonda espacial, la Sociedad Planetaria llamó a un concurso para ponerle un nombre. El concurso lo ganó un niño de nueve años en 2013, y él mismo sugirió el nombre Bennu. Al respecto, dijo que lo eligió por un pájaro asociado con el dios egipcio Osiris.
Se prevé que Bennu pueda ayudarnos en nuestra búsqueda de pistas sobre los orígenes de la vida. Además, aprender a preservar la vida manteniendo a raya a los asteroides cercanos a la Tierra.