En el más reciente informe Women @ Work que realiza la firma Deloitte sobre los desafíos de la mujer, dentro y fuera del lugar de trabajo, muestra un progreso estancado en sus luchas diarias. La mitad de las mujeres participantes en la consulta masiva describen sus niveles de estrés como más altos que hace un año. A un número similar les preocupa o les preocupa mucho su salud mental.
La red internacional de servicios profesionales Deloitte, con sede en Londres, lleva cuatro años elaborando sondeos de opinión para explorar algunos de los factores laborales y sociales críticos que impactan las carreras de las mujeres. La reciente encuesta se hizo a 5.000 mujeres en 10 países.
“A pesar de un pequeño número de mejoras desde el año pasado, las mujeres se enfrentan a presiones cada vez mayores en el lugar de trabajo. También en su vida personal y en sus comunidades. En todo el mundo, las mujeres advierten que sus derechos están retrocediendo, experimentan un mayor estrés y asumen la mayoría de las tareas domésticas en casa”, afirma Emma Codd, directora global de Diversidad, Equidad e Inclusión de Deloitte.
Igualmente, experimentan comportamientos no inclusivos en el trabajo, están preocupadas por su seguridad y se sienten incapaces de revelar sus problemas de salud. «Es una situación que debe cambiar», subrayó.La mitad de las mujeres afirma que sus niveles de estrés son superiores a los de hace un año y un número similar dice que le preocupada o está muy preocupada por su salud mental. Una de las tres principales preocupaciones de las mujeres en todo el mundo es la salud mental (48%), detrás de su seguridad financiera (51%) y sus derechos (50%).
El deterioro de la salud mental de las mujeres consultadas, puede ser a varios factores, como la incapacidad para desconectarse del trabajo, destaca el informe. La encuesta muestra una relación entre las horas de trabajo y la salud mental. Mientras la mitad de las mujeres que trabajan las horas contratadas describen su salud mental como buena, la cifra desciende al 23% en las que trabajan regularmente más horas.
Los desafíos de las mujeres en el trabajo
A pesar de estos preocupantes resultados, más de la mitad de las mujeres afirma que no reciben el apoyo adecuado de sus empresas en materia de salud mental, y dos tercios no se sienten cómodas hablarlo en el trabajo. Aunque es manifiesta la necesidad de una mejora significativa, muestra un avance con respecto al año pasado. En 2023 un número mayor de mujeres afirmaba no recibir un apoyo adecuado en materia de salud mental ni y no se sentía cómoda hablando de salud mental en el lugar de trabajo.
Las mujeres sienten el peso en las responsabilidades domésticas y de cuidado de los hijos. El 50% de las mujeres que viven en pareja y tienen hijos afirman que asumen la mayor parte de la responsabilidad del cuidado de los niños, frente al 46% en 2023. Solo el 12% afirma que recae en su pareja .Además, el 57% de las que viven en pareja y se ocupan del cuidado de otro adulto señalan que asumen la mayor responsabilidad, frente al 44% en 2023. Solo el 5% dice que esta responsabilidad recae en su pareja.
Más de dos de cada cinco mujeres asumen la responsabilidad de la limpieza, cifra similar a la de 2023. Las mujeres que asumen estos deberes tienen menos probabilidades de afirmar que gozan de buena salud mental que las que no lo hacen. Casi la mitad ha tenido baja laboral por motivos de salud mental en el último año. El reparto desproporcionado de responsabilidades hace que las mujeres tengan más dificultades profesionales en sus centros de trabajo. Solo el 27% que tiene la mayor responsabilidad en casa afirman que puede desconectar de su vida personal y centrarse en su carrera.
Acosos en las oficinas
Casi la mitad de las mujeres dicen estar preocupadas por su seguridad cuando están en el trabajo o van al trabajo. Una de cada diez ha sido acosada mientras se desplazaba al trabajo. El 16% trata con clientes que las han acosado o se han comportado de una manera que las ha hecho sentir incómodas. Casi una de cada diez ha sido acosada por un compañero.
En total, el 31% de las encuestadas han sufrido microagresiones, el 4% acoso sexual y el 8% otros tipos de acoso en el trabajo en los últimos 12 meses. Una cuarta parte de las mujeres aseguran que personas con cargos superiores han realizado acciones o comentarios inapropiados contra ellas.
Las mujeres de un grupo infrarrepresentado tienen más probabilidades de estar preocupadas por su seguridad personal en el trabajo. Y más pronunciada aún en el caso de las mujeres con una discapacidad (66%) o las mujeres transexuales (64%).
Ritmo de trabajo y la flexibilidad en horarios
Ha habido una notable mejora en las experiencias de las mujeres con el trabajo híbrido, sobre todo en lo que respecta a la exclusión, la previsibilidad y la flexibilidad. Sin embargo, aproximadamente tres de cada diez mujeres siguen sufriendo exclusión de las reuniones, falta de previsibilidad en su ritmo de trabajo y falta de flexibilidad.
Más del 40% de las mujeres encuestadas afirman que su empleador ha implantado una vuelta obligatoria a la oficina. Del total, una cuarta parte está en la oficina a tiempo completo. Algunas refieren que han hecho ajustes en su vida laboral y personal. Otras informan de un impacto en su salud mental y niveles de productividad: más de un tercio han pedido reducir su horario. El 30% han tenido que trasladarse, el 26% afirman que su salud mental se ha visto afectada, y el 20% que su productividad ha disminuido.
El impacto de los retos que plantea el trabajo flexible también es evidente. La falta de flexibilidad horaria es una de las principales razones por las que las mujeres han cambiado de trabajo en el último año (15%). Ese número también cita la falta de conciliación de la vida laboral y personal. Menos de la mitad de las mujeres se sienten respaldadas por su empresa. Casi todas las mujeres (95%) creen que solicitar o aprovechar oportunidades de trabajo flexible afectará negativamente a sus posibilidades de promoción.
Temores de las mujeres en el ascenso profesional
La cultura de empresa parece estar obstaculizando la retención y la progresión profesional de las mujeres. Este año, la encuesta advierte que una cuarta parte de las mujeres no quiere ascender a un puesto directivo, y la razón principal es que la cultura de la empresa las desanima. Sin embargo, en las organizaciones conocidas como “Líderes en igualdad de género”, el 92% de las mujeres sí quieren ascender.
Estas organizaciones se benefician de la creación de culturas integradoras en las que se valora y respeta el equilibrio entre la vida laboral y personal. Y en las que las mujeres se sienten apoyadas en su progresión profesional. Las mujeres de estas empresas manifiestan mayores niveles de lealtad hacia su empleador y de productividad. Se sienten más seguras, más cómodas hablando de su salud mental en el trabajo y más cómodas de poder trabajar con flexibilidad sin que ello perjudique su carrera.