Un escenario mágico fue lo que se vivió en Liverpool este miércoles. El estadio Anfield se vistió de gala para recibir al Atlético de Madrid en el partido de vuelta de la Champions. Las gradas repletas y con cánticos que retumbaban a la distancia. Un verdadero lujo en tiempos del coronavirus. La intensa e incesante lluvia fue el ingrediente extra para una noche de buen fútbol, que se convirtió en una remontada épica de los colchoneros 2-4.
Desde el primer minuto de partido las emociones estuvieron al límite. Las acciones comenzaron con un pase filtrado de Joao Félix y un disparo seco de Diego Costa, que casi se mete en la portería del Liverpool.
Esta fue la apuesta en ataque de Diego Simeone, prefiriendo la fortaleza de Costa que la habilidad de Morata. Sin embargo, el brasileño fue anulado por la velocidad de los centrales de los «reds».
Luego el Liverpool tomó la iniciativa. Los dirigidos por Jurgen Klopp tomaron el control del balón y comenzaron a atacar de forma intensa. Por izquierda, por derecha y por el centro. Los colchoneros se replegaron en demasía.
Sin embargo, el Atlético contragolpeaba con peligro. Un tiro de esquina casi significó el gol, pero el cabezazo de Felipe pasó por fuera.
Oblak lució sus reflejos y fue nuevamente el héroe. En primer lugar con un disparo de Oxlade-Chamberlain que detuvo, a pesar de que un mar de piernas se interponía en su camino. Luego contuvo de manera espectacular un remate muy cercano de Alexander Arnold.
Los ataques del Liverpool seguían, Mohamed Salah desbordaba, y las jugadas eras repelidas por la defensa casi inexpugnable colchonera. Sin embargo, el gol llegó al minuto 43, cuando el holandés Wijnaldum conectó un centro de Oxlade-Chamberlain para batir las redes y colocar el 1-0 antes del descanso.
Oblak detiene a la tormenta del Liverpool
Con el marcador global empatado, el Liverpool decidió ir por todas en el segundo tiempo. Fue una verdadera tormenta roja lo que se vivió.
Incesantes ataques por todos los sectores de la cancha. Felipe y Savic sacaron todos los balones que pudieron, pero de a poco el Liverpool iba avanzando líneas en la canchas.
Oblak se vistió de héroe. El portero esloveno fue el baluarte del Atlético del segundo tiempo. Tapó de todo. Los disparos de Alexander Arnold, Oxlade-Chamberlain, Robertson, Salah y Mané. No había tregua, el Liverpool no descansaba y atacaba. El Atlético estaba en crisis, pero Oblak era una muralla.
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La lluvia persistía en Anfield y el bombardeo de centros sobre el área colchonera también, pero ninguno fue efectivo. El travesaño entró en juego. Luego de un cabezazo que ya había vencido a Oblak apareció el metal milagroso, lo que llaman algunos «la suerte de los ganadores».
Sobre el final del segundo tiempo, el Atlético tuvo una oportunidad, tras un tiro libre que conectó Saúl y batía las redes, pero el tanto fue anulado por posición adelantada.
El Atlético renació de las cenizas
El partido se iba al alargue y el Liverpool seguía con sus ataques constantes y no tardó en anotar el segundo gol del partido. Roberto Firmino anotaría el 2-0, que ponía el global 2-1. En ese momento, la eliminatoria estaba inclinada totalmente a favor del Liverpool.
Sin embargo, bastó una jugada para cambiar el panorama. Un error del portero Adrián San Miguel, quien estaba sustituyendo a Allison, hizo renacer al Atlético. Un mal pase del guardameta fue interceptado por Joao Félix, quien asistió en gran forma a Marco Llorente. Y el español anotó el gol que le daba vida al de Madrid.
El marcador global estaba 2-2, pero por la regla del gol de visitante, los colchoneros estaban clasificando.
Llorente, el héroe que nadie esperaba
Todas las miradas del Atlético estaban en Oblak, Felipe, Savic y Thomas Partey, quienes defendieron a capa y espada, pero el verdadero héroe de la jornada fue Marco Llorente.
En contragolpe, comandado por Álvaro Morata, quien había ingresado por Joao Félix, se llevó el balón y en el momento justo la pasó al medio, para que Llorente encarara y volviera a colocar un balón al fondo de la red, justo en la esquina inferior izquierda de la portería.
Liverpool se quedó atónito ante la reacción colchonera. Anfield se quedó enmudecido y los únicos cantos que se escuchaban eran la de los pocos aficionados colchoneros que pudieron viajar de España a Inglaterra.
Pero todavía quedaba más. La verdadera sentencia llegó sobre el final del segundo tiempo de la prórroga, con la misma fórmula pero esta vez a la inversa. Llorente habilitó a Morata, quien batió a San Miguel y colocó el 2-4 en el marcador.
Una victoria que salva la temporada
Esta victoria del Atlético salva una temporada complicada para el Atlético que marcha sexto en LaLiga. En lo deportivo y en lo económico avanzar a los cuartos de final de la Champions es un gran logro para los colchoneros.
Un triunfo ante el equipo de la temporada, el casi invencible Liverpool, sube los ánimos del Atlético de Madrid y le da oxigeno a Diego Simeone, que empezaba a ser cuestionado por parte de la afición.
Desde 2007, los dos equipos finalistas no se quedaban en los octavos de final de la Champions. En aquella ocasión fue el Barcelona y el Arsenal, los clubes que se despidieron de forma temprana. Ahora es el Tottenham y el Liverpool.
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