La incorporación de capitales privados en diversos sectores o actividades, suele asociarse a mayor pulcritud en las cuentas, rentabilidad y calidad del servicio o bienes. Desde 2000 se ha observado un interés creciente de estas inversiones en el sector salud y, varios estudios han encontrado un escenario contrario: la atención en los hospitales tiende a deteriorarse después de que las empresas de capital privado toman el control.
Un reciente estudio dirigido por investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard afirma que los pacientes tienen un 25% más de probabilidades de sufrir una recaída, contraer infecciones o sufrir otras formas de daño durante una estadía en el hospital en instalaciones de propiedad privada.
Los investigadores examinaron los datos de reclamaciones de seguros para las hospitalizaciones de Medicare de 2009 a 2019. Incluidas más de 600.000 hospitalizaciones en 51 hospitales administrados por capital privado. Y más de 4 millones de estadías en 259 hospitales similares que no son propiedad de capital privado. Los resultados se publicaron en la revista Journal of the American Medical Association.
Los costos económicos de la propiedad de capital privado (cargos, precios y gasto social más altos) se han discutido mucho, pero los efectos en la calidad clínica de la atención han sido poco analizados. «El éxito del hospital se mide no solo en dólares o en la cantidad de pacientes que cruzan las puertas. También en vidas salvadas, tasas de complicaciones, satisfacción del paciente. Y otras métricas de calidad y seguridad», señala la investigadora del HMS Sneha Kannan, del Hospital General de Massachusetts.
Hospitales con capital privado
Los hallazgos se producen en medio de crecientes preocupaciones sobre el papel cada vez mayor del capital privado en la atención de los hospitales de Estados Unidos, con una inversión de 1 billón de dólares en la última década, y la rentabilidad del servicio y atención a la salud.
«Habíamos descubierto que las adquisiciones de capital privado generaban cargos, precios y gasto social más altos. Ahora estamos aprendiendo que también existen preocupaciones posteriores sobre la calidad clínica de la atención brindada a los pacientes hospitalarios», advierte Zirui Song, profesor asociado de política de atención médica y medicina en el Instituto Blavatnik.
Los investigadores sostienen que los hallazgos son alarmantes. Pueden reflejar incentivos económicos que eclipsan la atención y la seguridad del paciente.
Las repercusiones económicas de las adquisiciones de capital privado no es una preocupación nueva. Estudios anteriores de este modelo financiero de propiedad hospitalaria, con alto endeudamiento y fines de lucro, también conducen al aumento del gasto y otras implicaciones económicas, precisan Song y Joseph Dov Bruch, de la Universidad de Chicago.
La quiebra de hospitales de propiedad de capital privado a menudo dejan a las poblaciones desatendidas y con un acceso limitado a la atención. «Cuando los sistemas de salud compran hospitales, generalmente no utilizan dinero prestado. Por el contrario, la clásica compra de capital privado utiliza una pequeña cantidad de efectivo, pero una gran cantidad de deuda», argumenta Song.
Finanzas y salud por caminos distintos
Una empresa de capital privado obtiene parte del capital de inversores y pide prestado el resto, endeudando al hospital adquirido con sus activos físicos, como terrenos y edificios, como garantía del préstamo. El hospital adquirido debe luego generar ingresos para pagar esa deuda.
El capital privado genera ingresos cobrando honorarios de gestión a sus inversores (comúnmente, fondos de pensiones, dotaciones y otras instituciones o individuos). Así como centrándose en procedimientos de altos ingresos, reducción de costos, reorganización e ingeniería financiera.
Un argumento a favor de las inversiones de capital privado es que muchos hospitales en dificultades necesitan capital y experiencia en gestión. Sin embargo, la mayoría de las adquisiciones de capital privado son operaciones exitosas. Las firmas privadas quieren comprar empresas en funcionamiento que sean capaces de endeudarse y generar ingresos en el corto plazo. Estas presiones financieras pueden crear incentivos perversos que favorezcan las ganancias sobre los pacientes, dicen los investigadores.
Los investigadores compararon la frecuencia con la que los pacientes experimentaron ciertos resultados antes y después de que el hospital fuera adquirido por capital privado. Por ejemplo, observaron la frecuencia con la que los pacientes se caían mientras estaban en el hospital. O la frecuencia en la que desarrollaban una infección después de un procedimiento o una cirugía.
El equipo también analizó la composición de las poblaciones de pacientes y varios otros resultados, como la frecuencia con la que los pacientes morían. Así como el tiempo que permanecían en el hospital y la frecuencia con la que terminaban readmitidos después de salir del hospital.
Más complicaciones en los pacientes
Después de que un hospital fue adquirido por capital privado, los pacientes admitidos en Medicare tuvieron un aumento del 25% en complicaciones adquiridas en ese centro. En comparación con los pacientes ingresados antes de la adquisición.
Los pacientes también sufrieron un 27% más de caídas y un 38% más de infecciones del torrente sanguíneo causadas por vías centrales. Es decir aquellos puertos temporales insertados quirúrgicamente que permiten un fácil acceso intravenoso a los pacientes que reciben infusiones repetidas de medicamentos u otros tratamientos.
El aumento se observó a pesar de que los hospitales de capital privado colocaron un 16% menos de líneas centrales que antes de la compra. Todos estos resultados se calcularon al tomar en cuenta los cambios, tendencias y patrones durante el mismo tiempo en hospitales pares que no son propiedad de capital privado.El objetivo es aislar las diferencias que se debieron al cambio de propiedad.
Curiosamente, el estudio encontró una pequeña caída en las muertes hospitalarias en hospitales de capital privado. Esto, resaltan los investigadores, puede deberse a factores sociales y demográficos. Los pacientes de capital privado eran más jóvenes y menos desfavorecidos que los de hospitales pares que no eran propiedad de capital privado.
También puede deberse a que los pacientes son transferidos con mayor frecuencia fuera de hospitales de capital privado. Cuando los investigadores siguieron a los pacientes durante más tiempo después del alta, la pequeña disminución en las muertes se disipó un mes después de salir del hospital.