Un desaseo periódico de la boca puede tener una incidencia mayor en otras partes del cuerpo. Investigadores del Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia (Virginia Tech) encontraron una vinculación entre las bacterias bucales y las células cancerosas existentes en otras partes del organismo. Específicamente, en el colon.
Una variedad de bacterias habitan en la boca y forman parte de un ecosistema vital conocido como el microbioma oral. Parte de esa agrupación microbiana puede salir de la boca y causar, potencialmente, la transmisión de las células cancerosas existentes en otras partes del cuerpo.
Los investigadores calculan que estas bacterias viajan fundamentalmente a través de la sangre a diferentes sitios del organismo. Están asociadas con infecciones graves del cerebro, el hígado y el corazón. Incluso están vinculadas a partos prematuros y a niveles altos en tumores de colon.
Vinculación con otras partes del cuerpo
La mala higiene bucal podría hacer que las bacterias migren a otras partes del cuerpo donde existen cánceres. Además, hay prueba de un vínculo entre la enfermedad grave de las encías y el cáncer colorrectal.
«El descubrimiento muestra que la infección con estas bacterias inicia la migración de las células cancerosas”, dijo Daniel Slade, investigador afiliado en el Instituto de Ciencias de la Vida Fralin y profesor asistente en el Departamento de Bioquímica de la Facultad de Agricultura y Ciencias de la Vida.
“Esta es información vital porque el 90% de las muertes relacionadas con el cáncer son el resultado de tumores que han hecho metástasis en otra parte del cuerpo», agregó.
Desde 2012 múltiples estudios han demostrado que la bacteria Fusobacterium nucleatum invade directamente los tumores de colon, pero había dudas sobre cómo contribuye al cáncer.
Bacterias bucales y cáncer de colon
Un estudio de 2017 mostró que cuando los tumores de colon humano, que contienen esta bacteria, se colocan en un ratón, las células cancerosas con Fusobacterium nucleatum vivas se desprendían. Luego se volvían a unir en el hígado, dando, así, la primera prueba de que la bacteria podría estar involucrada en la propagación de células cancerosas.
Los investigadores se plantearon cómo responden las células humanas cuando las células de cáncer de colon están infectadas con esa bacteria. Sus hallazgos proporcionan ahora una comprensión más profunda del papel determinante que las bacterias tienen en el cáncer.
La naturaleza relativamente benigna de FN intrigó en un principio a Slade y a su equipo de investigadores. A primera vista, parece bastante poco notable y vive en armonía con otras bacterias debajo de las encías en el microbioma oral. Pero, a pesar de su papel como una bacteria común en la boca, las correlaciones con el cáncer de colon eran fuertes, como para ignorarlas.
«Daniel me convenció de que esta bacteria abría espacios para una investigación. Cómo una bacteria podía influir directamente en el comportamiento de las células cancerosas», recuerda Scott Verbridge, miembro del equipo, profesor asociado en el Departamento de Ingeniería Biomédica y Mecánica en la Facultad de Ingeniería de Virginia Tech e investigador principal del Laboratorio de Ecología Integrativa de Tumores.
Estudio del cáncer a través de las bacterias
De acuerdo con Slade y su equipo, no hay prueba de que esta bacteria genere directamente el cáncer. Además, tampoco parece estar liberando moléculas que están causando la migración de las células cancerosas. Pero se adhiere e incluso entra en las células cancerosas utilizando la proteína Fap2, que se acopla con azúcares sobrerrepresentadas en la superficie de las células cancerosas.
Esto, a su vez, hace que las células cancerosas liberen dos proteínas conocidas como IL-8 y CXCL1, que son de la familia de proteínas de citocinas que desempeñan funciones importantes en la activación del sistema inmune contra las infecciones.
Sorprendentemente, la combinación de citoquinas de IL-8 y CXCL1 se había demostrado antes en múltiples estudios para inducir la propagación de las células cancerosas. Sin embargo, Slade y su equipo creen que este es el primer ejemplo de una bacteria relacionada con un tumor que produce esta combinación distinta de citocinas.
Posible tratamiento del cáncer
El objetivo a largo plazo de Slade y su equipo es avanzar en el tratamiento del cáncer. Para ello, abordarían el papel que desempeñan las bacterias en la enfermedad, que podría ser una pieza notoria que falta en el rompecabezas.
Encontrar proteínas humanas prometastásicas que son liberadas por las células cancerosas en infecciones bacterianas ha abierto la puerta para futuras investigaciones. Estos resultados proporcionan una idea sobre el bloqueo potencial de la secreción de citocinas para combatir la metástasis inducida por bacterias. Esta es una alternativa atractiva al uso de antibióticos para matar la FN que también podría eliminar las bacterias beneficiosas.
«Necesitamos saber si hay otras bacterias importantes que podrían estar trabajando en sinergia con FN para conducir el cáncer. Necesitamos entender el papel fisiológico de estas bacterias, dado que no podemos simplemente eliminarlas del cuerpo porque los necesitamos para algunas situaciones. A menudo, se necesitan bacterias para que la quimioterapia sea completamente efectiva», recuerda Verbridge.
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