Por Juan Emilio Ballesteros
18/06/2017
Cuando hace dos décadas Ecoembes, la entidad sin ánimo de lucro que gestiona la recuperación de los envases de plástico, las latas y los briks y los envases de cartón y papel, se propuso explicar a los ciudadanos españoles en qué consistía el hábito de reciclar y la recuperación de los residuos de los envases, su posterior tratamiento y valorización, nadie seleccionaba la basura doméstica en su domicilio.
Tampoco se tenía conciencia de la importancia de discriminar los envases o de educar a la sociedad en valores de eficiencia y sostenibilidad. Hoy, los contenedores amarillos y azules forman parte del paisaje urbano, resultan tan familiares que incluso se han colado en casa y España es un ejemplo europeo en el hábito de reciclar.
En 2016 se reciclaron más de 1,3 millones de toneladas de envases ligeros y envases de cartón y papel, elevando la tasa de reciclado al 76%, por encima de las exigencias de la Unión Europea para los países miembros. Los beneficios ambientales suponen que se ha dejado de emitir a la atmósfera un millón de toneladas de CO2, así como el ahorro de siete millones de MWh, equivalente al consumo eléctrico anual de 700.000 hogares, y de 20,1 millones de metros cúbicos de agua.
Estos logros han convertido a Ecoembes en un referente global en la gestión del reciclado de envases. La organización pionera en educar a los ciudadanos da ahora el salto y se sitúa a la vanguardia de la investigación tecnológica y la innovación colaborativa con el objetivo de consolidar en este ámbito, fundamental en la lucha contra el calentamiento global y el cambio climático, la industria 4.0 y el emprendimiento a través de startups que aporten soluciones inteligentes para reducir la huella medioambiental.
Con una inversión cercana a los 10 millones de euros, acaba de abrir sus instalaciones el primer centro de innovación sobre economía circular de Europa, TheCircularLab, un laboratorio de experimentación a escala real que tiene su sede en Logroño y que ha supuesto por ahora la creación de 40 puestos de trabajo y otros 200 empleos más a través de las incubadoras en red.
Para Óscar Martín, consejero delegado de Ecoembes, que presentó el proyecto junto al presidente de la entidad, Ignacio González, “TheCircularLab supone un paso más en la consolidación de un modelo de desarrollo sostenible basado en la economía circular y la innovación colaborativa. Una meta por la que en Ecoembes venimos trabajando desde que comenzamos con nuestra actividad, hace ya 20 años, y que sin duda nos acerca cada vez más a la consolidación de una ciudadanía cada vez más implicada en materia de reciclaje”.
Contenedores inteligentes, procesos robotizados, envases comestibles y todo tipo de iniciativas de fomento de la innovación que afectarán al ciclo completo de los envases y la gestión de los residuos se gestarán en TheCircularLab, que centra su actividad en cuatro áreas de investigación: envase del futuro; el ciudadano como actor fundamental en el reciclaje; la plataforma smartwaste (residuos inteligentes) y el emprendimiento empresarial.
El ecodiseño de los envases del futuro contribuye a que sean más sostenibles y se reduzca su huella medioambiental, promoviendo al mismo tiempo un menor uso de recursos. En el Observatoro del Envase del Futuro se experimenta en los procesos de producción con nuevos materiales reciclados y sostenibles.
La concienciación ciudadana y la educación de las nuevas generaciones impulsa el desarrollo de herramientas que faciliten la separación en el hogar y el correcto reciclaje. Una app (el Siri del reciclaje) ya puede identificar los envases a través de la imagen y la voz. El Big Data se usa habitualmente en las campañas de formación para extender el hábito del reciclaje y fortalecer el compromiso de la sociedad con el medioambiente.