Por Sandra Martín
Sólo existen tres ciudades más en el mundo que presumen de tener un campus Google: Tel Aviv, Londres y Seúl. Madrid se ha convertido en la cuarta donde el gigante tecnológico ofrece servicios y oportunidades a emprendedores del país. No son un número escaso. Los últimos datos del Ministerio de Industria cifran que España contaba con 2.811.818 pequeñas y medianas empresas en el pasado mes de mayo. La capital ha sido la elegida gracias a su ecosistema emprendedor. “Es una comunidad que va en aumento”, explica la directora de Campus Madrid, Sofía Benjumea. “La inversión creció de 2013 a 2014 un 30%”, matiza.
Y esperan que vaya a más. Uno de los objetivos del centro es crecer en número de empresas. “Queremos convertirnos en un lugar de referencia para emprendedores y ser un espacio donde las distintas comunidades de start ups se sientan acogidas y trabajen juntas”, señala Benjumea. Las claves del nuevo campus: aprender a través de diferentes programas de formación, conectar con personas clave, crear una comunidad y tener un lugar para trabajar.
¿Qué se puede hacer en Campus Madrid?
El edificio que alberga un alto conocimiento empresarial ya fue en su momento un foco de expansión. El espacio de más de 2.500 metros cuadrados fue una fábrica de energía eléctrica construida por Isaac Peral. Los característicos colores de Google se perciben nada más entrar al centro y una iluminada cafetería da la bienvenida. Tras registrarse en su página web, cualquiera puede entrar y disfrutar de Wi-Fi gratuito, conocer e interactuar con personas de carácter emprendedor y disfrutar de la comida sana y saludable de DO EAT!, uno de los partners con los que cuentan. La franquicia creada por Diego Pérez Crespo fue el primer local que permitía hacer pagos con la moneda digital bitcoin.
“En el auditorio se podrá disfrutar de conferencias inspiracionales, charlas de personas destacadas en diferentes sectores o programas de formación”, explica Sofía Benjumea. El auditorio tiene una capacidad de 200 personas. En junio se celebrará el evento AngelSummit Europe que permitirá conocer inversores internacionales y en julio, Campus@Exchange, una aceleradora para diferentes empresas españolas.
Eso no es todo. Una extensión de la cafetería permite reunir todos los viernes a aquellos que necesiten consejos y apoyo de personas con más experiencia. Son sesiones de mentoring y en ellas participan más de 100 voluntarios de las oficinas de Google Madrid.
Sillones, pequeñas salas, paredes pintadas con tiza y amplios cristales acompañan hasta la siguiente planta. Se trata de un espacio de coworking para start-ups que no buscan tener una oficina propia. “TechHub ofrece un entorno abierto y competitivo para emprendedores que desarrollen productos digitales”, cuenta su CEO Elizabeth Varley, “es un sistema que mejora el proceso de creación al trabajar en un entorno común”. Este sería el siguiente paso a dar para convertirse en residente. Contar con este espacio las 24 horas al día durante los 7 días a la semana son 450 euros.
Mientras, SeedRocket se encarga de ser la aceleradora. Desde 2008, esta iniciativa busca proyectos interesantes, invierten una cantidad importante de dinero en ellos y les dan valor a través de consejos y talleres. “En España solemos decir las cosas que hacemos mal pero nunca las que se hacen bien”, explica Iñaki Arrola, mentor que dirige la iniciativa en Campus Madrid.
¿Cómo seleccionan los proyectos interesantes? Cuentan con un programa de formación de una semana de duración en el que participan entre 10 y 12 start-ups previamente seleccionadas. La ganadora de su última edición es Wazypark, una aplicación que crea una comunidad de conductores que comparten sitios libres para no perder tiempo en buscar aparcamiento. “Su funcionamiento es 100% social”, cuenta su creador Carlos Rodríguez, “nuestros usuarios van ganando puntos al usarla que se gastan a modo de descuentos en diferentes compañías como Repsol o Mutua madrileña”.
Gracias a SeedRocket, la empresa ya está instalada en el campus y con ganas de comerse el mundo. Pero emprender no es nada fácil. “Muchas veces el problema principal es no encontrar el mercado adecuado más que tener financiación”, explica la directora de Campus Madrid, Sofía Benjumea. Poseer una visión más global, ir demasiado despacio o no conocer todos los detalles del proyecto son algunas de las debilidades que encuentran muchas personas a la hora de emprender. Un ejemplo de esto puede ser Laura Baena quien comenzó Club de Malasmadres como un proyecto personal sin saber dónde estaba el foco. Laura ahora forma parte de Campus4Mums, un programa muy específico para padres y madres que quieren darle forma a la idea que tienen en su cabeza. “Se forma una comunidad en la que compartimos sinergias, es muy gratificante”, confiesa Laura.
Google tiene sitio para todos. “Estamos pensando en hacer algo enfocado a los jóvenes o gente más mayor”. Sofía Benjumea apunta hacia el alto desempleo que vive la población menor de 30 años. “Es necesario crear un programa para apoyarles en el emprendimiento y enseñarles que tienen la opción de creer en uno mismo”.
Muchos esperan que el centro de Madrid tenga el mismo impacto que se consiguió en Londres. “Hace tres años tenían un centenar de start-ups cuando ahora hay miles”, apunta Benjumea. Son 40.000 miembros, ha generado más de 100 millones de euros y se han creado más de 1.800 puesto de trabajo.
Los próximos campus se abrirán en Varsovia y São Paulo. Este último busca ser un puente entre Latinoamérica y España.