Sin salir del estado de conmoción social que vive París, tras el crimen del profesor de secundaria Samuel Paty, surgen nuevos detalles del brutal y estremecedor acontecimiento. Las autoridades revelaron que el asesino dio dinero a estudiantes para que lo ayudaran a identificar a la víctima.
La tragedia que cobró la vida de Paty, maestro de Historia y Libertad de Expresión, y del asesino, Abdoullakh Anzorov, un checheno de 18 años nacido en Moscú, al que la policía mató a tiros, deja en evidencia otro episodio sangriento de intolerancia y radicalismo religioso. Pero también del uso o abuso de adolescentes en tan cruento suceso.
En un avance de las investigaciones, el fiscal Jean-Francois Ricard dijo que siete personas han comparecido ante un magistrado local. Son acusadas de complicidad en homicidio en relación con un acto terrorista. Y, por asociación criminal hay una de 14 años y una de 15.
Las averiguaciones indicaron que el autor del crimen sabía el nombre del docente, el nombre y la dirección de la escuela Conflans-Sainte-Honorine. Pero no lo había visto, ni tenía forma de ubicarlo, refirió el fiscal.
El asesino manejó más de 80 kilómetros para dar con su víctima. Además, se valió de engaños y artimañas para obtener información de los alumnos del colegio. Les ofreció euros a cambio de dar con el profesor.
Estas siete personas formaban parte de un grupo de 16 sospechosos, en los cuales estaban incluidos cinco adolescentes. Luego de los interrogatorios, 9 quedaron libres. Sin embargo la fiscalía antiterrorismo consideró con lugar, juzgar a los chicos de 14 y 15 años por complicidad con el asesino.
La treta del asesino para dar con el profesor Paty
En cuestión de horas cambiaron muchas vidas y percepciones. Entre ellas, la de estos menores de edad que, sin contar con madurez y con la vulnerabilidad propia de la adolescencia, están envueltos en este hecho que sigue sacudiendo al mundo. Y que los marcará el resto de sus vidas.
El viernes 16 de octubre, el terrorista se coló entre los estudiantes y buscó conversación entre los chicos de secundaria. Para despistarlos les dijo que lo ayudaran a conseguir al profesor Paty, que quería convencerlo de grabar un vídeo en el cual se disculpara por el asunto de las caricaturas de Mahoma que días atrás había comentado a sus alumnos, en su clase de libertad de expresión. A cambio, empezó a repartir billetes de a 10 dólares entre los muchachos.
Señalan testimonios del encuentro, comentados por las autoridades, que cuando el maestro salió, estaba advertido que alguien lo esperaba. No está claro si hubo un diálogo y qué sucedió después. Pero Anzorov lo siguió camino a su domicilio y lo atacó con saña con un cuchillo de cocina de 35 centímetros. En el suburbio de Conflans-Sainte-Honorine, a las 17:00 horas.
El asesino luego difundió en Twitter la espeluznante foto de la cabeza seccionada y un texto de reivindicación.
Libertad de expresión, redes sociales
Francia despidió a este docente con honores e hizo un alegato de los valores republicanos frente al fundamentalismo y el extremismo. Así como de la libertad de expresión en ese país.
El presidente Emmanuel Macron, ofreció este miércoles un homenaje al profesor decapitado, en la sede de la prestigiosa Universidad de La Sorbona. Dijo que Francia «no renunciará a las caricaturas» y proseguirá «el combate por la libertad» que Samuel Paty encarnaba. Al homenaje, de carácter profundamente sobrio y respetuoso, acudieron personalidades de todo tipo de la política francesa, familiares y compañeros del maestro.
Mientras tanto, las investigaciones judiciales continúan sobre el crimen del profesor Paty, su asesino y los cómplices. Y queda pendiente el juicio a cinco adultos y dos adolescentes.
La juventud del asesino como el de algunos de sus cómplices ha impactado a muchos. El analista de seguridad, Julián Mateos, dijo que son jóvenes que se radicalizan en sus habitaciones con un simple acceso a Internet. «Esto envuelve un problema de falta de integración o abandono social que hace que estos jóvenes que son franceses no se sientan identificados con su país y lo ataquen», explicó.
La solución a este problema es “compleja”. Requiere una educación que intente cortar esa radicalización en los pensamientos antes de que se produzca.
Entretanto, el vocero del gobierno francés, Gabriel Attal, señaló que las redes sociales «tienen una responsabilidad». En su opinión «las cosas empezaron en las redes sociales y terminaron en las redes sociales».
Los investigadores han encontrado conversaciones por WhatsApp entre Brahim C., uno de los padres que denunciaron la clase de Paty y el asesino.
El asesino de Paty recibió su certificado de refugiado el 4 de marzo de 2020 y un permiso de residencia válido hasta marzo de 2030. Vivía en Évreux (Eure). Era desconocido para los servicios antiterroristas, pero conocido por actos de derecho consuetudinario.
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