Por Efe
21/09/2016
María Villar Galaz fue hallada sin vida el jueves pasado -dos días después de su secuestro- en un riachuelo, atada de pies y manos, y con una bolsa en la cabeza que le causó la muerte por asfixia, ha afirmado a Efe el subprocurador del Estado de México, Germán García.
En una entrevista en sus oficinas de Toluca, capital del Estado de México, aledaño a la capital, García dijo que la policía encontró el cadáver de la joven, sobrina del presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, a las 18.00 horas locales (23.00 GMT) del día 15 de septiembre en una comunidad aislada.
Ese día, «en una comunidad llamada Mirasol, en el municipio de Santiago Tianguistenco, aparece una mujer, que no estaba identificada, de aproximadamente 35 o 40 años», concretamente «en un canal de aguas residuales, esposada en las manos, encadenada de los pies, y con una bolsa en la cabeza, ya fallecida», detalló.
García reveló que hasta este martes no supo que se trataba de un secuestro, cuando el marido de María Villar y otro familiar cercano, que tienen intención de llevarse el cuerpo en las próximas horas, identificaron el cadáver en el Servicio Médico Forense (Semefo) de la Procuradoría (Fiscalía) del Estado de México.
María Villar Galaz fue secuestrada tras tomar un taxi el martes 13 de septiembre, hace una semana, en el centro comercial de la zona capitalina de Santa Fe, frente a las oficinas de IBM México, donde trabajaba, y su muerte se produjo un día después, según los estudios periciales, detalló el subprocurador.
La fiscalía sostiene que el fallecimiento se produjo por «sofocación de vías respiratorias». La víctima «no tenía golpes en el cuerpo» y «no tenemos dato de que haya habido un ataque sexual», agregó García. Además, la encontraron vestida y sin documentos. «Abrimos una investigación por un homicidio porque no teníamos conocimiento de que había sido un secuestro, aunque existían evidencias, por las cadenas, por las esposas, de que podría tratarse de un secuestro», matizó.
Consideró «un caso atípico que secuestren en la Ciudad de México y vengan a dejar a la víctima aquí», en el estado vecino, y poco frecuente que la víctima sea una ciudadana extranjera.
«Ahora trabajaremos de manera coordinada con las autoridades federales, quienes llevan la investigación del secuestro», adelantó en alusión a las labores de investigación que ha iniciado la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía).