Las mascarillas se han convertido en fuentes de inspiración de artistas en el mundo. En Filipinas y Marruecos estos profesionales de las artes plásticas han volcado su talento en pequeños trozos de telas para el disfrute de todos, y para darle algo de vida a sus mermados bolsillos en el confinamiento.
Los cubrebocas o tapabocas son ahora un artículo de primera necesidad en los que diseñadores y artistas despliegan sus destrezas e inimaginables habilidades.
En Filipinas, un artista especializado en efectos especiales está maximizando su trabajo con el diseño y elaboración de mascarillas terroríficas. René Abelardo trabaja desde los 17 años de edad en el maquillaje prosético para producciones de cine y televisión .
Al ver estancados sus ingresos por el aislamiento social sanitario se inspiró en las películas de terror, que conoce muy bien, y se ha dedicado en estos meses a crear mascarillas intimidantes que se han popularizado.
«Estas mascarillas «asustan» no solo a quienes las ven, sino también al coronavirus», dice Albelardo entre sonrisas.
Con la ayuda de sus amigos, el artista ha vendido decenas de máscaras moldeadas, de monstruos a zombis, pasando por el diablo y el «Joker». Actualmente, recibe cientos de pedidos de toda Filipinas.
Las mascarillas se extienden hasta la línea de la mandíbula y hasta las orejas y están forradas con un tejido de tela convencional. Fueron un éxito instantáneo cuando aparecieron por primera vez en las redes sociales. Los «me gusta» fueron por miles.
«Intenté usar la máscara que hice sólo por diversión. Mi hija me vio y me preguntó si podía sacar una foto y publicarla en Internet. Unas horas más tarde la publicación se volvió inesperadamente viral y el resto es historia», contó sorprendido por su éxito. Abelardo proviene de una familia de pintores y escultores.
Artistas crean sorprendentes mascarillas
Unos veinte artistas marroquíes, de distintas escuelas y corrientes, han cambiado los lienzos por la tela y han convertido en arte las mascarillas que se deben utilizar de manera obligatoria para contener la propagación del SARS-CoV-2.
Por el confinamiento, han dejado a un lado sus exposiciones y la interacción con su público y decidieron poner en juego su imaginación y convertir las telas en obras de arte para llevarlas puestas todo el día.
Los artistas afinan sus pinceles y los untan en pinturas de aceite, para que las mascarillas sean lavables. Cada una les lleva de tres a cuatro horas. Son alegres, reflexivas o muy culturales. Todas artísticas.
El grupo ha decidido hacer una particular exposición a través de Internet. “Salirnos de la rutina. Nos divertimos y somos útiles”, dijo uno de los artistas
La Mona Lisa con mascarilla
Las calles de Barcelona tan llenas de arte, colorido y singularidad. Cuentan con una pintada que tiene a muchos reflexivos y lelos. Se trata de un dibujo de la Mona Lisa con mascarilla, del artista callejero TV Boy.
La ilustración la realizó tras la cancelación del Mobile World Congress. La sonrisa de La Mona Lisa no se ve, hay que intuirla. Cubre su rostro para evitar el contagio del coronavirus.
El artista acumula una amplia obra que ha sido expuesta en salas de museos y galerías privadas, como en el Pabellón de Arte Contemporáneo de Milán o el Museo Andy Warhol de Porto Cervo. Y en galerías en países como Colombia, Suiza, Líbano, Estados Unidos o Italia. Así como TV Boy, hay otros muros en Barcelona pintados con imágenes con mascarillas.
Y en muchas otras ciudades de Europa. Inglaterra y Escocia muestran paredes alusivas a la crisis sanitaria. Perpetúan es momento tan complejo para la humanidad.
Lee también: