El sector artístico en Cuba sigue sufriendo el abandono y la poca respuesta de las autoridades. La organización 27-N, un grupo de artistas cubanos que exigen mejoras en las condiciones de trabajo y más libertades, han realizado una serie de protestas a pesar de la represión del régimen. En la última, los manifestantes sufrieron agresiones por parte de funcionarios del Ministerio de Cultura.
En noviembre del 2020 hubo avances favorables para en el sector. Miembros del 27-N lograron una reunión con el viceministro de Cultura, Fernando Rojas, donde expusieron sus reclamos. Después la comunicación entre las partes volvió a ser nula.
Esta semana estaba programada una reunión entre el viceministro y tres portavoces del grupo, la curadora Solveig Font, el dramaturgo Yunior García y la artista visual Camila Lobón. Sin embargo, funcionarios policiales comenzaron a detener a los artistas antes de que salieran de sus casas para congregarse en el parque 13 de Marzo.
A raíz de las detenciones, los demás miembros del grupo se movilizaron hasta el Ministerio de Cultura y que los liberaran. El viceministro pidió a los protestantes finalizar la concentración por «incumplir los protocolos sanitarios de la COVID-19», una medida que ha utilizado el Gobierno cubano para intensificar la represión y el control ciudadano.
Bloqueo de las redes durante las agresiones
Alpidio Alonso Grau, ministro de Cultura, llegó a la concentración con el fin de disolverla. Al ver la cantidad de teléfonos celulares que lo estaban grabando ordenó que se borraran las grabaciones y arremetió contra los manifestantes. El video del incidente se viralizó en las redes sociales.
En simultaneo a lo que estaba ocurriendo, Net Blocks, la organización que da seguimiento a la ciberseguridad y gobernanza del Internet, denunciaba el bloqueo y ralentización de plataformas de Internet durante las protestas. Lo mismo ocurrió en el mes de noviembre cuando comenzó el movimiento de los artistas.
Ministerio de Cultura denuncia «provocación»
Las autoridades emitieron un comunicado para fijar posición. En el documento afirman que los artistas «se caracterizan por su actitud provocadora». También dijeron que «medios pagados por agencias federales de Estados Unidos financian las protestas».
Asimismo, justificaron la represión a los artistas su decisión «francamente irresponsable» de no abandonar la protesta. El Ministerio de Cultura afirmó su «voluntad de diálogo», igualmente su decisión de que jamás se reunirán con «provocadores y mercenarios».
El mundo condena la represión en Cuba
Poco tiempo pasó para que la comunidad internacional condenara las acciones de las autoridades cubanas. En Madrid, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos pidió a la Unión Europea y a Estados Unidos sanciones contra los implicados. Denunciaron que el ministro y sus viceministros participaron directamente en actos de violencia que comprometen los derechos humanos de los manifestantes. También exigieron la dimisión de Alonso Grau de su cargo.
José Miguel Vivanco, el director para las Américas de Human Rights Watch, advirtió la gravedad de la agresión por parte de un funcionario de Gobierno y la poca posibilidad de repercusiones en su contra.
La lucha de los artistas seguirá
Desde Facebook el grupo 27-N confirmó que seguirán protestando hasta lograr sus objetivos: respeto y reconocimiento al sector. También instan a las autoridades a frenar la represión y a liberar a las 19 personas, entre artistas y periodistas, que siguen detenidas.
Sobre el comunicado del Ministerio de Cultura, el grupo respondió que busca un diálogo respetuoso que deje las ideologías a un lado para el bienestar de los cubanos. Aclararon que las protestas se seguirán realizando de manera pacífica y cívica pero comprometida por la libertad.
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