Violentas protestas continuaron la noche de este viernes en Belgrado, luego de una semana agitada de manifestaciones contra el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, y las políticas gubernamentales, incluido su manejo en la crisis del coronavirus.
En una nueva jornada de disturbios, la policía se enfrentó a miles de manifestantes con equipos antidisturbios y unidades montadas. Se desplegaron alrededor del parlamento para evitar que los opositores de Vucic lo asaltaran. Los jóvenes arrojaron piedras y bengalas a la policía y corearon «No renunciaremos a Kosovo», «Vucic Ladrón».
Las manifestaciones se iniciaron este lunes en forma pacífica, impulsadas por las medidas económicamente sofocantes para contener la pandemia. Las amenazas oficiales de decretar un toque de queda o arreciar el confinamiento también provocaron rechazo. Pero luego se extremaron hasta exigir la renuncia de Vucic.
Serbia, con 7 millones de habitantes, reporta 17.728 casos confirmados de la COVID-19 y 370 muertes. Sin embargo las autoridades observan un repunte en el número de contagios.
La primera ministra, Ana Brnabic, dijo que «los hospitales están llenos de enfermos». Por tanto, las protestas representan un gran riesgo para la salud, porque no respetan distanciamiento social.
Contrariamente, los críticos dicen que las decisiones del gobierno apuntan al alza de infectados. En mayo permitió la reanudación de partidos de fútbol, festividades religiosas y reuniones privadas.
También autorizaron las elecciones parlamentarias del 21 de junio. Los opositores consideran que todas esas decisiones tienen la culpa del nuevo aumento de las infecciones.
Serbia es el primer país de Europa que ha celebrado comicios desde que se declaró la pandemia. Varios partidos boicotearon la votación para protestar por el control del conservador Vucic, líder del Partido Progresista Serbio (SNS), sobre los medios de comunicación, que, según ellos, no les dio suficiente cobertura.
Arrecian protestas en Belgrado aunque Vucic reculó
El Gobierno serbio reculó aplicar medidas de confinamiento para evitar la propagación del coronavirus. Pero la decisión, dirigida a aquietar las protestas, no logró su cometido.
El comité de crisis del gobierno acordó, en su lugar, prohibir reuniones de más de diez personas. Además, restaurantes, cafés, tiendas y centros comerciales deberán permanecer cerrados desde las 21.00 horas de la noche hasta las 06.00 de la mañana siguiente.
«El confinamiento habría sido una medida más eficiente pero hemos decidido dar este paso intermedio», indicó Brnabic. La funcionaria no descartó los cierres más adelante, si el conjunto de medidas no da resultados.
Las protestas en Belgrado, implican, de hecho, un desconocimiento de la medida que prohíbe reuniones de más de diez personas.
En estas manifestaciones participan grupos muy heterogéneos. Desde los pacíficos que reivindican mayores estándares democráticos a los de extrema derecha. Hasta el momento no se ha conseguido una articulación concreta de sus reivindicaciones, reseñan las agencias.
Grecia cierra sus fronteras
Grecia prohibió la entrada de turistas serbios, tras el repunte de casos de coronavirus registrados en los últimos días. La medida comenzó a regir el 6 de julio.
Según informó la viceportavoz del Gobierno, Aristotelía Peloni, la prohibición estará vigente hasta el 15 de julio, pero podría extenderse en función de la evolución.
Tan solo quedarán excluidos casos excepcionales de personas que deban viajar forzosamente, por ejemplo, por motivos profesionales, indicó.
Con ello, Grecia reacciona al aumento de casos en Belgrado, que llevó al Gobierno serbio a imponer medidas restrictivas. Especialmente en contra la propagación de la COVID-19 en la capital, donde se registra el 80 % de todos los casos del país. Acciones que han derivado en fuertes protestas en Belgrado.
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