Por Javier Molins
ACTUALIZADO 24/02/2016
2016 va a ser un año clave para la Feria de Arte Contemporáneo ARCO, no sólo porque se cumplen 35 años desde su fundación, sino porque con este motivo van a volver muchas galerías a una cita que ha sufrido en sus propias carnes la crisis económica como ninguna otra en el mundo. Su director, Carlos Urroz, que ya lleva cinco años en el cargo, corrobora la importancia de este certamen que se celebra este mes del 24 al 28 de febrero en Feria de Madrid pues, tal y como afirma, “nunca habían participado en una misma edición galerías y artistas tan prestigiosos”.
Entre esas reputadas galerías, se encuentra la londinense Lisson Gallery, responsable en gran parte del éxito de escultores británicos como Anish Kapoor o Tony Cragg o del artista chino Ai Weiwei. Sin embargo, tal y como indica el director de esta galería, Claus Robenhagen, el interés por ARCO reside en poder “conectar con el mercado hispano”. Porque en el mundo del arte todo lo hispano cotiza al alza. “Representamos a muchos artistas latinoamericanos como Allora y Calzadilla, Carmen Herrera, Pedro Reyes o los españoles Ángela de la Cruz y Santiago Sierra”-señala Robenhagen- “y España siempre ha tenido una muy buena relación con los países latinoamericanos”. De estos, México es uno de los mercados más fuertes. Kurimanzutto y OMR, las dos galerías más importantes del país azteca, estarán este año presentes en ARCO.
La directora de OMR, Kerstin Erdmann, indica que es la primera vez que acuden a la feria pero “tenemos muchas esperanzas”. OMR representa a artistas mexicanos como José Dávila o Gabriel de la Mora así como a otros internacionales del nivel de James Turrell o Candida Höfer, y es una habitual de ferias tan importantes como todas las ediciones de Art Basel (Hong Kong, Basilea y Miami), por lo que su presencia junto con la de otras importantes galerías como Thaddeus Ropac, Marian Goodman o Lelong (una de las que siempre ha apostado por ARCO) confirman la expectación que ha creado el 35 aniversario de este evento español. Según Carlos Urroz, esta fecha señalada “está atrayendo a importantes coleccionistas de todo el mundo que confiamos que vuelvan en futuras ediciones”. Como afirma Urroz, “se abre una nueva etapa para ARCO, consolidada a nivel nacional pero con nuevos retos en el extranjero, como ARCO Lisboa y la implantación en Europa y América”.
Sin embargo, no hay que olvidar la función que ha cumplido esta feria en el pasado. “La feria ha supuesto un factor importante para la aceptación del arte contemporáneo por el gran público. Lo que en otros países han logrado bienales o museos, en la España de la Transición lo consiguió ARCO”, asegura el director de la cita madrileña.
Y es que si repasamos el álbum de fotos de los 35 años de este encuentro con el arte, podemos encontrar miembros de la Casa Real (la monarquía española siempre ha apoyado este evento con su presencia); presidentes del Gobierno como Felipe González o José María Aznar (uno de los más asiduos) y de otros países como Lionel Jospin, Vicente Fox o José Manuel Santos; nobles como la Duquesa de Alba o el Barón Thyssen, y todo ese mundo que ahora se engloba en el epígrafe de celebrities y que abarca desde cineastas como Pedro Almodóvar hasta futbolistas como Luis Figo, pasando por modelos como Laura Ponte, arquitectos como Norman Foster, toreros como Cayetano Rivera o cantantes como Víctor Manuel y Ana Belén.
Una presencia que viene a demostrar que ARCO ha sido mucho más que un lugar donde se vendían y compraban obras de arte, ha sido también un lugar en el que dejarse ver. Algo que ayudó en un principio a promocionar la feria y, por consiguiente, el arte contemporáneo pero que, con el paso del tiempo, supuso un lastre para el desarrollo de una feria que parecía más interesada en aumentar cada año el número de visitantes, en lugar de aumentar las ventas de las obras de arte, que es la principal función de todo feria que se precie.
El artista Alberto Corazón, que ha estado presente en ARCO desde su inicio, señala que el certamen “contó con un gran éxito de público desde la primera convocatoria, pero no tanto con el de los agentes del mercado, que no acababan de entender las adherencias académicas que desviaban su identidad de feria a acontecimiento cultural”. Para este prestigioso creador, que ha expuesto su obra en museos nacionales e internacionales, “esta cita tendría que reconstruir el puente aéreo con Latinoamérica, cuyo mercado está fagocitando la poderosa Miami Art Basel, y ayudar a la promoción de otras ferias alternativas, que simultáneamente se celebran en Madrid. Ser el buque insignia de la creación española”.
La llegada de Carlos Urroz a la dirección hace seis años (un hombre proveniente del mundo de las galerías) ha dotado de mayor profesionalidad a la feria y ha recuperado ese espíritu de puente con Latinoamérica, como se pudo comprobar en la reunión que ARCO organizó en Miami Art Basel con un buen número de coleccionistas latinoamericanos encabezados por Jorge Pérez (fundador del Pérez Art Museum de Miami). Unos coleccionistas que este año encontrarán en las 221 galerías de 26 países que aglutina el certamen cuyo principal objetivo es que éstos compren sus obras de arte. Al fin y al cabo, no debemos olvidar que, como dijo Walter Benjamin, “la propiedad privada es la relación más íntima que uno puede tener con los objetos”.