Arabia Saudí, uno de los principales productores mundiales de petróleo y mayor socio de la OPEP, espera generar un 50% de energía renovable para 2030. Decisión que estará acompañada de una masiva plantación de 10.000 millones de árboles en las próximas décadas. Este giro a su actividad económica fundamental, como lo son la producción y exportación de crudo, se corresponde con un ambicioso proyecto denominado “Iniciativa Verde Saudí”, dirigido a combatir el cambio climático y la reducción de las emisiones de dióxido de carbono.
“Como productor líder de petróleo a nivel mundial, somos plenamente conscientes de nuestra responsabilidad en el avance de la lucha contra la crisis climática. Y de nuestro papel pionero en la estabilización de los mercados de energía durante la era del petróleo y el gas. Por eso trabajaremos para liderar la próxima era verde”, dijo el príncipe heredero Mohammed bin Salman.
Tras las reducciones de la OPEP y OPEP+, la producción de petróleo de Arabia Saudí se ha contraído en los últimos años. En 2020, disminuyó aún más debido a la baja demanda causada por la pandemia, Se redujo a 3,3 millones de barriles por día. Estas caídas afectan su economía, pues el crudo es responsable de alrededor del 42% del PIB del país.
Antes de este ciclo inestable del mercado, los árabes se anticiparon al futuro del planeta, desde el punto de vista del negocio, la economía y el medioambiente. En 2018, el reino llegó a un acuerdo con el gigante SoftBank Group Corp para construir una mega planta solar en el desierto, tal vez la más grande del mundo. Invertirá inicialmente 200.000 millones de dólares en su desarrollo.
Arabia Saudí está tratando de diversificar su economía más allá del petróleo. Se apresta a manejar las energías renovables cuando el hidrocarburo no se use.
Arabia Saudí reorienta el negocio hacia energías renovables
Mohammed bin Salman dijo que Arabia Saudí y la región enfrentan muchos desafíos ambientales, como la desertificación. Esto representa una amenaza económica ya que cada año se drenan 13 mil millones de dólares por tormentas de arena. Además, la contaminación del aire por gases de efecto invernadero ha reducido en promedio un año y medio la edad de los ciudadanos.
Por lo tanto, se trabajará mediante la “Iniciativa Verde Saudí” para aumentar la cobertura vegetal, aseguró. Reducir las emisiones de carbono, la degradación de la tierra y preservar la vida silvestre.
Asimismo, se trabajará para elevar el porcentaje de áreas protegidas a más del 30% de su superficie terrestre, que se estima en 600.000 kilómetros cuadrados. Superando de esta forma la actual meta global de proteger el 17% de las tierras de cada país. Así como de varias iniciativas dedicadas a proteger el medio marino y costero.
El príncipe añadió que “la Iniciativa Verde Saudí reducirá las emisiones de carbono en más del 4% de las contribuciones globales. A través de proyectos de energía renovable que proporcionarán el 50% de la producción de electricidad en Arabia Saudí para el 2030. Y proyectos en el campo de tecnologías de hidrocarburos limpios que eliminarán más de 130 millones de toneladas de emisiones de carbono. Aparte de elevar la tasa de desviación de desechos de los vertederos al 94%.
Reducir en 60% las emisiones de carbono derivadas del crudo
Arabia Saudí está decidido a tener un impacto global duradero. Impulsará la Iniciativa Verde al Medio Oriente junto con los países del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo.
Al mismo tiempo, buscará en asociación con los países del Medio Oriente plantar 40 mil millones de árboles adicionales en la región. Esto indica que el programa tiene como objetivo plantar 50 mil millones de árboles, convirtiéndolo en el programa de reforestación más grande del mundo. Con el doble del tamaño de la Gran Muralla Verde en la región del Sahel.
Por otra parte, la participación de la producción de energía limpia en el Medio Oriente no supera el 7% en la actualidad y que las tecnologías utilizadas en la producción de petróleo en la región no son eficientes.
En ese sentido, Arabia Saudí trabajará con estos países para transferir conocimientos y compartir experiencias que contribuirán a una mayor generación de renovables. Y reducir las emisiones de carbono derivadas de la producción de petróleo en la región en más del 60%.
Estos esfuerzos conjuntos lograrán una reducción de las emisiones de carbono en más del 10% de los aportes globales.
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