Arabia Saudita retorna a su metodología tradicional de control de mercado, abandonando la política de guerra de precios del petróleo, que lanzó en 2014. El reino reveló a principios del año 2019 que recupera la táctica de modificar su volumen de bombeo para influir en los precios del crudo.
Efecto de la guerra de precios del petróleo
Dentro de esta guerra de precios del petróleo, los suministros de crudo de la OPEP cedieron a su menor nivel en cuatro años en abril. Ello, debido a disminuciones involuntarias en la producción de Irán y Venezuela ante sanciones de Washington y a las restricciones al bombeo dispuestas por Arabia Saudita.
La OPEP, Rusia y otras naciones aliadas, conocidos como el bloque OPEP+, acordaron en diciembre reducir los suministros en 1,2 millones de bpd diarios desde el 1° de enero. El volumen correspondiente al grupo en recortes es de 800.000 bpd, aunque se excluyen Irán, Libia y Venezuela.
En abril, los 11 miembros de la OPEP sujetos a los recortes reportaron un nivel de cumplimiento del pacto de 132 por ciento, una cifra que se compara con el 145 por ciento estimado en marzo, en medio de un aumento de la producción en Nigeria y a pequeños incrementos en Arabia Saudita e Irak.
Pero, fuera de la guerra de precios del petróleo, la baja de suministros de dos productores eximidos del acuerdo de recortes (Irán y Venezuela) compensó con creces estos incrementos.
Irán sufrió el mayor declive del bombeo, al caer 150.000 bpd ese mes.
Expectativas a futuro
El ministro de Energía de Arabia Saudita, Khalid al-Falih dijo a principios de mayo que es prematuro decir si existe un consenso entre la Opep y sus aliados para extender los recortes de suministro petrolero, aunque una reunión el mes junio será clave.
Al Falih, aseguró que el mercado petrolero está en vías de equilibrio. Por ello, los países productores de petróleo no necesitarán reducir más su producción, agregó.
Así mismo, Kirill Dmitriev, director del fondo de inversión directa estatal de Rusia, dijo que su país apostará por un alza del bombeo cuando se reúna con el grupo en junio. Esta visión se enmarca en la mejora de las condiciones del mercado y el declive de los inventarios.
En los últimos meses, Dmitriev dijo que aún era demasiado pronto para poner fin a los recortes de producción. Con ello, se hace eco de la posición de Arabia Saudita, que juega el rol de líder de facto de la Opep.
En medio de esta guerra de precios del petróleo, la Casa Blanca ha dicho que Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos trabajarán para compensar la diferencia de inventarios en el mercado. De esta forma, ambas naciones, cercanos aliados de Estados Unidos, buscarían garantizar que los mercados mundiales no sean sacudidos.
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