Luego de ser víctima de una desaparición forzada y pasar 18 meses detenida, el tribunal antiterrorista de Arabia Saudí condenó a la joven activista Manahel al-Otaibi la condenada a 11 años de prisión por su elección de vestimenta y defender los derechos de las mujeres.
Manahel, de 29 años de edad, es instructora de fitness, activista defensora de los derechos humanos y bloguera. Su actividad en redes sociales le costó la libertad. La apresaron en noviembre de 2022 por subir unas fotos a Snapchat en las que aparecía en un centro comercial sin abaya (vestido largo tradicional) y pidiendo el fin de la tutela masculina. Ahora enfrenta cargos de a ley antiterrorista saudí que incluyen “oponerse a las leyes relacionadas con las mujeres, como el sistema de tutela masculina y la ley del hijab”; “participar en varios hashtags que se oponen a estas leyes, en particular ‘isqaat al-wilaaya’ (‘abolir la tutela masculina’)»; «tener varias fotos y videoclips con ropa indecente en (sus) cuentas (de redes sociales)», e «ir a las tiendas sin usar una abaya, fotografiar esto y publicar en Snapchat”.
Funcionarios sauditas confirmaron en una declaración dirigida al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, que Manahel al-Otaibi fue sentenciada el 9 de enero por lo que el gobierno de ese país llamó “delitos terroristas”.
Su condenada se realizó en una vista secreta ante el tribunal antiterrorista, denunció Amnistía Internacional. Y declarada culpable de cargos relacionados con una ley antiterrorista saudí que tipifica como delito el uso de sitios web para “difundir o publicar noticias, declaraciones, rumores falsos o malintencionados. O similares para cometer un delito terrorista”.
Arabia Saudí condena activista por derechos de la mujer
En Arabia Saudí decenas de personas, muchas de ellas mujeres, son encarceladas en los últimos dos años en relación con publicaciones en las redes sociales. El caso de Manahel al-Otaibi ha estado en manos del Tribunal Penal Especializado, creado para juzgar delitos de terrorismo y dictaminar condenas incluso de muerte. Como la impuesta a Mohammad bin Nasser al Ghamdi. Un profesor retirado de 54 años, sentenciado a muerte por su actividad pacífica online en Twitter y YouTube.
En los últimos años Arabia Saudí ha intentado mostrar al mundo algunos avances en materia de derechos humanos de la mujer. Al permitir su incorporación al mercado laboral y, a tomar decisiones que antes estaban reservadas a los hombres. Pero, en la realidad, esos avances son minúsculos cuando se registran detenciones y encarcelamientos.
Amnistía Internacional y ALQST recordaron que Manahel al-Otaibi fue una de las primeras partidarias de las reformas sociales y económicas promulgadas por el príncipe heredero Mohammed bin Salman después de que su padre, el rey Salman, lo nombrara heredero al trono en 2017.
Dos años más tarde, Manahel dijo a la emisora alemana Deutsche Welle que se sentía libre de vestir lo que quisiera y expresar sus puntos de vista. También explicó que su comportamiento se basó «en lo que el príncipe heredero ha dicho, que tengo derecho a elegir lo que quiero ponerme, siempre que sea respetable».
En noviembre de 2022, arrestan a la activista y la ponen a la orden del tribunal antiterrorista de Arabia Saudí por cargos de terrorismo. En medio de una represión intensificada contra la disidencia en línea. Entre los cargos que enfrenta la joven incluyen “oponerse a las leyes relacionadas con las mujeres, como el sistema de tutela masculina y la ley del hijab”.
Desaparición forzada y maltratos
Según el sistema de tutela masculina de Arabia Saudí, el padre, hermano, marido o hijo de una mujer tiene la autoridad para tomar decisiones críticas en su nombre sobre el matrimonio, el divorcio y sus hijos.
La hermana de Manahel, Fawzia, enfrentó cargos similares, pero huyó del país en 2022 después de ser citada para ser interrogada.
Human Rights Watch y Amnistía Internacional llevan años abogando por los derechos de la mujer saudí. El Día Internacional de la Mujer en 2023 explicaron cómo la primera Ley sobre el Estatuto Personal codificada en Arabia Saudí consagra la tutela masculina sobre las mujeres. Y afianza un sistema de discriminación por motivos de género en la mayoría de los aspectos de la vida familiar. Además, la nueva ley no protege adecuadamente a las mujeres de la violencia doméstica.
A Manahel le aplicaron una “desaparición forzada” en noviembre de 2022, denunciaron las organizaciones de derechos humanos. Fue el 14 de abril de 2023 cuando la activista pudo hablar por teléfono con su familia. Ella les dijo que estaba recluida en régimen de aislamiento en la prisión de Al Malaz con una pierna rota al haber sido brutalmente golpeada durante su detención. Las autoridades lo niegan.
Su caso sigue a una serie de procesos similares. Decenas que mujeres sauditas han recibido sentencias draconianas por usar cuentas de redes sociales para expresarse. Entre ellas se encuentran Salma al-Shehab, condenada a 27 años, Fatima al-Shawarbi, condenada a 30 años. Así como Sukaynah al-Aithan, condenada a 40 años, y Nourah al-Qahtani, condenada a 45 años.
Amnistía Internacional y ALQST han pedido a las autoridades sauditas que liberen inmediata e incondicionalmente a al-Otaibi. Argumentaron que su encarcelamiento “contradice directamente la narrativa de las autoridades sobre reforma y empoderamiento de las mujeres”.
Decisión injusta, cruel y terrible
La jefa de defensa de ALQST, Lina al-Hathloul, dijo que la condena a la activista por parte del tribunal antiterrorismo de Arabia Saudí, es absolutamente arbitraria y contraria al mensaje que ha dado el reino.
«Al arrestarla y ahora imponerle esta escandalosa sentencia, las autoridades saudíes han dejado al descubierto una vez más la naturaleza arbitraria y contradictoria de sus supuestas reformas. Y su continua determinación de controlar a las mujeres de Arabia Saudita», dijo.
Asimismo, Bissan Fakih -responsable de campañas de Amnistía Internacional sobre Arabia Saudí- rechazó la sentencia.
“La condena de Manahel y su sentencia de 11 años es una injusticia terrible y cruel. Desde el momento del arresto, las autoridades la han sometido a un catálogo implacable de abusos. Desde detención ilegal por apoyar los derechos de las mujeres hasta la desaparición forzada durante más de cinco meses. En la prisión otros reclusos la sometieron a repetidas palizas”, afirmó. “Con esta sentencia, las autoridades saudíes han puesto de manifiesto la vacuidad de sus tan publicitadas reformas en materia de derechos de las mujeres de los últimos años. Y han demostrado su escalofriante compromiso de silenciar la disidencia pacífica”
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