Arabia Saudí anunció su intención de ampliar su abanico de posibilidades energéticas mediante el lanzamiento de un plan de enriquecimiento de uranio que le permita alimentar su incipiente programa nuclear.
El anuncio lo hizo el príncipe Abdulaziz bin Salman, quien el domingo fue designado como nuevo ministro de Energía del reino. En una conferencia en el Congreso Mundial de Energía, en Abu Dhabi (capital emiratí), declaró: “Estamos procediendo con cautela pero sin pausa. Estamos experimentando con dos reactores nucleares”.
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— TechGraph (@itstechgraph) 8 de septiembre de 2019
Uranio con posibles destinos militares
Aunque en principio el funcionario saudí manifestó que el plan tiene como propósito la producción de energía, en un futuro el enriquecimiento de uranio podría enrumbarse hacia destinos militares. El anuncio se hizo bajo un clima de desconfianza en Riad, debido a los crímenes que se cometen en Yemen.
Oficialmente, Arabia Saudí, el mayor productor de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), golpeado por los bajos precios del barril de crudo, ha esgrimido que precisa de la energía atómica para diversificar su mix energético.
En 2011, las autoridades saudíes anunciaron un plan para establecer los dos primeros reactores nucleares en un lapso de 10 años. Y posteriormente instalar dos cada año hasta sumar 16 en 2030, con una capacidad nuclear de 17,6 gigavatios.
Con anuencia de la Casa Blanca
Algunos medios de comunicación han revelado que la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, autorizó a algunas empresas de su país a intercambiar información sensible sobre enriquecimiento de uranio con la nación petrolera.
Días antes, el príncipe heredero y entonces ministro de Defensa, Mohamed bin Salman, había advertido en una visita a EEUU que el reino árabe tenía intención de explorar un programa de desarrollo de armas nucleares si Irán, su principal rival en Oriente Próximo, seguía avanzando por ese camino.
Riad ha presentado a concurso varias contratos para enriquecimiento de uranio. En los mismos han participado no solo empresas norteamericanas, sino de Rusia, Corea del Sur, China y Francia. Si las empresas estadounidenses resultan seleccionadas, la corona saudí deberá firmar un acuerdo mediante el cual se compromete a que sus centrales nucleares producirán únicamente energía para consumo civil.
Un alto funcionario estadounidense presente en la conferencia declaró que su nación desearía suscribir ese pacto. “Es importante para nosotros, con respecto a la tecnología de Estados Unidos, que vamos a buscar un acuerdo 123”. Así lo reveló Dan Brouillette, subsecretario del Departamento de Energía.
Join me LIVE as I deliver the keynote address at # WEC14 to discuss America’s energy independence, energy security, and the stability of global oil markets. https://t.co/gYhl2lA1Cb
— Dan Brouillette (@EnergyDepSec) 10 de septiembre de 2019
Se trata del mismo argumento que emplea el gobierno de Irán en defensa de su programa nuclear. Con él, sin embargo, no ha logrado persuadir a la Casa Blanca. Trump, por su parte, se retiró del acuerdo de desnuclearización en 2015. Desde ese año ha dictado varias rondas de sanciones para presionar al régimen de los ayatolás.
Irán, de otro lado, ha apresurado sus actividades de enriquecimiento de uranio. Con el mismo ha logrado dotarse de armas nucleares, contraviniendo así los lineamientos tanto de EEUU como de la Unión Europea. A la fecha, solo EEUU, Rusia, China, Reino Unido, Francia, Israel, India, Pakistán y Corea del Norte disponen de armamento nuclear.
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