La Junta de Andalucía y el gobierno de Pedro Sánchez acordaron aplazar el debate de la ley para ampliar regadíos en el entorno del Parque Nacional Doñana. El proyecto legislativo es impulsado por PP-A y Vox en el parlamento andaluz y su propósito es regularizar los riegos en la comarca del Condado de Huelva, actualmente en estado crítico por la sobreexplotación de los acuíferos y la falta de lluvias.
La propuesta había tomado vigor pese a las amenazas de la UE de multar a España si procedía a legalizar más riegos. Además, de la oposición del gobierno central y el rechazo de la comunidad científica y de ecologistas. El aplazamiento de la polémica ley no significa su retirada, dijo el presidente de la Junta, Juanma Moreno (PP), luego de una reunión con la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. Explicó que se trata de una “tregua” por la que el Gobierno central y la Junta se comprometen a idear un nuevo plan para la zona.
Moreno y Ribera confirmaron que contarán con 356 millones de euros para abordar tanto la conservación del parque como un plan de impulso económico y social en la zona. Ambas partes se mostraron coincidentes en que cualquier acción en Doñana y su entorno tiene que contar con los vecinos y cuidar su desarrollo económico.
Del pacto se desprende que el PP-A decidió aplazar su proposición de ley que había diseñado para legitimar los regadíos ilegales en el entorno de Doñana. Y que podría comportar la regularización de unas 1.900 hectáreas, al conceder títulos de suelo agrícola regable a terrenos que habían quedado fuera del llamado Pacto de la Fresa del 2004. Calificados hoy como suelos de secano o forestales, según estimaciones de WWF.
Aplazan debate de la ley que amplía regadíos en Doñana
La ONG indicó que la decisión de aplazar el debate de la ley para ampliar regadíos en el entorno de Doñana y entablar un diálogo entre las partes es positivo. Es solo un primer paso ante las evidencias científicas que muestran la situación límite en que se encuentran los acuíferos y ecosistemas del Parque Nacional Doñana, agregó.
La ministra, por su parte, comentó que la intención es dialogar con todos. Incluidos los agricultores que ahora ven cómo se paraliza la ley que les iba a dar derechos de riego. “Tenemos ideas pero es vamos a hablar primero con las personas que viven en la zona. Queremos ver qué piensan y con qué medidas quieren contar ellos”, señaló.
En todo caso ni el Gobierno andaluz ni el central han marcado líneas rojas para la negociación, reseñó ABC Andalucía. No son buenas para alcanzar un acuerdo, dijo Moreno. Mientras que para Ribera, el objetivo último, es que un acuerdo definitivo sobre Doñana, les hace apelar al entendimiento siempre dentro de los márgenes de la legalidad.
El acuerdo debe servir para que no se apruebe la ampliación de regadíos en el entorno de Doñana. Porque, subrayó la ministra, al parque no solo miran los vecinos de la zona y los españoles. También “Europa y organismos internacionales”,dijo en relación a la sanción que mantiene la Comisión Europea contra España por la gestión del agua en el parque. La Unesco amaga con sancionar igualmente al país por Doñana.
Uno de los objetivos de Ribera para abrir el diálogo con la Junta, que llega tras meses de duros enfrentamientos, es que se pueda cerrar la sanción de la UE y el posible veto de la Unesco. Y sacar a Doñana del foco internacional.
Ni una hectárea más de regadío
Al decidir de manera conjunta el aplazamiento del debate de la ley para ampliar regadíos en Doñana, Juanma Moreno explicó que se hace “en beneficio de poder conversar, construir, mejorar; en definitiva, de poder avanzar”. Hugo Morán, secretario de Estado de Medio Ambiente del Ministerio de Transición Ecológica, analizó el pacto y el inicio de diálogo.
Dijo a La Vanguardia que “la Unesco ha desplazado sus equipos al territorio. Y evidentemente nadie puede ser ajeno ni inmune a esas advertencias. La propia CE sostuvo que esta iniciativa parlamentaria va justo en la dirección contraria de lo que supone el expediente de infracción. Este expediente de infracción sigue abierto. De lo que se trata es de corregir esas deficiencias para que el expediente acabe siendo archivado”.
De lo que se trata, indicó, es de “dar certidumbre al territorio de que hay posibilidades de generar actividad económica y empleo sin estar condicionados y sujetos a una dinámica de impacto de cambio climático en la provincia. Ese es el esfuerzo que hay que continuar. Y definir en qué se va a invertir. Nosotros hemos puesto sobre la mesa un techo de inversión. Pero ese techo se alcanzará o no en función de que el propio territorio genere proyectos de inversión”.
¿Ni una hectárea más de regadío? “Esa es la filosofía pero no porque sea una decisión política, no. Los datos son tozudos. No puede haber una hectárea más de regadío sencillamente porque no hay más agua”, resaltó Morán. “Tengamos en cuenta que en estos momentos la recuperación de cierta estabilidad hidrológica para Doñana se consigue mediante la aportación de recursos externos, que vienen mediante un trasvase. Y un parque nacional tiene su valor en la medida en la que sus valores endógenos le dan esas características”.