La crisis sanitaria global empujó al mundo académico, científicos y laboratorios del mundo a buscar una salida a la emergencia. En tiempo récord varias farmacéuticas, adelantaron investigaciones y protocolos, hasta dar con las vacunas. BioNtech, que punteó entre esos tratamientos, anuncia que una vacuna contra el cáncer podría estar lista antes de 2030.
Las vacunas basadas en el ARN mensajero (ARNm) han ayudado a poner freno a la COVID-19, una tecnología que, sin embargo, fue concebida inicialmente para intentar desarrollar vacunas contra el cáncer. Un fértil campo de investigación gracias al mejor conocimiento del sistema inmune y los desarrollos técnicos, indicó la agencia Efe en agosto.
Ahora, los fundadores de la empresa de biotecnología alemana Ugur Şahin y Ozlem Tureci, se mostraron optimistas por las investigaciones que realizan para combatir la enfermedad. El cáncer es la causa de casi 10 millones de muertes en el mundo, según cifras de la OMS en 2021.
Los esposos Sahin y Tureci cofundaron BioNTech en 2008, explorando nuevas tecnologías que involucran ARN mensajero para tratar el cáncer. Cuando se produjo la pandemia, se asociaron con Pfizer para utilizar el mismo enfoque y crear una vacuna contra el coronavirus. Manifestaron tener la esperanza de poder conducir a nuevos tratamientos para el melanoma, el cáncer de intestino y otros tipos de tumores.
BioNTech tiene varios ensayos en curso, incluido uno en el que los pacientes reciben una vacuna personalizada para incitar a su sistema inmunitario a atacar su enfermedad.
La tecnología de ARNm que se utiliza funciona mediante el envío de instrucciones o planos a las células para producir un antígeno o una proteína, señalaron en entrevista a la BBC.
Vacuna contra el cáncer, esperanza para la humanidad
En este momento las vacunas contra el cáncer están en fase experimental. Lo que sí se usa normalmente son las que sirven para prevenir algunas infecciones que, a largo plazo pueden causar cáncer. Es el caso del virus del papiloma o el de la hepatitis B, dijeron a la agencia española Luis Paz-Ares del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y Puri Fortes Alonso, investigadora del Centro de investigación médica aplicada (Cima) de la Universidad de Navarra.
Las vacunas ayudan al sistema inmune a atacar algo extraño, ya sea un virus o un cáncer, “todo depende de cómo se construyan”, explicó Fortes. Para ello hay que “diseñar una vacuna que le muestre al sistema inmune qué es lo extraño, decirle contra qué tiene que ir”, añadió el experto.
En general, las vacunas se dirigen contra un antígeno, una molécula extraña, que no existe en los tejidos sanos, a la que el sistema inmunitario va a atacar. Esto le enseña al sistema inmunitario a reconocer y atacar las células afectadas para su destrucción.
«El ARNm actúa como un modelo y permite decirle al cuerpo que produzca el fármaco o la vacuna… y cuando usa el ARNm como vacuna, el ARNm es un modelo para el ‘cartel buscado’ del enemigo. En este caso, antígenos cancerosos que distinguen las células cancerosas de las células normales», señaló Tureci al medio británico.
Aprovechar el poder del ARNm para producir vacunas no se probó hasta la Covid. Pero el éxito de las vacunas de ARNm en la pandemia ha alentado a los científicos que trabajan con la tecnología en el cáncer.
Los ensayos de una vacuna contra el cáncer de ARNm de BioNTech comenzaron mucho antes de la pandemia y han mostrado algunas señales alentadoras tempranas.
Se necesita precaución
«Cada paso, cada paciente que tratamos en nuestros ensayos de cáncer nos ayuda a descubrir más sobre lo que estamos en contra y cómo abordarlo», dijo Tureci, médica e inmunóloga y directora de BioNTech.
«Como científicos, siempre dudamos en decir que tendremos una cura para el cáncer. Tenemos una serie de avances y continuaremos trabajando en ellos», confió. Se necesita precaución. Muchos ensayos de cáncer prometedores terminan en fracaso. Pueden pasar varios años antes de que sepamos si los tratamientos de BioNTech para el cáncer de colon, el melanoma y otros tipos de tumores están a la altura de las expectativas.
Sin embargo, no hay duda de que las vacunas de ARNm anti-COVID-19 han tenido un gran éxito y han generado miles de millones para BioNTech, Pfizer y Moderna. Pero hay una gran disputa legal en torno a la innovación detrás de las vacunas de ARNm. La firma estadounidense Moderna abrió acciones legales contra Pfizer y BioNTech por infracción de patente. Alega que le copiaron elementos clave de su tecnología de ARNm.
El profesor Sahin, director ejecutivo de BioNTech, indicó que la empresa se defenderá enérgicamente de las acusaciones. «Nuestras innovaciones son originales», manifestó. “Llevamos 20 años de investigación en el desarrollo de este tipo de tratamientos y por supuesto lucharemos por esto, por nuestra propiedad intelectual”.
Estas disputas de patentes no detendrán el lanzamiento de las vacunas Covid: todas las vacunas de refuerzo utilizadas por el NHS son vacunas de ARNm. Es una tecnología que maduró en la pandemia. La pregunta ahora es ¿puede la vacuna combatir el cáncer?
Actuar antes de que las células cancerígenas se dividan
EnGeneIC es una compañía biofarmacéutica. Enfocada en desarrollar su plataforma patentada de nanocélulas EDV™ para la entrega de quimioterapéuticos y ácidos nucleicos funcionales en cáncer.
Himanshu Brahmbhatt, cofundador y director ejecutivo, comentó que estaba realizando un pequeño ensayo que probaba un enfoque diferente para combatir el cáncer. Los pacientes tenían perspectivas sombrías. Habían agotado todas las demás opciones y se inscribieron en la prueba. Querían darse una oportunidad.
Ahora sus escaneos mostraron que sus tumores habían dejado de progresar, narró. Tenían tumores malignos que afectaban a diferentes órganos y, sin embargo, les fue bien de manera uniforme.
“Estas personas se enfrentaban a la muerte”, precisó Brahmbhatt. “Entonces comenzamos a ver que en realidad estaban teniendo éxito. En la tomografía se puede ver que el tumor ha dejado de crecer. Fue un sentimiento de alegría interna tan extrema que es muy difícil de describir”.
Los resultados surgieron de la investigación sobre la división celular que forma la base del proceso EnGeneIC. Bruce Stillman, asesor de la compañía, estudia el proceso de replicación del ADN, que desempeña un papel clave en la división celular y la progresión del cáncer.
“Las células cancerosas se multiplican sin control”, dijo Stillman. “Cuando una célula se convierte en cancerosa, comienza a dividirse sin los controles normales. Y lo primero que tiene que suceder antes de que la célula tenga que dividirse en dos células hijas es copiar el genoma. Entonces, el camino que conduce al cáncer es, en parte, la desregulación del proceso que controla la replicación del ADN”, reseñó Nautilus.
No se trata de una vacuna contra el cáncer sino del uso de moléculas específicas, que son inhibidoras de la replicación del ADN. Con ello podríamos alargar la vida de los pacientes, dijeron en EnGenelC.