La pandemia ha causado estragos en la economía y llevado a la ruina a miles de pequeñas y medianas empresas que, en un elevado porcentaje, se han visto obligadas al cierre. No obstante, también ha constituido una oportunidad para empresarios emprendedores que han sabido reinventarse y sobrevivir al confinamiento.
Innovación, capacidad de gestión y análisis de riesgos para prevenir futuras incidencias son las cualidades para competir en un mercado volátil y un futuro incierto. Es el caso de Salvador Ávila Aranda, fundador y presidente de Limsama, una empresa de limpieza de Málaga, que ha contribuido como servicio esencial a luchar contra el coronavirus en primera línea.
La pandemia y sus consecuencias sanitarias y económicas han afectado de lleno la empresa que usted dirige –Limsama–. ¿Estaban preparados para afrontar un reto tan fuerte?
Evidentemente, la pandemia nos ha cogido a todos por sorpresa. En los más de 20 años que lleva Limsama constituida como empresa nunca habíamos atravesado una crisis de tamañas dimensiones. Con la declaración de alerta sanitaria, el tejido empresarial se encuentra con muy poco margen de maniobra. Y nosotros, como empresa de servicios, un poco más. Dependemos de nuestros clientes, que son otras empresas. Estábamos relativamente preparados. Limsama se caracteriza por asumir los retos y cambios de forma rápida y productiva. Se adapta a las necesidades de los clientes y de la sociedad en general.
¿Qué dificultades han tenido que superar?
El ajuste y la adaptación de los recursos humanos a las numerosas normas cambiantes que iba dictando el Gobierno, al tiempo que se conjugaban con las necesidades y solicitudes de los clientes.
¿Qué innovaciones se han visto obligados a implementar?
Como servicio esencial (limpieza y desinfección), hemos estado desde el primer momento en el ojo del huracán y nos hemos visto obligados a implementar y reforzar de forma exhaustiva los protocolos de prevención de riesgos laborales, de limpieza, desinfección y cumplimiento exhaustivo de dotación de EPIS (mascarillas, monos desechables, guantes desechables, respiradores buconasales, gafas de protección etc.). También hemos tenido que implementar plataformas de teletrabajo para el personal administrativo y de dirección. Asimismo, para adaptarnos al aforo de ocupación y distancia de seguridad en nuestra flota de vehículos, hemos tenido que reestructurar las rutas de los servicios.
¿En qué ha cambiado su visión empresarial? ¿Qué ha aprendido de la situación tan extraordinaria que vivimos?
En principio, que la empresa debe de tener un músculo fuerte, flexible y protegido, tanto en el área de dirección como en la de gestión para afrontar cualquier tipo de dificultad sin mermas en su capacidad de operativa y ejecutiva. Hemos reafirmado nuestra convicción de que nuestro mayor y mejor activo es el personal que compone Limsama, que desde el primer momento de esta pandemia ha respaldado a la empresa.
¿Y en lo personal?
El apoyo de la familia y amigos ha sido fundamental. También ha influido de manera muy importante el apoyo y la confianza que hemos recibido de nuestros clientes que nos solicitan asesoramiento. Hemos procurado ayudarles en todo lo posible, y afianzar la confianza depositada en nosotros.
¿El confinamiento, el dolor y las dificultades económicas nos han hecho mejores personas?
Claro que sí. Siempre, en los momentos difíciles, nos acordamos de los más necesitados. Y, por supuesto, les brindamos nuestro apoyo.
¿Se ha sentido solo para hacer frente a los problemas? ¿En qué momentos?
No tanto. A nivel profesional y personal siempre he notado el apoyo de la familia y los compañeros de trabajo.
¿Qué valores cree que han contribuido más como empresario a sortear la situación?
Creo que el compromiso con Málaga y la lealtad hacia nuestros empleados y clientes.
¿Cómo solventó en los primeros momentos la escasez de equipos de seguridad y protección individual en las tareas de desinfección?
Intentamos adelantarnos a los acontecimientos. A comienzo de febrero hicimos acopio de los equipos de protección que consideramos necesarios para proteger a nuestros empleados. No fue fácil.
¿Cree que la nebulización es un buen método para neutralizar el virus?
Sí, por supuesto, siempre que se realice de la forma adecuada y con los principios activos correctos. Nosotros trabajamos mucho ese tipo de desinfección. Contamos con certificados de Sanidad para la completa tranquilidad de nuestros clientes.
Los químicos y materiales que utilizan, ¿impactan el medio ambiente? ¿Cómo contribuye a la conservación de la naturaleza y la biodiversidad?
Tenemos un protocolo medioambiental y de calidad muy estricto, basado en las normas ISO 9001 y 14001. Todos los productos que empleamos son respetuosos con el medio ambiente. Además, en todas las actividades y trabajos que realizamos intentamos contribuir a la conservación del medio ambiente. Racionalizamos tanto el consumo de productos como el de energía.
¿Qué consejos daría a quienes deben trabajar en espacios que es necesario ventilar como medida preventiva, como, por ejemplo, en los colegios?
Ventilar los espacios es totalmente necesario. No solo ahora con la pandemia, sino siempre que sea posible. Es muy aconsejable ventilar en cualquier tipo de limpieza.
¿Es posible que la pandemia sea consecuencia del cambio climático como sostienen expertos ambientalistas, que afirman que la naturaleza siempre nos devuelve el golpe?
No sé qué pensar. Sin duda, es necesario que todos nos conciemos. Debemos contribuir de forma activa con prácticas medioambientales de conservación del planeta, que en definitiva es nuestra casa y la de nuestros hijos.
Usted también promueve la energía solar. ¿Constituyen las renovables una oportunidad de crecimiento sostenible y eficiente, además de generar empleo verde?
Claro que sí. Es una fuente alternativa y ecológica con un gran potencial. Tenemos que aprovechar un gran recurso que, además, es inagotable, sobre todo en la zona geográfica privilegiada en la que nos encontramos.
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