Un grupo de investigadores de la Universidad de Valencia encontró un tesoro arqueológico en una tumba en Pompeya. Se trata de una vasija llena de un líquido rojizo muy especial que por sus características podría ser el vino más antiguo del mundo. Aunque el equipo todavía se encuentra analizando el contenido del envase de cristal hallado en una cámara funeraria, todo apunta a que data de hace más de 2.000 años.
Pompeya fue una antigua ciudad romana situada a orillas del golfo de Nápoles, en Italia. Este vasto sitio arqueológico quedó enterrada bajo metros de cenizas y piedra pómez después de una catastrófica erupción del monte Vesubio en el año 79 d.C. El sitio bien preservado cuenta con ruinas excavadas que los visitantes pueden explorar libremente para conseguir infinidad de tesoros a analizar y agregar a grandes colecciones de museos.
Los investigadores de la Universidad de Valencia acudieron a Pompeya con el fin de explorar sus ruinas. Lo primero que consiguieron una tumba magníficamente conservada que tenía el cuerpo momificado de un hombre. Se presume que se trata de Marcus Venerius Secundio, un antiguo esclavo que, tras su liberación, se dedicó a organizar representaciones teatrales en griego y latín. Posteriormente, el equipo halló en otra tumba una urna de cristal que tenía dentro un recipiente lleno de un líquido rojo oscuro «que huele mal» muy parecido a un vino tradicional.
Tras el hallazgo, los académicos se encuentran estudiando el contenido del envase de más de seis litros para determinar si es vino. De ser así, sería el más antiguo de la historia, pues fue enterrado cuando todavía Pompeya era una urbe relativamente importante. Según Llorenç Alapont, investigador del departamento de Prehistoria, Arqueología e Historia Antigua de la institución valenciana, calcula que “en unas tres semanas”, aproximadamente, podrá verificarse el contenido.
Un tesoro arqueológico enterrado en Pompeya
Algunos expertos estiman que esta reliquia hallada en Pompeya puede tratarse de una ofrenda. «Se dejaban ofrendas de trozos de pan, algo de fruta y un poco de vino. Seguramente esto es lo que se ha encontrado en Pompeya, un poco de vino dedicado a los dioses», dijo el filósofo Eduardo Infante, quien además asegura que Pompeya tenía hace 2.000 años los viñedos más codiciados. «De los vinos romanos, el que tenía más fama era el vino pompeyano, era el más caro y el de mayor fama», amplía el filósofo. Asimismo, el vino era un elemento fundamental de la dieta: «Se bebía aproximadamente un litro o litro y medio al día».
No es común encontrar alimentos en las ruinas de Pompeya, según los expertos. Los investigadores suelen conseguir más que todo cuerpos momificados. Al hallar alimentos en tan buen estado los analizan para determinar si se tratan de tesoros que permanecieron enterrados varios años.
El vino más antiguo de la historia
Actualmente el que ostenta el título del vino más antiguo del mundo es el líquido que se presume es vino que está dentro de una botella de vidrio localizada en 1867 cerca de la localidad alemana de Speyer. También en el interior de la tumba romana de una pareja de nobles. Se estima que su contenido se elaboró entre el 325 y el 350 d.C. y su capacidad es de un litro y medio.
Ahora mismo se conserva en el Museo de Historia Pfalz y no se ha observado ningún cambio en el líquido en los últimos 25 años ya que no se abrió para los análisis por temor a cómo reaccionaría su contenido cuando fuera expuesto al aire.