Amnistía Internacional anunció la suspensión de su trabajo en la defensa de los derechos humanos en la India. El gobierno le congeló las cuentas bancarias y acusa a la organización de defensa de los derechos humanos de banqueo de dinero.
La organización no gubernamental declaró que, ante la situación de incesante caza de brujas por acusaciones infundadas, se ha visto obligada a despedir a su personal en la India. La medida incluye, detener todo su trabajo de investigación y las campañas en curso.
Su director en la India, Avinash Kumar, dijo que «la continua presión durante los últimos dos años» y la congelación de sus cuentas por supuestas irregularidades al recaudar fondos «no es algo accidental».
Kumar señaló que «el constante hostigamiento por parte de agencias gubernamentales» se enmarca en las recientes presiones de AI y otras organizaciones tanto a la policía como al Gobierno para que respondan por las «graves violaciones de derechos humanos» perpetradas en la Cachemira india. Y más recientemente en choques comunales en Nueva Delhi. Los choques comunales en la capital dejaron más de cincuenta muertos, mientras las autoridades indias culparon a grupos de izquierda de incitar a la revuelta. Organizaciones como AI acusaron a individuos próximos al partido nacionalista hindú BJP, del primer ministro, Narandra Modi, utilizar discursos de odio.
Amnistía Internacional cuestiona al Gobierno de India
El Gobierno indio se defendió ante las acusaciones del movimiento en defensa de los derechos humanos. Indicó que «la posición adoptada y las declaraciones de Amnistía Internacional son lamentables, exageradas y distantes de la verdad».
Advirtió de que “AI no recibió el visto bueno ni de este ni del anterior Gobierno para recibir fondos del extranjero». «Sin embargo, la prohibición no le impidió que utilizase otros métodos indirectos a través de cuatro empresas en la India para recibir grandes sumas de dinero. Lo que supone un desvío del dinero de mala fe que contraviene las disposiciones legales vigentes», explicó.
El Ministerio del Interior insistió en cuestionar la actuación de AI. «Todas esas declaraciones sobre el trabajo humanitario y transmitir la verdad al poder no son más que una estratagema. El propósito es desviar la atención de sus actividades que contravienen claramente las leyes indias».
El director ejecutivo de AI reiteró que el objetivo final de tratarles como «criminales» es «avivar el clima de miedo y desmantelar las voces críticas en la India. «Para un movimiento que no ha hecho más que alzar la voz contra la injusticia, este último ataque es similar a congelar la disidencia», agregó Kumar.
Entretanto, Julie Verhaar, secretaria general en funciones de Amnistía Internacional, se pronunció sobre la actuación del gobierno indico. “Es una medida lamentable y atroz por parte del gobierno indio, que nos obliga a interrumpir, por ahora, el trabajo fundamental de Amnistía Internacional. Pero eso no significa que haya concluido nuestro firme compromiso con la lucha por los derechos humanos en la India. Trabajaremos con resolución para determinar la manera cómo Amnistía pueda seguir desempeñando su papel dentro del movimiento de derechos humanos en la India en los próximos años”
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