Por Cambio16
07/07/2018
De acuerdo con las declaraciones del jefe del quipo de transición, del presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), Alfonso Romo, el nuevo jefe de Estado AMLO no usará su mayoría parlamentaria para dar marcha atrás a la histórica reforma que permitió el regreso de las petroleras extranjeras a la industria energética del país azteca.
Por lo tanto, las transnacionales que ganaron bloques en las rondas de licitaciones de la Reforma Energética, al parecer pueden estar tranquilas, reseñó economíahoy.mx.
Romo explicó que la intención de AMLO es solo revisar los contratos petroleros en busca de indicios de corrupción. Pero aclaró que si se encuentra alguna falta, se conversará con las empresas antes de realizar cualquier cambio, dijo el funcionario, que se convertirá en jefe de gabinete de López Obrador una vez asumida la presidencia de México, detalló la publicación.
En este sentido, Romo aseguró que no veía cambios en la reforma energética. Y explicó que, de haber modificaciones, sería sin perjudicar la inversión privada.
Giro discursivo apunta a que AMLO no usará su mayoría parlamentaria
La nueva postura de AMLO, asumida poco antes de las elecciones, contrasta con el ímpetu con el que el para entonces candidato a la presidencia de México, hacía hincapé en que echaría por tierra las concesiones adjudicadas en las Rondas de licitaciones realizadas por el Gobierno de Enrique Peña Nieto.
Andrés Manuel López Obrador es un izquierdista de línea dura. Entre sus promesas iniciales ofreció impedir que las empresas transnacionales petroleras concluyera sus desarrollos en los bloques ganados. Firmas de la talla de Shell, Total, ENI, Repsol, Chevron, Lukoil, Equinor, ExxonMobil y CNOOC, por nombrar algunas, quedarían fuera del tablero.
Según datos de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), estarían en juego USD 662,4 millones en inversión acumulada en los proyectos hasta marzo de este año (2018). Y expectativas de desembolsos futuros por más de USD 160.000 millones. Por lo que AMLO no usará su mayoría parlamentaria para echar por tierra la reforma.
La Reforma Energética emprendida por el Gobierno de Peña Nieto, pretende reflotar la industria y recuperar la producción petrolera. La idea es luchar para terminar con una caída de la producción que lleva más de una década.
El máximo histórico de extracción nacional fue de 3,451 millones de barriles por día en 2004. Mientras que el volumen para mayo de este año promedió 1,864 millones de barriles por día, según datos estadísticos de la CNH.
AMLO desde siempre defendió la estatización del sector petrolero. Por lo que asomó, además la posibilidad de una reformar al sector energético hacia la segunda mitad de su presidencia.
Pero Romo explicó que México necesitaba mucho dinero para la exploración en alta mar. Y puntualizó que si la producción aumenta e impulsa el crecimiento nadie se opondrá.
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