Las protestas por los viejos conflictos raciales y por los excesos policiales le han hecho sombra a los avances tecnológicos de Estados Unidos. Lo mejor y lo peor de la primera potencia mundial se muestran al mismo tiempo. En la Estación Espacial Internacional gobierno y empresa privada se unen para marcar un hito científico digno del siglo XXI. Pero abajo, en la tierra, pareciera que se ha avanzando poco desde los años sesenta.
Numerosas ciudades experimentaron más disturbios este domingo. Hubo incendios en Washington DC, incluso cerca de la Casa Blanca, en el sexto día de protestas por la muerte de George Floyd mientra se encontraba bajo custodia policial..
Toque de queda poco efectivo
En medio las crecientes protestas, los alcaldes de más de una docena de ciudades impusieron toques de queda. Los gobernadores de seis estados solicitaron el despliegue de la Guardia Nacional. No obstante, la medida no disuadió a los manifestantes de continuar las protestas el domingo en la noche. Desde la muerte de Floyd la semana pasada más de 4.100 personas han sido arrestadas.
En Minneapolis, donde comenzaron las protestas después de que apareciera un vídeo de un oficial de policía presionando con la rodilla el cuello de Floyd durante casi nueve minutos, se desplegaron piquetes de la Guardia Nacional.
En pleno corazón del Gobierno
En Washington DC estallaron intensos disturbios en el parque Lafayette, justo frente a la Casa Blanca, cuando la policía avanzó para hacer cumplir el toque de queda.
El sótano de la «Iglesia de los Presidentes», ubicado allí, se incendió brevemente. Lo bomberos evitaron que se propagara. El monumento a Washington lo rodeaba el humo de varios incendios.
Los policías dispararon gases lacrimógenos, agentes de la DEA se desplegaron al igual que la Guardia Nacional y el Servicio Secreto para ayudar a la policía.
Violencia creciente
En un barrio de Los Ángeles, la policía disparó gases lacrimógenos y otros proyectiles contra los manifestantes que bloqueaban una calle comercial. Numerosos negocios de ropa y calzado fueron saqueados.
En Nueva York, miles de manifestantes regresaron a las calles, marcharon por Manhattan durante el día y luego se congregaron en Union Square. En Brooklyn, la manifestación fue más tranquila. La multitud incluía muchas familias.
Hubo saqueos en Filadelfia, Boston, Chicago y otras ciudades de todo el país.
Represión policial
La policía ha sido objeto de un intenso escrutinio y fuertes críticas por sus actuaciones el sábado por la noche. La acusan de tácticas duras, de atacar y arrestar a manifestantes y miembros de los medios de comunicación.
En la ciudad de Fort Lauderdale, Florida, los policías en motocicletas rociaron a las multitudes con gases lacrimógenos
En Atlanta dos policías fueron despedidos y tres puestos bajo cautela por uso excesivo de la fuerza el sábado por la noche.
Protesta mundial
Los manifestantes también protestaron frente a las embajadas de Estados Unidos en Londres, Berlín y Copenhague a medida que el movimiento se extendió al extranjero.
Miles marcharon por Trafalgar Square, en Londres. Durante partidos de fútbol celebrados en estadios vacíos en Alemania, algunos jugadores estelares se manifestaron en solidaridad con George Floyd y otras víctimas negras de la fuerza policial en Estados Unidos.
En el Líbano, donde las protestas masivas contra el gobierno sacuden Beirut y otras ciudades, el hashtag más popular en las redes sociales cambió para reconocer los levantamientos estadounidenses a miles de kilómetros de distancia.
El epicentro
En Minneapolis las autoridades estaban decididas a forzar el cumplimiento del toque de queda el domingo por la noche y evitar la repetición del saqueo generalizado e incendios que dañaron las tiendas en un tramo de más de dos millas de Lake Street, una vía comercial.
Todas las carreteras principales estaban cerradas y muchas calles laterales cerradas por barricadas. Algunas personas desafiaron las órdenes de quedarse en casa por la noche y se congregaron en la calle donde arrestaron a George Floyd el lunes, ahora un monumento lleno de flores.
Un triste pasado
La escalada de la crisis ha despertado los viejos demonios de los conflictos raciales. En el pasado reciente, quizás el incidente racial más recordado ocurrió en 1992. Los Ángeles, entonces, vivió tres días de violencia, incendios y saqueos en los que murieron 53 personas y centenares resultaron heridas. La causa fue la sentencia absolutoria a cuatro agentes de policía que propinaron una brutal paliza al taxista afroamericano, Rodney King, tras una persecución.
Las críticas a Trump
El manejo de este nuevo conflicto ha despertado serias críticas al gobierno de Donald Trump. Se le acusa de reavivar viejas divisiones que Estados Unidos parecía hacer dejado atrás.
A pesar de los días de protestas pacíficas y enfrentamientos violentos con la policía en algunas de las principales ciudades de Estados Unidos, Trump no se ha dirigido a la nación, pero ha enviado repetidamente mensajes a través de Twitter.
A última hora del viernes, Trump tuiteó que los manifestantes que han estado en las cercanías de la Casa Blanca podrían haber sido atacados con «perros viciosos y armas siniestras». Acusó al alcalde de DC por no proporcionar policías para proteger la Casa Blanca.
En un duro editorial, el Washington Post destaca que en Estados Unidos ocurre el tipo de abusos contra los derechos humanos que el gobierno critica en otros países. «¿Periodistas y manifestantes cegados y golpeados por la policía local? Sí. ¿Un líder demagógico provocando ira contra la prensa libre? Sí. ¿Las fuerzas de seguridad apuntan a manifestantes desarmados con aparente impunidad e incluso golpean sus vehículos en multitudes? Sí».
El gobernador de Nueva York, Andrew M. Cuomo, pidió la aplicación políticas estandarizadas contra la mala conducta policial en todo Estados Unidos. Dijo que los gobiernos federal y estatales deberían aprobar leyes que exijan que las investigaciones por excesos policiales sean realizadas por agencias externas independientes, no por fiscales locales. Instó al Gobierno Federal a definir la fuerza excesiva de un oficial de policía por un estándar en todo el país.
Solidaridad policial
Pero a pesar de que oficiales de policía que usaban porras, gases lacrimógenos y balas de goma para calmar a las multitudes, también hubo algunos escuadrones que se unieron a los manifestantes. Los funcionarios expresaron su postura contra la brutalidad policial, y para mostrar solidaridad con el movimiento antirracismo.
En Santa Cruz, California, el jefe de policía Andy Mills se arrodilló con los manifestantes. El departamento tuiteó que era «en memoria de George Floyd y llamando la atención sobre la violencia policial contra los afroamericanos».
Los oficiales en Camden, Nueva Jersey, ayudaron a llevar una pancarta que decía «De pie en solidaridad». Parecían unirse a la multitud cantando «sin justicia, sin paz».
Lea también: