Tesla sufrió una arremetida de uno de sus aliados ambientalistas. La organización Liga Verde se interpuso ante los planes de la automotriz estadounidense de levantar una fábrica de automóviles eléctricos en la ciudad de Branderburgo, al este de Alemania.
Poco le funcionó a Tesla su imagen ambientalista y de protectores del clima. Tampoco le valió el beneplácito del gobierno alemán de permitirle a la empresa construir una fábrica en el país germano, ya que eso significaba la tala completa de un bosque.
Liga Verde realizó una lucha épica en los tribunales, solamente comparado con el pasaje bíblico de David contra Goliat. La ONG demandó a la empresa fundada por Silicon Valley y ganó. Por el momento, la corte frenó la tala del bosque y Tesla no podrá construir su fábrica que estaba prevista para julio de 2021.
Ambientalistas le pusieron el freno a Tesla
Tesla quiso llevar a toda máquina el gran proyecto que les permitiría producir 500 mil automóviles anuales. Lo que generaría grandes ganancias a la empresa estadounidense.
Sin embargo, los ambientalistas le pusieron el freno. El Estado federado de Branderburgo había dado el visto bueno, sin mayor revisión al proyecto de Tesla, lo que causó suspicacia.
De hecho, antes de que las autoridades aprobaran formalmente la construcción, habían permitido el derribo de árboles en un área de casi 92 hectáreas.
Esto generó descontento en los grupos ambientalistas y comenzaron a protestar, hasta llegar al conflicto legal.
Desde Liga Verde expresan que no están totalmente en contra del proyecto, pero exigen que las autoridades y los tribunales revisen el trámite a profundidad.
«No queremos impedir (el proyecto) de Tesla, pero el gobierno regional ejerce una gran presión. Por eso queremos que los tribunales examinen si todo se está haciendo correctamente”, dijo a DW Heinz-Herwig Mascher, presidente de la Liga Verde.
Tesla contra las aves y las hormigas
Más allá de los ambientalistas, Tesla tiene otro obstáculo. En un principio, las hormigas fueron el primer escollo de oposición del proyecto.
En el bosque donde la empresa automotriz pretende construir su fábrica, habitan al menos cinco hormigueros, donde se prevén contengan más de un millón de insectos.
Tesla accedió a removerlos sin que sufran daños, una tarea difícil, pero no imposible.
El otro gran obstáculo son las aves. De acuerdo con la normativa alemana, solo se puede talar un bosque fuera de la temporada en que las aves empollan y crían a sus polluelos. Esta comienza en marzo y termina en el otoño.
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