JBS de Brasil, el mayor productor de carne del mundo por ventas, enfrenta una denuncia por parte de un grupo de activistas medioambientales, que ponen en duda la connotación de “bonos verdes” en sus operaciones. El gigante de la carne se convirtió en uno de los principales actores en el mercado de bonos vinculados a la sostenibilidad en 2021. Al anunciar cuatro emisiones por valor de 3.200 millones de dólares. El grueso volumen de dinero en juego y sus compromisos puso a los activistas en alerta.
Mighty Earth, una organización de defensa ambiental, presentó una denuncia ante la Comisión de Bolsa y Valores de EE UU (SEC), solicitando una investigación completa sobre los supuestos «bonos verdes». El grupo considera “engañosos y fraudulentos” los bonos de la transnacional.
El argumento presentado ante la SEC detalla cómo JBS, con operaciones en más de 20 países, emitió $3200 millones en cuatro emisiones de deuda separadas o «bonos verdes» en 2021. Refiriéndose a ellos como Bonos vinculados a la sostenibilidad (SLB) asociados a su objetivo declarado de reducir sus emisiones y lograr «cero neto para 2040».
Si JBS no logra alcanzar sus objetivos de emisiones de gases de efecto invernadero, será penalizado. Y pagará a los tenedores de bonos una «cantidad incremental o pago de prima».
En ese sentido, la queja de Mighty Earth se centra en el hecho de que JBS basó las ofertas de bonos en su compromiso de lograr cero emisiones netas para 2040. Pero sus emisiones han aumentado. Por tanto, el grupo ambientalista quiere que la SEC imponga sanciones y medidas cautelares a la empresa brasileña, que dice ha contribuido o ignorado la deforestación llevada a cabo por sus proveedores.
JBS giró una importante emisión de “bonos verdes”
La imponente emisión de “bonos verdes” por parte del gigante brasileño de carnes JBS en 2021, activó la atención de los ambientalistas ante la posibilidad de que la compañía incurra en lavado verde o greenwashing.
“Vemos a JBS como una de las tres empresas clave para cambiar toda la industria cárnica”, señaló Glenn Hurowitz, fundador y director ejecutivo de Mighty Earth. “Tiene, con mucho, las emisiones más altas de cualquier empresa en agricultura”. Las emisiones de metano de la compañía superan el total combinado de Francia, Alemania, Canadá y Nueva Zelanda, afirmó el grupo.
JBS disputa las acusaciones. Dijo que $ 7 mil millones serían «canalizados» hacia la sostenibilidad. Planea adoptar suficiente energía solar para todas sus tiendas Swift & Company, una empresa estadounidense que adquirió en 2007. Se asoció con la firma europea de salud y nutrición DSM para reducir las emisiones de metano de sus rebaños de ganado.
Además, la compañía planea más de $1 mil millones en gastos de capital durante la próxima década para reducir la intensidad de las emisiones de gases de efecto invernadero en un 30%.
Específicamente, abordar las emisiones de carbono de «alcance 3» vinculadas con la producción de carne de res brasileña. Son estas las de metano de los eructos del ganado. Dióxido de carbono de la deforestación y óxido nitroso liberado cuando se usa fertilizante sintético para cultivar alimentos.
Nikki Richardson, portavoz de JBS, dijo en un correo electrónico a The Washington Post que la empresa espera reducir sus emisiones de Alcance 3 que la empresa no controla directamente.
“Si bien reconocemos la importancia de medir y, en última instancia, reducir las emisiones de alcance 3, actualmente no existe un método ampliamente aceptado para nuestra industria”, indicó la transnacional de la carne en una presentación.
Otra emisión, no de bonos sino de gases
La queja de esta semana se produce cuando se espera que la SEC presente en abril nuevas reglas sobre divulgaciones relacionadas con el clima. Las organizaciones ambientales esperan que estas reglas aumenten la transparencia. Al exigir a las empresas que emitan informes periódicos sobre los riesgos relacionados con el clima y sus impactos en el medio ambiente.
En algunos casos, la SEC ya ha actuado en este frente. En noviembre pasado, la SEC acusó a Goldman Sachs Asset Management de tergiversar dos de sus fondos mutuos. Y una cuenta administrada por separado que Goldman había comercializado, que presentaba inversiones ambientales, sociales y de gobierno. Para liquidar los cargos, GSAM acordó pagar una multa de $4 millones.
Pero las nuevas reglas de la SEC tendrán que abordar el tema más amplio de cómo las empresas calculan las emisiones que provienen de fuentes que no son de su propiedad ni controlan.
“Este es un gran ejemplo de por qué los invers necesitan desesperadamente divulgaciones estandarizadas de riesgo financiero climático”, señaló David Shadburn. Defensor de asuntos gubernamentales de la Liga de Votantes por la Conservación.
“JBS ha podido beneficiarse de bonos (verdes) vinculados a la sustentabilidad y un lavado de cara verde para los posibles inversores”, confió. Tras agregar que el 90% de las emisiones de JBS provienen de su cadena de suministro.
¿A las puertas de lavado verde?
Mighty Earth arremete contra la compañía. Precisó que JBS omitió información importante en su oferta de bonos y presentaciones a los inversores sobre sus emisiones de Alcance 3. El análisis publicado más reciente muestra que, en lugar de reducirse la huella de emisiones de JBS, se estima que ha crecido entre un 17 % y un 56 % entre 2016 y 2021. A 288 millones de toneladas métricas de CO2 equivalente en 2021, y puede llegar a 541 millones de toneladas métricas de CO2.
Alex Wijeratna, director sénior de Mighty Earth, insistió en que “este es un lavado verde tan grave que esperamos que la SEC lo investigue como fraude de valores. Estamos instando a la SEC a que lleve a cabo una investigación completa sobre estos $3.200 millones en bonos verdes de JBS. Para proteger a los inversores de los malhechores que engañan, ocultan y subestiman masivamente sus emisiones climáticas”.