Por Jesús Ossorio
UP: Amazon
Jeff Bezos se atrevió hace veinte años a vender libros por Internet. Hoy, su apuesta es un imperio que no se conforma con el comercio electrónico y quiere conquistar el negocio audiovisual y hasta abrir tiendas físicas.
Down: Alibaba
Las irregularidades denunciadas por las autoridades de China han arrastrado al negocio del multimillonario Jack Ma a una crisis de reputación. La cotización del ‘Amazon’ chino se ha resentido al poco de estrenarse en Wall Street.
UP: AMAZON
Vender de todo a todo el mundo. Es la estrategia de Amazon, el centro comercial online y a domicilio en el que es difícil no encontrar lo que se busca. Veinte años después de empezar a comercializar libros (de papel) por Internet, Jeff Bezos sigue revolucionado la forma de comprar, vender y distribuir productos de todo tipo. Las cifras de este gigante nunca han dejado de batir récords. En el último cuatrimestre de 2014, la compañía de Seattle ingresó 29.328 millones de dólares, un 15% más que en el mismo periodo del año anterior. Además, los servicios premium de pago -uno de los negocios estratégicos de la empresa- aumentaron un 53% y la web alcanzó 270 millones de usuarios activos, es decir, compradores habituales. Los ingresos en 2014 aumentaron un 20% respecto al año anterior y los inversores siguen confiando en una de las empresas más innovadoras de la Red.
Y es que el gran bazar de Amazon no se conforma con el comercio electrónico. Tiene más ambiciones. Por si el envite contra la industria editorial no hubiera sido suficiente, Amazon apuesta cada vez más fuerte por los contenidos audiovisuales: producirá películas para competir con los grandes de Hollywood y acaba de anunciar el fichaje de Woody Allen para que realice una serie en su plataforma de televisión a la carta, siguiendo la estela de Netflix. Además, en un mundo conectado tampoco ha querido perder la oportunidad de vender sus propias tabletas y móviles, e incluso baraja lanzar una operadora de telefonía. Más todavía: su división de alojamiento web, Amazon Web Services, va camino de convertirse en el negocio más fructífero de la compañía y es utilizada por cientos de compañías e instituciones como la CIA. Pero no todo es Internet y la empresa ya ha abierto su primera tienda física en una universidad de Indiana y tiene planes de aumentar su presencia en las calles.
Crecer y crecer pensando en el beneficio a largo plazo es la máxima de Jeff Bezos. El responsable del éxito de Amazon tiene claro que prefiere reinvertir para lograr sus metas, aunque esto suponga pérdidas. Un asunto sobre el que ha llegado a bromear en una entrevista: “Fuimos rentables durante una hora en 1995… y podríamos subir los precios, pero no lo hacemos porque perderíamos la confianza de los clientes”.
El cliente tiene razón
Una máxima de los negocios que tienen muy presente los trabajadores de Amazon es que el cliente siempre tiene la razón. Su todopoderoso jefe, Jeff Bezos, sigue a menudo las quejas de los usuarios y las reenvía con un signo de interrogación al departamento correspondiente. En el libro The everything store, el periodista de Bloomberg Brad Stone relata cómo en una ocasión Bezos ordenó acabar con el envío de mails publicitarios sobre salud y cuidado personal tras la protesta de varios usuarios por recibir correos electrónicos personalizados vendiendo lubricantes tras haber visitado la sección de salud sexual.
DOWN: ALIBABA
En septiembre de 2014 Alibaba acaparó los titulares de los medios en todo el mundo al protagonizar la mayor salida a Bolsa de la historia de EEUU. La empresa china de comercio electrónico desembarcó en Wall Street a lo grande: 21.800 millones de dólares de Oferta Pública de Venta. Pero en tan sólo cinco meses, la euforia inicial ha dado paso a la desconfianza en la empresa de Jack Ma. La culpa la tiene un polémico informe de la Administración Estatal de Industria y Comercio (SAIC) de China, según el cual el 60% de los productos que se venden en Taobao.com -el portal de intercambio de Alibaba- son falsificaciones.
El informe también acusa a varios empleados de Alibaba de aceptar “sobornos comerciales” a cambio de dar ventaja a usuarios que quieren aparecer en las primeras posiciones de los motores de búsqueda del portal de comercio electrónico. El documento subraya que estas irregularidades se deben a la “falta de atención” y a la ausencia de mecanismos de control eficaces. La empresa del multimillonario Jack Ma ha puesto en duda las acusaciones y promete más rigor para velar por la autenticidad de los productos que comercializa. Para responder a este ataque que consideran “injusto” incorporarán más personal a su departamento de control de calidad que ya contaba con más de 1.000 empleados. Además, Taiwán ha multado a la empresa por infringir las leyes de inversión chinas en la isla y aún se expone a una posible investigación de EEUU.
La crisis de reputación que atraviesa Alibaba ha estropeado su gran estreno en el parqué neoyorquino. Las acciones cayeron hasta un 9% a principios de febrero también debido a que los resultados del tercer trimestre de 2014 fueron peores de lo esperado. Los inversores se han visto sorprendidos por el desencuentro entre Alibaba y las autoridades de un país en el que la política y los negocios van de la mano. El bajón en la Bolsa hizo que Jack Ma perdiera en un sólo día 1.400 millones de su paquete de acciones. Un bocado en su fortuna que ha coincidido con la pérdida del trono del hombre más rico de China. Ahora es el segundo, según la revista especializada Hurun, sólo por detrás de Li Hejun, dueño de Hanergy, una empresa de paneles solares y energía eólica.
‘Guerra’ de drones
Como si de la batalla espacial entre EEUU y la URSS se tratara, las dos grandes rivales del comercio electrónico llevan meses luchando por ser los primeros en probar drones para repartir sus productos. La compañía china se adelantó a Amazon y realizó un programa piloto para repartir vía aérea pedidos de té. Sin embargo, la hazaña se queda en operación publicitaria. Pero la estadounidense le ha tomado la delantera, ya que la FAA, el organismo federan encargado de regular el espacio aéreo de los EEUU, ha dado permiso a Amazon para utlilizar drones de forma «experimental».