Gobiernos y bloques de naciones articulan medidas para frenar el aumento de las temperaturas y sus daños directos en la sostenibilidad de los bosques. Un estudio, liderado por investigadores españoles, analiza la relación de ambas variables. Precisa que si la temperatura sube por encima de 2 ºC, los indicadores sobre incendios y otros riesgos asociados con el clima, aumentarán un 64 % en bosques del Mediterráneo.
La investigación estima que los bosques con especies templadas, típicas de áreas con 4 estaciones, experimenten un descenso significativo. En caso de que el aumento de la temperatura media de la cuenca mediterránea se mantenga en el umbral de los 2 grados.
Sin embargo, si el termómetro supera este límite fijado por el Acuerdo de París, incluso las especies acostumbradas a la sequía, como la encina o el pino blanco, sufrirán las consecuencias. Y se verán comprometidas.
El estudio, publicado en la revista Global Change Biology, está dirigido por Alejandra Morán-Ordóñez, investigadora del CREAF. Y por Aitor Ameztegui, investigador de la Universidad de Lleida (UdL). Es la primera revisión sistemática y cuantitativa que se hace de los impactos del cambio climático sobre la provisión de servicios ecosistémicos (beneficios que se aportan) y el riesgo de incendio. Tanto por encima como por debajo del umbral de los 2 ºC, establecido por el Acuerdo de París, y los niveles preindustriales, los países del norte y el sur del Mediterráneo.
Reitera que si se superan los 2 grados, los indicadores de incendios y otros riesgos relacionados con el clima aumentarán en un 64% en los territorios mediterráneos. Para obtener este porcentaje se empleó el Índice de Clima de Incendios. El número de hectáreas quemadas, de días con alto riesgo de incendio. Y el número de días con sequía prolongada y otros riesgos relacionados con el clima.
Atención a los bosques del Mediterráneo
El artículo publicado en Global Change Biology es parte de un informe más amplio del proyecto MedECC. Tiene como objetivo evaluar las consecuencias del calentamiento global y otros factores de cambio antropogénico en los bosques del Mediterráneo.
“El Mediterráneo es un mar pequeño y relativamente cerrado, que se calienta en promedio un 20% más rápido que la temperatura media anual global. Y con particularidades que no se asimilan a las tendencias del resto de Europa o África”, dijo Alejandra Morán-Ordóñez. Esta realidad geográfica condiciona el aumento de los riesgos de incendio ligados al clima en esta zona.
El aumento de las sequías en la cuenca mediterránea tiene muchas posibilidades de transformar los bosques. “Podríamos llegar al punto en el que el bosque absorba una buena proporción del agua disponible. Reduciendo la desembocadura en los ríos y, por tanto, menos disponibilidad para los humanos. Y para mantener caudales ecológicos sostenibles en los ríos”, agregó. Para ayudar a identificar posibles escenarios, el informe adopta un enfoque cuantitativo relacionado con los servicios de los ecosistemas.
“Resumimos la evidencia científica de cómo el cambio climático afectará el suministro de madera, la fijación de carbono, la producción de hongos. Tratando de poner cifras, con una clara voluntad de evitar el catastrofismo”, comentó Aitor Ameztegui.
Asimismo explicó que su intención es “sintetizar la evidencia científica sobre los impactos del cambio climático en los bosques del Mediterráneo. Para aportar información que ayude a limitar los efectos del calentamiento en esos mares”.
Minuciosos y extensos estudios
La tarea de los investigadores ha consistido en revisar 78 artículos publicados hasta la fecha sobre este tema. Evaluando las predicciones actuales y futuras (gracias a la modelización predictiva) de los bosques con respecto a su capacidad de adaptación y mitigación del cambio climático. Ante la dificultad de cuantificar muchos impactos con medidas comunes, Morán-Ordóñez y Ameztegui han impulsado una revisión sistemática. Comparando el valor de la predicción futura con la prestación actual de cada servicio, con el fin de dar sentido al conjunto.
También revisaron la literatura científica de los últimos 30 años para cuantificar la magnitud de los cambios proyectados. En la provisión de servicios ecosistémicos por parte de los bosques mediterráneos. Bajo los escenarios de cambio climático del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC).
En general, los estudios revisados proyectaron reducciones significativas en la extensión del rango y la idoneidad del hábitat para las especies forestales más sensibles a la sequía. Mientras que la cantidad de hábitat disponible para especies más tolerantes a la sequía permanecerá estable o aumentará. Sin embargo, la magnitud del cambio proyectado para estas especies más xéricas fue limitada cuando se consideraron escenarios climáticos extremos de alto nivel.
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