El calentamiento global y la degradación de la tierra impactarán la estabilidad de los alimentos en todo el planeta. Así lo señala un nuevo informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Igualmente, plantea una serie de recomendaciones para mantener la seguridad alimentaria global en un escenario donde la temperatura del planeta aumente solo 1.5ºC.
Alimentos más caros, menos nutritivos y menos asequibles afectarán a todo el planeta si no se toma acción para detener la degradación de la tierra y mantener el calentamiento global por debajo de los 2°C. @IPCC_CH https://t.co/cWFcMvjPkO
— Noticias ONU (@NoticiasONU) August 8, 2019
La Tierra y el Cambio Climático es un documento científico preparado por 107 expertos de 52 países. El documento es clave para la próxima Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas para Combatir la Desertificación (COP14) a celebrarse en Nueva Delhi, India (septiembre) y la Conferencia Marco de la ONU sobre el Cambio Climático (COP25) en Santiago, Chile (diciembre).
Alimentos en los trópicos más caros y menos nutritivos
El informe señala que a pesar de que la seguridad alimentaria se verá afectada en todo el planeta, la zona más vulnerable es la de los trópicos. África, Asia, América Latina y el Caribe sufrirán los impactos más drásticos.
Por otro lado, indica que una de las formas de combatir la escasez de alimentos futura es rechazar desde ya el desperdicio de los mismos. Se estima que actualmente un tercio de la comida se pierde o desperdicia. Por lo tanto, la disminución del desperdicio de comida disminuiría las emisiones de gases de efecto invernadero y la inseguridad alimentaria.
Los países del trópico albergan el 80% de la diversidad biológica. Pero aún afrontan numerosos desafíos para lograr los #ObjetivosMundiales.
En el #DíaDeLosTrópicos, este 29 de junio, conoce más sobre los retos que enfrentan los pueblos que los habitan: https://t.co/KnHPhLjtuR pic.twitter.com/e55J63bcli
— Naciones Unidas (@ONU_es) June 28, 2019
Un cambio en las dietas puede tener un impacto positivo en la emisión de gases. Por ejemplo, reducir el consumo de carne de res. Para noviembre de 2018 un estudio respaldado por ONU Medioambiente, señalaba el gran costo que tiene consumir hamburguesas. Para producir una sola hamburguesa se requieren 1695 litros de agua, además de que la cría de vacas aumenta las emisiones de gases de efecto invernadero.
Por eso, una dieta a base de alimentos como verduras, granos, legumbres y frutas contribuiría a la reducción de estos gases. No se trata de dejar de comer carne, sino de reducir su consumo y comer alimentos animales producidos de manera sostenible.
Una mejor gestión de la tierra
Ya la semana pasada reseñábamos el Informe sobre Recursos Mundiales: Crear un futuro alimentario sostenible. Donde se enfatiza la necesidad de optimizar la producción agrícola sin la necesidad de utilizar más tierras, debido al avance de la degradación del suelo.
👉 Agrosilvicultura, captación de aguas de lluvia y microdosificación de fertilizantes son tres técnicas que ayudan a combatir la degradación del suelo #C16 https://t.co/ovNMUXek03
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Por su parte, el informe de IPCC destaca lo fundamental que es la tierra para el sistema climático. La agricultura, la silvicultura y otros usos de la tierra emiten 23% de los gases de efecto invernadero. No obstante, la tierra es capaz de absorber un tercio de los gases emitidos por la industria y combustibles fósiles.
De allí, la necesidad de suelos sanos, pues cuando se degradan son menos productivos y se reduce su capacidad de absorber carbono. 500 millones de personas ya viven en tierras desertificadas, lo que las hace más vulnerables a los efectos del cambio climático: sequía, olas de calor y tormentas de polvo.
“En un futuro, con lluvias más intensas, aumentará el riesgo de erosión del suelo en las tierras de cultivo. La gestión sostenible de la tierra es una forma de proteger a las comunidades de los efectos perjudiciales de la erosión del suelo y deslizamientos de tierra. Sin embargo, hay límites para lo que se puede hacer, por lo que en otros casos la degradación puede ser irreversible «, apunta Panel Kiyoto Tanabe, coautor del estudio.
Ante esto, una gestión sostenible de la tierra es la recomendación con la que concluye este informe, además de necesaria para la producción de alimentos. Pues a pesar de que se están tomando medidas en la dirección correcta, hay que aumentarlas y aplicarlas donde no se están aplicando.
IPCC es un organismo internacional creado en 1988 por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PUMA). Se encarga de evaluar periódicamente el cambio climático, su impacto y riesgos futuros. Además de presentar opciones para la adaptación al mismo y su mitigación.
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