A los cuidados sanitarios exigidos en estos tiempos, se unen nuevas limitaciones a la pesca de atún. No es la primera vez que algas invasoras ajenas al ecosistema de Cádiz, obstaculizan estas arduas labores. No obstante, pescadores y científicos aseguran que su proliferación es la mayor en 35 años.
Está en riesgo la temporada de la almadraba de Zahara de los Atunes, Tarifa y Conil. La densidad de estas algas limitan considerablemente el trabajo de pesca. La Rugulopteryx okamurae, alga de origen asiático, está provocando graves deterioros y roturas en las redes y otros materiales de esca que impiden los trabajos de captura del atún rojo salvaje.
«El problema es que se adhieren a la red, comienzan a crecer allí y construyen una cortina, un muro bajo el agua. Y el peso y la tensión comienzan a romper las redes. Aparte de eso, el atún es un pez que busca aguas claras, así que al ver esa oscuridad, huyen de la red, no entran. Es mucho más difícil para nosotros meterlos en el copo», señala el buzo Diego Pezzi.
La Organización de Productores Pesqueros se queja de que este arte de pesca sostenible y trimilenario no está incluido en las ayudas europeas.
Los biólogos especializados están buscando soluciones al problema que se acrecienta cada vez más. El año pasado no pudieran terminar la temporada. No completaron la cuota de atún por la invasión de estas algas.
Algas invasoras obstaculizan pesca de atún
Las algas invasoras se han expandido en la costa andaluza debido a las travesías de los petroleros y al calentamiento del agua. Los buques cargados de petróleo viajan desde Algeciras (Cádiz) hasta el mar de Japón y descargan allí el crudo. Para hacer el viaje de vuelta, necesitan llenar de agua las embarcaciones para poder navegar, lo que se conoce como agua de lastre. Los microorganismos viajan en esa agua, que al llegar de nuevo a Algeciras se tira al mar.
“Esas aguas de lastre normalmente se controlan. Pero hay muchísimos petroleros que vienen y todas no se pueden depurar. Entonces sueltan microorganismos de allí. Normalmente esos microorganismos no proliferan, porque estas no son sus condiciones”, explica Ana Santos.
Dice la bióloga de la Organización de Productores Pesqueros de Almadrabas que en 2015 hubo un pico muy elevado de la temperatura. Esta alga que vivía en temperaturas más elevadas que las que se encontraban aquí pudo asentarse y proliferar.
Compromiso de atuneras y consumidores
La flota atunera española, representada por la Organización de Productores Asociados de Grandes Congeladores de Atún (Opagac), firmó los Principios Sostenibles del Océano. Un marco para prácticas comerciales responsables en el medio marino en todos los sectores y regiones geográficas. Sus principios son parte del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, señaló Fish Information & Services.
Al firmar estos principios sostenibles renovó su compromiso con la salud, la gobernanza, el uso sostenible y el desarrollo de los océanos.
Por primera vez, la procedencia sostenible de los productos pesqueros se ha convertido para los europeos en un factor más importante que el precio al adquirir productos pesqueros. Según el estudio, este factor es el quinto para los consumidores europeos, con 3,8 puntos, frente a los 3,7 del precio. Las primeras posiciones son para el frescor del producto con 6,8 puntos, su sabor y beneficios para la salud, ambos con 6,3 puntos. Y facilidad de ingesta, con 5,3 puntos.
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