El número de niños remitidos a la atención de salud mental de emergencia en Inglaterra se incrementó en 53% en tres años. Un análisis del Royal College of Psychiatrists revela un aumento significativo en el número de niños y jóvenes que necesitan atención de emergencia de los servicios de salud mental. Los datos ponen al descubierto la grave crisis que atraviesa ese importante segmento de la sociedad.
El organismo especializado pide al gobierno y a las Juntas de Atención Integrada que inviertan en apoyo específico a estos niños y jóvenes para cambiar el rumbo de la crisis de salud mental. En sólo cuatro años, los psiquiatras y sus equipos han observado un aumento del 53% en el número de niños en crisis de salud mental que necesitan apoyo de emergencia.
Esto incluye a jóvenes gravemente deprimidos y que padecen un trastorno alimentario. Precisa el informe que se realizaron un total de 32.521 derivaciones de emergencia y urgencia a equipos de crisis de servicios de salud mental para niños y adolescentes en 2022-23. En el período 2019-20, el año anterior a la pandemia, la cifra fue de 21.242.
El aumento significa que más de 600 niños con enfermedades mentales cada semana han llegado a un punto crítico. Muchos de los niños que requieren atención de emergencia (algunos con tendencias suicidas o gravemente enfermos como resultado de trastornos alimentarios) han estado atrapados en listas de espera durante un promedio de cinco meses y, en los peores casos, hasta dos años, revela el análisis del Royal College of Psychiatrists.
Datos preocupantes sobre la salud mental en el Reino Unido
Los parlamentarios y líderes de salud consultados por The Guardian dijeron que las cifras exponían una “explosión devastadora” de enfermedades mentales graves no tratadas entre los niños, y deberían ser una llamada de atención para el gobierno.
Ahora existía un grave riesgo de que el alarmante aumento de niños que llegaban a un punto crítico antes de poder acceder a ayuda se estuviera convirtiendo en «la nueva norma», añadieron.
«Nadie debería tener que ver cómo se deteriora la salud mental de sus hijos mientras esperan atención», señaló el presidente del Royal College of Psychiatrists, Lade Smith. «Es completamente inaceptable que esta sea la realidad a la que se enfrentan tantas familias».
Los ministros deben tomar medidas urgentes para brindar apoyo específico a todos los niños que necesitan atención de salud mental y «cambiar el rumbo» de la creciente crisis de salud mental infantil del país, agregó Smith.
Muchos de estos niños del Reino Unido han experimentado un deterioro de su salud mental. Han presentado ansiedad, depresión e instintos suicidas. Mientras los equipos del Servicios de Salud Mental para Niños y Adolescentes, sobrecargados, luchan por satisfacer una demanda récord.
Los datos del NHSE publicados recientemente indican que los menores de 18 años esperan un seguimiento después de ser remitidos por un médico de cabecera y han esperado una media de cinco meses y, en el peor de los casos, casi dos años. No tiene por qué ser así. Aproximadamente la mitad de los problemas de salud mental surgen antes de los 14 años y tres cuartas partes antes de los 24 años. Muchos pueden evitarse si se tratan a tiempo.
Situación inaceptable
El año pasado, el Royal acogió con agrado el anuncio del Canciller de entregar 6,3 millones de dólares adicionales para mejorar el acceso a los Centros de Apoyo Temprano existentes (para edades de 11 a 25 años). Sin embargo, advierte que se necesitan más de 200 millones adicionales para establecer estos centros en cada autoridad local.
Elaine Lockhart, presidenta de la Facultad de Niños y Adolescentes del Royal College of Psychiatrists dijo que esta situación “es inaceptable. No es posible que tantos niños y jóvenes lleguen a un punto crítico antes de poder acceder a la atención. No podemos permitir que esto se convierta en la nueva norma”.
Manifestó que “las enfermedades mentales graves no son sólo un problema de los adultos. La necesidad de servicios especializados de salud mental para niños y jóvenes crece todo el tiempo. La evidencia nos muestra que los niños que reciben apoyo rápidamente tienen menos probabilidades de desarrollar condiciones a largo plazo que afecten negativamente su educación, desarrollo social y salud en el futuro”.
Los gobiernos y las juntas de atención integrada deben comprometerse a reducir la tasa de enfermedades mentales entre los niños estableciendo un objetivo alcanzable, indicó. Esto debe estar respaldado por una expansión de la fuerza laboral de salud mental y fondos adicionales para los servicios.
«Invertir en la salud mental de los niños en el Reino Unido en última instancia liberará tiempo y recursos del NHS”, agregó. Al tiempo que garantizará que el país tenga una población sana y productiva en los próximos años.